Si bien el pueblo ruso solo pensará en el dinero, no habrá arte Traductor traducir

¿Son los procesos culturales modernos en Rusia capaces de producir patrones que podrían convertirse en patrimonio mundial, como lo fueron en el pasado? ¿Debería la cultura rusa seguir las tendencias mundiales o necesita buscar la suya propia? Estas preguntas se convirtieron en el tema de una discusión interesante que tuvo lugar el jueves 23 de enero de 2014 como parte del proyecto de la Plataforma en la bodega, en el estudio de Mikhail Korolyov.

El proyecto Platform fue creado como una plataforma para discutir diversas prácticas de comunicación, hablando sobre cómo se forman la conciencia pública y los "instintos de masas". Inicialmente, el iniciador y organizador de las reuniones fue el grupo de inversión Volga, que gestiona los activos del famoso empresario Gennady Timchenko. Ahora el proyecto también cuenta con el apoyo de la editorial "Arguments and Facts" y el grupo editorial y consultor "Praxis", la galería de pintura en Internet "Galleriks". El poeta Andrei Dementiev, quien, sin embargo, se abstuvo de hablar, estuvo presente en la reunión como invitado de honor.

El representante de Praxis Vitaly Sednev preguntó el impulso de la discusión, haciendo la siguiente pregunta: "La literatura rusa se está desvaneciendo y ya no se necesitan libros o ya está madurando un nuevo despegue en alguna parte". El escritor Taras Rakin compartió sus pensamientos: " Para comprender si vale la pena esperar algo del arte ruso, debe comprender lo que puede hacer un artista. "Rakin propuso un dilema aparentemente banal:" ¿Fantasearán o dormirán los artistas? "Sin embargo, en la interpretación del escritor de fantasía como algo inventado por el hombre, el camino equivocado para las obras maestras no lo es. “El artista tiene en cuenta el efecto de los signos, que crea y, de hecho, se dedica a calcular estos signos y efectos. Pero de esta manera se crea algo banal y no interesante, además está rodeado de la infraestructura necesaria en forma de crítica y medios. Un artista que se ocupa de cálculos, que en realidad es un trabajo duro, se ve obligado a reducirlos en la medida en que da un efecto comercial. "

Una forma más probable de una verdadera obra de arte, según Taras Rakin, es la creatividad manchada, un análogo de los sueños. El escritor también propuso una característica del proceso cultural como el "insomnio". Quizás esta definición del escritor corresponde al estado actual de la cultura rusa.

El artista y artista Andrei Shevchenko hizo notas de optimismo: “Todo lo que hacemos es maravilloso. Necesitas continuar haciendo esto. No tenemos una crisis de arte, sino una crisis de evaluaciones. No debemos frenar y ser positivos. "

El investigador de política cultural nacional Nikolai Makharadze llamó la atención de la audiencia sobre el hecho de que el arte contemporáneo es imposible sin una sociedad abierta. “El arte contemporáneo está interesado en su lenguaje, sus capacidades. Anteriormente, el arte era una alegría de reconocimiento para una persona: "parece que quieres tocarlo". Pero el proceso ha avanzado mucho. El arte contemporáneo es un lujo; las personas libres que están interesadas en la reacción de otras personas y su idioma pueden permitírselo. Tenemos poco interés en la libertad y el diálogo de otras personas. "

Entre los artistas rusos contemporáneos, no hay estrellas mundialmente famosas, ya que los mecanismos de relaciones públicas para crear tales estrellas no funcionan para nosotros, no hay un entorno competitivo y un negocio de galería desarrollado, cree Nikolai Makharadze. "No hay suficientes gerentes", resumió el anfitrión de la reunión, director gerente del grupo Volga Alexey Firsov.

El periodista Dmitry Lisitsin cree que es apropiado evaluar el proceso cultural ruso en el contexto de restringir el proyecto europeo, que duró más de dos milenios y se construyó alrededor de un cierto centro único (la idea de Roma), un cierto sistema de valores.. Este sistema podría tener su propia periferia, pero ahora la jerarquía está destruida. Por lo tanto, es imposible reprochar el arte ruso al provincialismo, cualquier cultura es ahora regional, pero completamente accesible a través de las comunicaciones por Internet.

Dmitry Lisitsin propuso buscar elementos de arte no solo en formas tradicionales, sino también a través de otras herramientas de comunicación. Por ejemplo, según el grado de consideración y sofisticación de la forma, algunos juegos de computadora pueden equipararse con el arte.

La productora de cine Julia Mishkenene llamó la atención sobre el hecho de que hoy en día hay dos capas en el cine doméstico que prácticamente no se cruzan entre sí. El primero es el "cine estatal", con el apoyo del Ministerio de Cultura, y el segundo es "en las afueras", sin apoyo estatal, con personas que han venido recientemente al cine. "En el cine existe la posibilidad de brotes que brotan a través del muro de hormigón", dijo Julia Mishkenene, señalando que el cine ruso todavía no es fácil llamar la atención de una audiencia occidental, a quienes les resulta difícil entender la motivación de nuestros héroes..

El artista Andrei Kulagin sugirió la siguiente idea: todas las obras maestras del cine soviético eran ejemplos de cine de autor, "cuando hay un gran director y una gran obra". Pero básicamente, el cine soviético era un "rastreo" de Hollywood, pero con un contenido ideológico diferente, por supuesto.

Andrei Kulagin resumió la reunión con un pensamiento brillante y bastante indiscutible. “Recientemente, todo se ha hecho por dinero. Pero el artista no debe trabajar por dinero, debe hacer fotos, porque no puede evitar hacerlas. Mientras el pueblo ruso piense solo en el dinero, no habrá arte. "

Alexey Lyalin