Arquitectura góticaCon solo pronunciar la palabra, uno se imagina torres imponentes, intrincados trabajos en piedra y una sensación de asombro que golpea directamente el pecho. Para quienes hemos atravesado las grandes puertas de lugares como Notre Dame o la catedral de Chartres, la sensación de estar bajo esas elevadas bóvedas no es solo ver algo hermoso, es casi espiritual.
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