Historia de Gzhel:
desde las tradiciones antiguas hasta los maestros modernos
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Gzhel es un arte de renombre mundial creado por maestros rusos, que combina motivos folclóricos con la sofisticación aristocrática del color y la forma. Elegantes platos blancos como la nieve, elaborados en fina cerámica y cubiertos con intrincados adornos en tonos azules y celestes, son una de las marcas rusas más reconocidas y populares en el extranjero.

Cada producto de Gzhel es único, con la huella del gusto y el estilo de un maestro en particular, a la vez que conserva los rasgos característicos de todo el movimiento. La porcelana blanca pintada con cobalto existe en muchos países, pero fue Gzhel la que logró una unidad compositiva única, suficiente para formar todo un género. La artesanía ha evolucionado enormemente, desde simples platos campesinos hasta exquisitas obras de arte, sobreviviendo a épocas de prosperidad y decadencia, pero ha logrado preservar su originalidad y carácter nacional hasta nuestros días.
2 Desarrollo de la cerámica en el volost de Gzhel
3 Evolución de la cerámica de Gzhel
4 Renacimiento de las tradiciones de Gzhel
5 Tecnología de producción de cerámica de Gzhel
6 Características artísticas de Gzhel
7 Surtido de productos de los maestros de Gzhel
8 Maestros modernos de Gzhel
9 Nuevas direcciones en la cerámica de Gzhel
10 La importancia cultural de la artesanía de Gzhel
Origen
Los orígenes de la artesanía de Gzhel se remontan a la historia rusa. La primera información fiable sobre Gzhel como lugar de extracción de arcilla de alta calidad para la alfarería data del siglo XIV.
La primera mención escrita de Gzhel se encuentra en la carta espiritual del príncipe moscovita Iván Kalita en 1328. Posteriormente, el nombre de esta zona se repite en el testamento de Iván el Terrible entre 1572 y 1578. Los hallazgos arqueológicos indican que la producción de cerámica en esta zona existía incluso antes: se han descubierto fragmentos de platos de arcilla que datan del siglo IV.
Una etapa importante en la historia de la artesanía fue el decreto del zar Alexéi Mijáilovich de 1663, según el cual las arcillas de Gzhel debían utilizarse para la producción de vasos médicos. Este hecho confirma la alta calidad de las materias primas locales y la habilidad de los alfareros de Gzhel ya en el siglo XVII.
Existen varias versiones sobre el origen del nombre "Gzhel". La más común lo relaciona con el verbo "quemar". Esto se debe a la principal ocupación de los lugareños: cocer productos de arcilla en hornos de cerámica. Según otra versión, el nombre podría provenir de la palabra "zhgel" (amarillo, ardiente), que podría ser el nombre de la arcilla por su color o sus cualidades.
Inicialmente, Gzhel era el nombre de un pueblo cercano a Moscú, pero con el tiempo este nombre se extendió a toda una región: la "Zarza de Gzhel", que unía unos 30 asentamientos. En el Imperio ruso, estos asentamientos formaban parte del volost de Gzhel del distrito de Bronnitsky.
Desarrollo de la cerámica en el volost de Gzhel
Las características geográficas y geológicas del volost de Gzhel determinaron el principal oficio de los residentes locales. El suelo arcilloso no era apto para la agricultura, pero era rico en arcilla de alta calidad de diversos grados.
"Si no sabes nada, cállate. No nos alimentamos de tierra, sino de arcilla": estas palabras, atribuidas a los maestros de Gzhel, reflejan bien la peculiaridad de la artesanía local. En invierno, los campesinos extraían arcilla de diferentes tipos: amarilla, blanca, roja (de alfarero), ladrillo, azul. Talaban árboles para obtener combustible para estufas, elaboraban diversos platos y los enviaban a Moscú.
Hasta mediados del siglo XVIII, Gzhel producía cerámica tradicional, ladrillos, pipas de cerámica, tejas y juguetes de barro. Los productos de los maestros de Gzhel tenían una gran demanda en Moscú y otras ciudades. El pueblo de Gzhel era un fenómeno único: un asentamiento de artesanos ceramistas cuyas habilidades se transmitían de generación en generación.
La artesanía de Gzhel alcanzó su máximo auge histórico a finales del siglo XVIII. En aquella época, los artesanos que fabricaban jarras, kumgans (jarras planas con pico similar a una tetera) y kvassniks alcanzaron una maestría especial. Estos artículos solían estar decorados con figuras y presentaban un diseño complejo.
A mediados del siglo XVIII, los campesinos de Gzhel y sus alrededores elaboraban platos de arcilla roja local, los cubrían con esmalte blanco y los pintaban con cuatro colores: amarillo, verde, azul y marrón. Esta mayólica multicolor se distinguía por su brillo y el carácter popular de su pintura, que a menudo representaba escenas de la vida campesina, motivos vegetales, aves y animales.
Evolución de la cerámica de Gzhel
La historia de la cerámica de Gzhel está marcada por un desarrollo constante y cambios en tecnología, formas y decoración. Los artesanos respondieron con sensibilidad a los cambios en los gustos del consumidor y las tendencias de la moda, manteniendo la originalidad de la artesanía.
Una importante transición en el desarrollo de la artesanía de Gzhel tuvo lugar en el siglo XIX, cuando los maestros dominaron la tecnología de producción de vajillas de loza y porcelana. Los productos de porcelana eran más elegantes y finos que la mayólica. En esta época, también se produjo un cambio en la pintura: de una gama multicolor, los maestros pasaron al azul y blanco, que posteriormente se convertirían en el sello distintivo de Gzhel.
Esta transición se debió a varios factores. En primer lugar, la influencia de los azulejos holandeses y la porcelana china, populares en Rusia. En segundo lugar, consideraciones técnicas: la pintura al cobalto simplificó la producción, ya que solo requería dos cocciones, lo que ahorró significativamente combustible.
A mediados del siglo XIX, se formó el estilo clásico de Gzhel que conocemos hoy: porcelana blanca con pintura bajo cubierta en cobalto. Durante este período, Gzhel se convirtió en una marca reconocida, con cerca de 120 fábricas de porcelana y loza operando en la zona.
En el siglo XIX, existían 25 fábricas de porcelana en el Imperio ruso. Entre ellas, destacaban las empresas fundadas en la región de Gzhel: las fábricas de los Kuznetsov, los hermanos Barmin, los Sazonov, los Terekhov, los Kiselev, los Zhadin y los Tulin. Estas empresas producían no solo vajilla tradicional, sino también artículos decorativos y de interior.
Particularmente famosos fueron los artículos con oro y un singular revestimiento de fondo de cobalto. Cada maestro tenía su propio estilo pictórico, y los artículos reflejaban su visión del mundo circundante. La artesanía también se vio muy influenciada por los gustos de los compradores, lo que condujo a una constante renovación de la gama y las tecnologías.
La cerámica de Gzhel se exportaba a países de Oriente Medio y Asia Central, y se la consideraba «la mejor de todas las cerámicas de este tipo fabricadas en Rusia». Sin embargo, a finales del siglo XIX, Gzhel empezó a perder terreno frente a competidores más grandes, lo que condujo a un declive gradual de la artesanía.
Renacimiento de las tradiciones de Gzhel
Tras el fin de la Gran Guerra Patria, muchas artesanías populares comenzaron a resurgir, incluyendo la cerámica de Gzhel. Este resurgimiento está asociado con los nombres de personas específicas, gracias a las cuales el estilo clásico de Gzhel cobró nueva vida.
Tras la guerra, se decidió retomar la producción de vajillas. Al principio, se fabricaron artículos esenciales, como tinteros antiderrames, muy demandados. Posteriormente, cuando la vida empezó a mejorar y la gente pudo comprar no solo artículos esenciales, sino también artículos de decoración de interiores, se empezó a producir vajillas pintadas y figuritas.
El historiador de arte Alexander Saltykov y la artista Natalia Bessarabova desempeñaron un papel clave en el resurgimiento de la artesanía de Gzhel. Estudiaron las piezas de museos y se inspiraron en la sencilla y brillante pintura azul, característica de los productos de Gzhel de principios del siglo XIX. Fue su trabajo el que permitió a la artesanía de Gzhel experimentar un "renacimiento".
Los artistas S. Dunashova, NI Bessarabova y ZV Okulova también hicieron una gran contribución a la formación y desarrollo del arte de Gzhel y a la creación del estilo moderno de la artesanía de Gzhel.
Una característica especial del Gzhel revivido fue el "ABC de las pinceladas", desarrollado por Natalia Bessarabova y Alexander Saltykov, un sistema de elementos pictóricos estandarizados que permitió la formación de una nueva generación de artistas. Este alfabeto se creó a partir del estudio de ejemplos antiguos de cerámica de Gzhel e incluía diversos tipos de pinceladas, rosas, gotas, pétalos y otros elementos.
El estilo azul y blanco de Gzhel se impuso finalmente en la posguerra. Esta elección se debió no solo a consideraciones estéticas, sino también prácticas: la pintura de cobalto es más fácil de trabajar y económica, ya que solo requiere dos cocciones.
El Gzhel revivido alcanzó su máximo esplendor en las décadas de 1970 y 1980. Para los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, se produjeron decenas de miles de recuerdos con pinturas de Gzhel: osos olímpicos, cajas, jarrones y otros artículos. Gzhel volvió a convertirse en un símbolo reconocible de la cultura rusa.
Tecnología de producción de cerámica de Gzhel
El proceso de creación de productos Gzhel es complejo y de varias etapas, lo que requiere gran habilidad y el uso de tecnologías tradicionales. Desde la calidad de los materiales originales hasta las características de la pintura y la cocción, cada etapa es crucial para obtener un producto digno de ser considerado un auténtico Gzhel.
La base para la producción de cerámica de Gzhel es una arcilla blanca especial, extraída en la región de Gzhel. Para lograr las propiedades deseadas de la masa cerámica, se añade a la arcilla arena de cuarzo, feldespato, nefelina-sienita y perlita. Estos aditivos permiten lograr la plasticidad, densidad y resistencia al fuego necesarias para el material.
La calidad de la arcilla determina muchas propiedades del producto final: resistencia, blancura y capacidad de conservar la forma durante la cocción. Históricamente, las ricas reservas de arcilla de alta calidad de la región de Gzhel fueron la base del desarrollo de la industria cerámica en esta zona.
El proceso de creación de un producto Gzhel comienza con la preparación de la masa cerámica. A continuación, se moldea el producto, que puede realizarse de diversas maneras: cerámica, fundición en moldes de yeso o modelado a mano.
Para crear pequeñas esculturas (esculturas, figuritas), se suelen utilizar moldes de yeso de doble hoja. Al mismo tiempo, como señalan los expertos, «debido al uso de moldes de yeso de doble hoja para el modelado, las figuritas perdieron la minuciosidad del modelo, pero conservaron la vivacidad y expresividad de la plasticidad».
Tras el moldeado, el producto se somete a la primera cocción (de uso general). La temperatura de cocción depende del tipo de cerámica: la loza se cuece a 1200 grados Celsius, la mayólica a 850-950 grados y la porcelana a temperaturas más altas.
Tras la primera cocción, el producto se recubre con un esmalte, una fina película vítrea que le confiere impermeabilidad y suavidad. Entre las dos cocciones, se pinta.
La pintura de Gzhel se realiza exclusivamente a mano. Cada maestro posee técnicas especiales y un estilo propio, lo que hace que cada pieza sea única.
Para el Gzhel tradicional azul y blanco, se utiliza una pintura especial: óxido de cobalto. Curiosamente, antes de la cocción, la pintura no es azul, sino negra. Solo tras repetidas cocciones adquiere su característico color azul. Este hecho permite determinar la autenticidad del Gzhel: la pintura de productos falsificados suele realizarse simplemente con pintura azul o celeste, evitando el complejo proceso de transformación del color durante la cocción.
El conjunto de herramientas del artista de Gzhel es bastante sencillo: una paleta de vidrio para mezclar tonos, diferentes tipos de pinceles, espátulas y recipientes para la mezcla de óxido de cobalto. El maestro aplica el diseño a una pieza cruda cubierta con esmalte blanco, lo que requiere gran paciencia y gran destreza.
Tras aplicar la pintura, se realiza una segunda cocción (con agua). Para la porcelana, se realiza a una temperatura de aproximadamente 1400 grados, para la loza, a 1200, y para la mayólica, a entre 980 y 1050 grados. Durante esta cocción, el producto disminuye significativamente de tamaño y la pintura de cobalto adquiere un característico color azul.
Características artísticas de Gzhel
La pintura de Gzhel posee una serie de rasgos característicos que la hacen reconocible y la distinguen de otras artes decorativas y aplicadas. Estos rasgos se formaron a lo largo de muchas generaciones de maestros y reflejan tanto las tradiciones locales como la influencia de las tendencias artísticas nacionales e internacionales.
El Gzhel clásico es conocido por su paleta de azules y blancos. El azul en la pintura de Gzhel se presenta en más de 20 tonos, desde el azul suave hasta el cobalto intenso. Esta paleta no es casual: en la cultura popular rusa, el azul solía asociarse con el cielo, el agua y la pureza.
El fondo blanco de la porcelana simboliza la pureza, el invierno y la nieve, imágenes cercanas al pueblo ruso. La combinación de blanco y azul crea una sensación de frescura, ligereza y amplitud, dotando a los productos de una expresividad especial.
Es importante destacar que, inicialmente, la vajilla Gzhel era multicolor. En la pintura de mayólica del siglo XVIII se utilizaban colores verde, amarillo, marrón y rojo. Los maestros modernos a veces retoman esta tradición, creando Gzhel colorido, lo que representa un resurgimiento de formas históricas de la artesanía.
La pintura de Gzhel posee su propio conjunto de elementos y motivos tradicionales. Entre ellos, se pueden distinguir varios grupos:
- Los elementos ornamentales son tradicionales en Gzhel: peinetas, zarcillos, perlas, gotas, cuadros y bordes.
- Motivos vegetales: cereales, bayas, flores (especialmente rosas, o «rosas de Gzhel»), brotes, hierba y ramas. Los motivos vegetales son los más comunes en la pintura de Gzhel y constituyen su seña de identidad.
- Imágenes de animales y pájaros: estas imágenes a menudo están estilizadas e integradas en la composición general de la pintura.
Los patrones de la pintura Gzhel siguen un sistema de dibujo específico. La técnica de ejecución y el color azul sobre fondo blanco definen el estilo Gzhel.
En la composición de la pintura de Gzhel, la proporción entre el fondo blanco y el patrón azul juega un papel importante. Los maestros utilizan hábilmente el espacio vacío, creando composiciones ligeras y etéreas en las que el fondo se convierte en un elemento activo de la pintura.
Una de las técnicas características de la pintura de Gzhel es la pincelada con una extensión de color que va del azul intenso al casi blanco. Esta técnica crea un efecto de volumen y movimiento, dotando a la pintura de una vivacidad especial.
Los maestros de Gzhel suelen utilizar composiciones asimétricas que mantienen el equilibrio general. La pintura puede cubrir toda la superficie del producto o concentrarse en partes individuales, creando acentos.
Surtido de productos de los maestros de Gzhel
A lo largo de los siglos de historia de la artesanía, la gama de productos de Gzhel ha experimentado cambios significativos, reflejando tanto las necesidades de la sociedad como las búsquedas creativas de los maestros. Desde platos utilitarios hasta complejas composiciones decorativas, los maestros de Gzhel expandieron constantemente el alcance de su arte.
La vajilla siempre ha sido la base del surtido de los maestros de Gzhel. En el siglo XVIII, los kvasniks, kumgans y jarras — vasijas de formas complejas, a menudo decoradas con elementos escultóricos — eran especialmente populares. Estos productos no solo eran artículos domésticos funcionales, sino también obras de arte únicas que decoraban el hogar.
En el siglo XIX, con la transición a la producción de loza y porcelana, la gama de vajillas se amplió. Aparecieron elegantes juegos de té y de mesa, compuestos por numerosos artículos: tazas, platillos, teteras, azucareros, lecheras y platos para diversos usos.
Los maestros modernos de Gzhel continúan la tradición de crear vajillas, combinando formas tradicionales con ideas innovadoras. En la gama de fabricantes de Gzhel, encontrará tanto artículos tradicionales (teteras, tazas, juegos) como nuevos tipos de vajilla que satisfacen las necesidades modernas.
Otro ámbito importante de la artesanía de Gzhel es la escultura decorativa, o "pequeñas artes plásticas". Históricamente, en Gzhel se producían juguetes de arcilla, los cuales tenían una gran demanda: los maestros elaboraban cientos de miles de juguetes de arcilla al año.
En el siglo XIX, se desarrolló la pequeña escultura de mayólica, que representaba escenas de la vida cotidiana: soldados, campesinas, damas y hombres ocupados en sus quehaceres. Estas pequeñas esculturas se distinguían por su expresividad y vivacidad, a pesar de la simplicidad de sus formas.
En la Gzhel moderna, la escultura decorativa está representada por una amplia gama de productos, desde figuras tradicionales de personas, animales y aves hasta complejas composiciones sobre diversos temas. Son especialmente populares las cajas, los candelabros, las campanas y los platos decorativos con elementos volumétricos.
Lyudmila Pavlovna Azarova, Artista del Pueblo de la URSS, contribuyó significativamente al desarrollo de las formas escultóricas en Gzhel. Revivió la tradición fundamental de los antiguos maestros de Gzhel: la creación de teteras, jarras y cajas con formas de animales, pájaros y personas, o decoradas con figuras, flores y elementos arquitectónicos.
Históricamente, los maestros de Gzhel producían no sólo vajillas y artículos decorativos, sino también elementos arquitectónicos: azulejos para estufas y chimeneas, paneles decorativos y azulejos.
Los azulejos para estufas y chimeneas, cuya producción se estableció en Gzhel, se distinguían por su alta calidad y expresividad artística. Cada azulejo tenía un patrón único que creaba una apariencia única para la estufa o chimenea.
Maestros modernos de Gzhel
La artesanía de Gzhel se mantiene viva gracias a los talentosos artistas y artesanos que perpetúan las tradiciones y aportan nuevas ideas al arte de Gzhel. Su creatividad garantiza la continuidad de generaciones y la preservación de la originalidad de la artesanía.
Entre los maestros destacados de Gzhel de los siglos XX y XXI se pueden nombrar muchos artistas talentosos cuyas obras se han convertido en clásicos de la cerámica moderna de Gzhel.
Lyudmila Pavlovna Azarova es Artista Popular de la URSS, una maestra excepcional que contribuyó significativamente al resurgimiento de las tradiciones de la escultura de Gzhel. En sus obras, se recuperaron gradualmente las tradiciones de los maestros populares de Gzhel: laconismo, abandono de la ilustración y realismo.
Tatyana Sergeevna Dunashova, Natalia Ivanovna Bessarabova y Zinaida Vasilyevna Okulova fueron reconocidas por “sus logros en el resurgimiento, la formación y el desarrollo del arte de Gzhel, en la creación de un estilo moderno de artesanía de Gzhel”.
Elena Borisovna Sukhorukova es miembro de la Unión de Artistas de Rusia y trabaja como artista en el grupo creativo "Asociación Gzhel" desde 1985. Sus obras se distinguen por su profunda atención a las tradiciones de la porcelana rusa del siglo XIX y al legado del arte azulejero. Actualmente es una de las artistas más destacadas de la artesanía de Gzhel.
Victoria Nedelina es una artista ceramista, graduada de la Universidad Estatal de Gzhel y representante de una nueva generación de maestros de Gzhel.
Cada uno de estos artistas tiene su propio estilo reconocible, su propia firma creativa, pero todos trabajan en el marco de las tradiciones de la artesanía de Gzhel, preservando su originalidad y desarrollando su potencial.
Los maestros modernos de Gzhel, si bien preservan las tradiciones, no temen experimentar e incorporar novedades en sus obras. Sus enfoques innovadores se manifiestan en diversos aspectos de su creatividad.
Una de las vías de desarrollo es recurrir a las raíces históricas de la artesanía y rescatar técnicas y formas olvidadas. Así, algunos artistas modernos están recuperando la tradición de la mayólica multicolor, característica del período temprano de la artesanía de Gzhel.
Otra dirección es la búsqueda de nuevas formas y soluciones compositivas, ampliando la gama de productos para satisfacer las necesidades y gustos modernos. Los artesanos modernos crean no solo vajillas tradicionales y figuras decorativas, sino también nuevos tipos de productos, desde joyería hasta artículos de diseño moderno.
Un aspecto importante del desarrollo de la artesanía es la fusión de las tradiciones de Gzhel con otras formas de arte y diseño. La pintura de Gzhel se utiliza en la decoración de estructuras arquitectónicas, el diseño de indumentaria y la joyería.
Nuevas direcciones en la cerámica de Gzhel
La cerámica moderna de Gzhel no es una tradición estancada, sino un arte vivo y en desarrollo. Las nuevas tendencias en la cerámica de Gzhel reflejan tanto un retorno a las raíces históricas de la artesanía como la búsqueda de nuevas formas de expresión.
Una de las tendencias interesantes en el Gzhel moderno es el resurgimiento de la pintura a color. Como se mencionó anteriormente, inicialmente la vajilla de Gzhel del siglo XVIII (principalmente mayólica) era multicolor: se usaban colores verde, amarillo, marrón y rojo en las pinturas.
Hoy en día, la Fábrica de Porcelana de Gzhel, cuya historia se remonta a 1818, está reviviendo activamente la tradición del Gzhel de colores. Estas tradiciones, incluso más antiguas que las del "blanco y azul", resultan de interés para los artesanos y compradores modernos.
Cabe destacar que el Gzhel de colores también se producía en la época soviética. Según Sergei Simonov, artista principal de la Fábrica de Porcelana de Gzhel, en su momento, el 40% de los artistas de la fábrica de la Asociación de Gzhel pintaban el Gzhel de colores. Esta tradición nunca se interrumpió por completo, pero ahora está experimentando un nuevo auge.
Para la mayólica coloreada se utiliza el llamado “cinco colores”: fondo blanco y pintura con pinturas obtenidas a partir de sales de varios metales: amarillo (sales de antimonio), verde (sales de cobre), azul (sales de cobalto), cereza (sales de manganeso).
Los maestros modernos de Gzhel experimentan activamente con la forma de los productos y el contenido de la pintura, ampliando los límites tradicionales de la artesanía. Se crean nuevos tipos de productos que antes no eran característicos de la cerámica de Gzhel, pero que se elaboran con el reconocible estilo de Gzhel.
Entre estos experimentos se puede destacar la creación de composiciones complejas que combinan varios objetos funcionales, el uso de formas no tradicionales y una apelación a nuevos temas en la pintura que reflejan la vida moderna.
Una tendencia interesante es la creación de obras de autor, que no son producciones en masa, sino obras de arte únicas. Estas obras suelen ser de un solo ejemplar y poseen un gran valor artístico.
Algunos maestros experimentan con técnicas de pintura, creando nuevos efectos y texturas, combinando la pintura tradicional Gzhel con otras técnicas de decoración cerámica.
En los últimos años, la pintura tradicional de Gzhel se ha incorporado activamente al diseño moderno, trascendiendo la cerámica tradicional. Diseñadores de diversos estilos se inspiran en la estética de Gzhel, interpretándola en un contexto moderno.
La moda adopta con especial interés las tradiciones de Gzhel. Los motivos pictóricos de Gzhel se utilizan en ropa, accesorios y calzado, creando imágenes inusuales y memorables.
Los motivos de Gzhel se utilizan en diseño gráfico, diseño de interiores y packaging. La característica paleta azul y blanca y los reconocibles adornos de Gzhel se están convirtiendo en elementos de la cultura visual moderna.
La importancia cultural de la artesanía de Gzhel
La artesanía de Gzhel tiene una gran importancia cultural tanto para Rusia como para el patrimonio cultural mundial. No se trata solo de la producción de cerámica, sino de un fenómeno único de la cultura artística popular, que refleja la historia, la cosmovisión y las preferencias estéticas del pueblo ruso.
Gzhel es uno de los símbolos más reconocibles de la cultura rusa en todo el mundo. Su elegante vajilla con brillantes estampados en azul es una especie de seña de identidad de Rusia, junto con la matrioshka, la balalaika y el samovar.
La porcelana de Gzhel es un arte mundialmente famoso de maestros rusos, que combina motivos populares con la sofisticación aristocrática del color y la forma. Es un ejemplo único de cómo una artesanía popular surgida en un entorno campesino se convirtió en un fenómeno artístico de renombre mundial.
Las obras de los maestros de Gzhel se exhiben en los museos más importantes de Moscú y San Petersburgo, lo que demuestra el reconocimiento de su valor artístico. Las colecciones de cerámica de Gzhel se conservan en numerosos museos de Rusia y del mundo, son estudiadas por historiadores del arte e inspiran a artistas y diseñadores modernos.
Gzhel es un "cuento de hadas, un tesoro nacional que cultiva en la gente el amor por lo bello y lo sublime". Este tipo de artesanía no solo preserva las tradiciones, sino que también se desarrolla, enriqueciéndose con nuevas ideas y tecnologías, manteniéndose fiel a sus raíces.
Para preservar y popularizar la artesanía de Gzhel, se han creado museos y exposiciones dedicados a la historia y la modernidad de la ciudad. Estos museos desempeñan un papel importante en la preservación del patrimonio cultural y la educación del público en general.
El Museo Panruso de Artes Decorativas alberga una rica colección de cerámica de Gzhel: aproximadamente 1.700 unidades. En 2025, el museo albergó la exposición "Fórmula de Gzhel", que presentó cerca de 700 piezas que recorren todas las etapas de la historia de esta artesanía recuperada.
También hay un museo en Gzhel, que alberga exposiciones únicas, incluyendo restos de cerámica del siglo IV hallados en el sitio de un asentamiento moderno. Este museo es un importante centro para el estudio y la preservación de las tradiciones artesanales de Gzhel.
Muchas rutas turísticas incluyen visitas a empresas y museos de Gzhel, lo que ayuda a popularizar la artesanía entre un público más amplio y a mantener el interés en la cultura tradicional rusa.
Un aspecto importante de la preservación y desarrollo de la artesanía de Gzhel son las actividades educativas destinadas a formar nuevas generaciones de maestros y popularizar las tradiciones de Gzhel.
La Universidad Estatal de Gzhel es un centro de formación de especialistas en cerámica y pintura de Gzhel. Aquí, los estudiantes aprenden técnicas tradicionales y dominan nuevos enfoques para la creación de productos cerámicos, preservando la continuidad de las generaciones.
Se imparten diversas clases magistrales sobre pintura de Gzhel que permiten a todos adentrarse en este arte. Por ejemplo, se está desarrollando una serie de clases magistrales "Misterios de los Patrones Rusos", donde los participantes pueden ponerse a prueba como artistas de Gzhel.
Se publican libros y manuales sobre la técnica de pintura Gzhel para profesionales y aficionados, y se crean vídeos educativos. Estos recursos ayudan a preservar y difundir el conocimiento sobre la tecnología y las características artísticas de Gzhel.
La artesanía de Gzhel es un ejemplo sorprendente de cómo el arte tradicional puede seguir siendo relevante y demandado en el mundo moderno, adaptándose a nuevas condiciones y demandas, pero al mismo tiempo preservando su originalidad y valor cultural.