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El arte de tejer encajes tiene una historia bastante rica y ha sido de interés desde hace mucho tiempo. El tejido recibió su desarrollo principal en la Edad Media; En Rusia durante la era soviética, este arte se consideraba burgués.

Ya en los años veinte y treinta, el tejido de encaje se convirtió en una artesanía popular única de Rusia. Había alrededor de 17 regiones en el país donde se tejía. Posteriormente, algunos de ellos se convirtieron en artesanías; en otros, el encaje fue tejido solo para ellos.

Hasta mediados de los años 30, los productos de encaje solo se exportaban, este hecho tuvo un impacto significativo en la variedad, el material y las técnicas de tejido. Diferentes artesanas tenían sus patrones favoritos, que se combinaban de diferentes maneras, convertidos en motivos tradicionales. Para el encaje dimensional se caracterizó por una amplia variedad de dibujos, modales y métodos de ejecución. Se tejieron varias piezas con cordones medidos: servilletas, colchas, collares, manteles, capas, adornos de lino, etc. Al principio, estas cosas se hicieron en el estilo moderno. Se caracterizaron por motivos vegetales y formas complejas.

De gran importancia para el desarrollo del encaje a mano fue la creación de escuelas vocacionales especializadas. Con el tiempo, los patrones en los productos de encaje se volvieron más saturados y los motivos fueron reconocibles y más claros. Gracias al talento y la habilidad de los fabricantes de encajes rusos, el concepto de "encaje ruso" ha ocupado el lugar que le corresponde en la historia de la cultura mundial. Se acostumbra distinguir dos tipos de encaje ruso: numérico y astillado. La diferencia radica en el hecho de que el helicóptero está tejido de acuerdo con el patrón que se muestra en el papel. Tejido de encaje numérico sin un patrón según el recuento de bucles, se caracterizan por patrones simétricos que consisten en formas geométricas. Quedan muy pocos cordones hasta la fecha.