El Teatro de Drama Ryazan cerró la temporada con la obra "Dragón" basada en la obra de E. Schwartz Traductor traducir

TEJIDO DE PUNTO. La mayoría de los grupos teatrales ya han desarrollado una tradición de celebrar el final de la temporada al mostrar al público una presentación de estreno. Esto, por así decirlo, resume el trabajo realizado por los actores del teatro durante la temporada pasada. Para el Teatro de Drama Ryazan, la temporada que terminó fue el aniversario: el teatro cumplió 225 años.

En honor a esta fecha, a la audiencia, que llenó la sala del teatro hasta el fracaso, se le mostró el estreno de un cuento de hadas para adultos sin edad escrito por Eugene Schwartz - "El Dragón", protagonizado por el joven director y actor de teatro favorito Maxim Larin.

Es posible que, gracias a su juventud, Maxim Larin se haya aventurado a organizar una obra que pasa por alto muchos de los lugares escénicos del país, su texto se desmanteló entre comillas y parece imposible competir con la película protagonizada por Mark Zakharov. Por lo tanto, el público del teatro comenzó a discutir sobre el "Dragón", esperado en el escenario de Riazán, cuando el día del estreno aún estaba lejos.

El público apreció el trabajo del director con aplausos, sonó periódicamente durante la presentación, y luego con ovaciones y flores en su final. En la lectura de Maxim Larin, la actuación resultó ser peculiar: la acción es lenta, se utilizan muchos personajes en el diseño de la escena y las acentuaciones musicales enfatizan las réplicas más importantes de los personajes de la obra.

La seriedad de lo que sucede en el escenario se diluye ligeramente con su comportamiento del encantador burgomaestre interpretado por el no menos encantador actor Yuri Borisov. El Dragón de dos caras disfrazado del Premio Vladimir, con su sonrisa diabólica, deja en claro que incluso el caballero más valiente nunca logrará derrotarlo.

El director dejó abierta la final de la obra, pero la idea principal de la obra quedó clara para todos los espectadores: era necesario matar al dragón que vivía en cada uno de nosotros.

Ludmila Trautmane © Gallerix.ru