Cultura y deporte son conceptos inseparables Traductor traducir
Las cuestiones de la percepción cultural del pasatiempo deportivo preocupan a la gente desde tiempos inmemoriales. Quizás el período más sorprendente de la historia en el que la actividad física se percibió como un elemento cultural fueron los Juegos Olímpicos griegos. Estos eventos deportivos atrajeron a miles de espectadores. Aún más eran los fanáticos de este tipo de ocio. La gloria del concurso llegó mucho más allá de las fronteras de Hellas. Posteriormente, el Imperio Romano tomó el relevo del campeonato en torneos deportivos.
Cultura deportiva moderna.
Los Juegos Olímpicos en su versión moderna no se reactivaron hasta 1896. En aquella época, las competiciones se celebraban únicamente en deportes de verano. Y recién en 1924 se celebraron los primeros juegos de invierno.
Según las encuestas realizadas a los habitantes modernos, uno de los deportes más originales desde el punto de vista espiritual es el patinaje artístico. Esto se debe a la extraordinaria belleza de las piruetas realizadas sobre hielo con diversos acompañamientos musicales. Esto es un verdadero arte, porque los atletas literalmente se elevan en el aire, viven cada latido, reaccionan emocionalmente al ritmo y timbre de la música.
El patinaje artístico como parte de la cultura popular.
Inicialmente, el patinaje artístico no se consideraba un deporte. Era un tipo de baile. Cansados de bailar el vals sobre el parquet, la gente buscaba nuevas formas de expresarse y las encontraba en la superficie de hielo cristalina. En el siglo XIX, la humanidad sólo estaba familiarizada de forma condicional con el concepto de pista de patinaje. Pero esto no impidió que ciudadanos especialmente emprendedores aprendieran un oficio tan complejo pero hermoso.
Al principio, como ocurre con la mayoría de actividades de nuestra sociedad, sólo los hombres tenían la prerrogativa de utilizar patines. En los años 60 del siglo XIX, estos bailes adquirieron oficialmente el estatus de deportes. Pero las mujeres fueron admitidas en los juegos profesionales sólo 40 años después, a principios del siglo XX.
Hoy en día, el patinaje artístico forma parte de las pruebas de los Juegos Olímpicos de Invierno. Este deporte entró oficialmente en el programa de competición hace menos de un siglo, en 1924. Según la interpretación actual, el equipamiento necesario son los patines artísticos.
Comprar patines hoy en día es cuestión de un par de minutos. Al fin y al cabo, además de las tiendas especializadas en la venta de calzado deportivo, existen tiendas online que promueven un trato individualizado para cada cliente. Es igualmente fácil convertirse en miembro de una sección de patinaje artístico o inscribirse en un entrenamiento con un instructor personal. De igual forma, a través de la Red Global podrás adquirir entradas para competiciones de todos los niveles y tarifas.
Los beneficios del deporte como forma de cultura
Hoy en día la ciencia se adapta a los tiempos. Y por tanto es muy fácil sacar conclusiones sobre las características de un deporte en particular. Y también sobre su impacto en:
- Salud física;
- Moral;
- Percepción en la sociedad.
Incluso el patinaje sobre hielo no profesional tiene un efecto positivo en el sistema musculoesquelético, el sistema musculoesquelético, el inmunológico y el nervioso. Como parte de esto, tiene un efecto en la normalización de la digestión, la activación del metabolismo y la prevención de enfermedades del sistema cardiovascular.
Una estancia prolongada en aire helado cerca del hielo y una actividad física adecuada es una forma segura de mejorar la termorregulación. Y esta es la base para la prevención de enfermedades infecciosas y un método para una rápida rehabilitación después de cualquier dolencia asociada con una inmunidad disminuida.
La percepción moral que una persona tiene de sus actividades en el patinaje artístico es un verdadero aspecto de la autorrealización. El deporte, en principio, contribuye al desarrollo de una serie de cualidades positivas. Se trata de responsabilidad, disciplina, resistencia al estrés y lucha contra la ambición y la vanidad excesivas. Y si se ofrece patinaje en pareja, también se enseña el apoyo mutuo y la capacidad de encontrar contacto incluso con personas que tienen problemas de comunicación muy difíciles.
La sociedad moderna tiene una actitud muy positiva hacia el patinaje artístico. Es por eso que a un atleta así se le honra y respeta. Sintiendo la presión de la sociedad y siendo relegados a ella, los patinadores se esfuerzan por alcanzar horizontes más elevados.
Todos estos son los componentes de la comprensión moderna de la cultura en el aspecto del pasatiempo deportivo tanto para profesionales como para aficionados.