Cómo crear un ambiente festivo Traductor traducir
La Navidad se asocia únicamente con los placeres: regalos, comida deliciosa, canciones navideñas, nieve… Sin embargo, las celebraciones también son una forma de renovar y profundizar las relaciones con familiares y amigos.
Inventario emocional del pasado
Es mejor decidir de antemano a quién quieres conocer y con quién tu relación deja mucho que desear. Es importante recordar que en la mesa navideña será demasiado tarde y será difícil calmar la hostilidad. No se debe esperar que la situación se aclare de algún modo. Si la otra persona piensa lo mismo, tendrás que afrontar una situación desagradable: silencio incómodo, ignorancia y quizás incluso una discusión en la mesa. Unos días antes de las vacaciones, puedes concertar una cita en una cafetería, traer flores o chocolate. El perdón es la mejor preparación para la Navidad.
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Actividades generales
Durante las vacaciones, la mayoría de la gente se reúne alrededor de la mesa. Pero no debe esperar que una mesa ricamente puesta los ayude a acercarse el uno al otro. Es importante pensar no sólo en el estómago de los invitados, sino también en el corazón.
Si has invitado a un familiar con el que hace tiempo que perdiste el contacto, puedes informarle sobre eventos familiares en los que no tuvo la oportunidad de participar: conseguir un álbum de fotos, mostrar un vídeo de las últimas vacaciones. El huésped se sentirá como en casa.
Si compran un regalo juntos, vale la pena empacarlo juntos. Hay algo mágico en preparar y decorar. Esta es una gran oportunidad para conversaciones honestas, recuerdos y emociones.
¿Quizás un paseo o un baile en la pista de casa diversificarán el tiempo libre de su familia? ¿Quizás deberíamos sacar esos polvorientos juegos de mesa del armario? Estas actividades animan el ambiente familiar y proporcionan un motivo para reír.
También puedes invitar a todos a mostrar su afición durante la reunión familiar. Cualquier cosa de la que una persona esté orgullosa se puede compartir. La aprobación de los demás te da confianza en ti mismo y te hace esforzarte constantemente por conseguir más.
Pequeñas cosas agradables
Unos días antes de Navidad, vale la pena pensar en las personas que más quieres. ¿Amigo del gimnasio, dentista o cartero? Puedes prepararles cositas lindas que no cuestan casi nada, por ejemplo, un adorno para el árbol de Navidad, pan de jengibre casero o una vela. Los regalos espontáneos son como un boomerang: siempre regresan, a veces incluso con venganza. La forma más fácil de conectar a personas amigables es la bondad desinteresada.
Clave para la conversación
Nada conecta como las conversaciones honestas. La televisión, el alcohol o la comida sólo parecen llenar las vacaciones. De hecho, lo olvidarán si no piensas en un intercambio completo de emociones y pensamientos. En Navidad debemos hablar lo máximo posible entre nosotros, recordando las reglas de oro: no interrumpir, no juzgar y escuchar activamente. Los mejores temas son chistes familiares, historias divertidas de la vida de familiares o amigos, recuerdos de vacaciones o de juventud.
Reglas de la vida festiva:
- Cuando esté de visita (incluso con sus familiares más cercanos), no mire televisión ni utilice el control remoto. Esta es una señal para los propietarios de que su empresa es aburrida.
- Limitar el consumo de alcohol
- No es apropiado dosificar los chistes con cuidado; no es apropiado aburrir a los oyentes con su sentido del humor durante toda la velada. Otros se sentirán menos importantes, relegados a un segundo plano.
- No hables de los problemas y fracasos de tu vida solo porque ha venido un grupo de oyentes potenciales. La próxima Navidad, esto podría hacerte ganar la etiqueta de "vampiro enérgico" con el que nadie querría sentarse a la mesa.
- Desempaque los regalos de inmediato. Dejar esta actividad para más tarde hará que el donante se sienta ignorado. La reacción ante un regalo es una parte integral del ritual.
Cena familiar
Los jóvenes de familias que comen juntas tienen menos problemas de salud mental. Científicos españoles del Centro Médico de Alicante compararon a 83 personas de entre 14 y 23 años (que recibieron ayuda psiquiátrica por primera vez) con 177 personas sanas de la misma edad. La mayoría de quienes buscaban servicios de salud mental padecían ansiedad y depresión. Resultó que un tercio de los adolescentes con problemas de salud mental comen por separado. La proporción de personas sanas de la misma edad que comen solas es sólo del 17 por ciento.
Las personas emocionalmente equilibradas tenían más probabilidades de participar en fiestas familiares o festividades religiosas. Las personas sanas también pasan más tiempo hablando, viajando y realizando otras actividades. Según los científicos, las comidas compartidas son un ritual unificador que tiene un efecto positivo en la psique y compensa los problemas de la vida cotidiana. ¡La Navidad es una fiesta no sólo para el cuerpo, sino también para el espíritu!
¿Cómo lidiar con parientes gruñones?
Incluso en días festivos, algunos miembros de la familia no pueden resistirse a hacer comentarios y críticas. En lugar de dejar que la mesa se convierta en una manzana de discordia, debe aprender a evitar de manera proactiva los desacuerdos familiares.
- Convierte un comentario en una broma. Nada alivia el estrés como el buen humor.
- Asumir la culpa si un familiar es un invitado raro. Seguramente esto le brindaría suficiente satisfacción como para detener nuevos ataques.
- Debes practicar respuestas asertivas si tienes que ver a un familiar con frecuencia. Sin sumisión ni agresividad, sólo precaución y una sonrisa.
niños en la cocina
El secreto para unas vacaciones exitosas es que todos se sientan importantes y necesarios. Asumir toda la carga de la preparación, pensando que sólo así todo irá fácilmente es un error. Los niños pueden participar en todo, desde limpiar hasta decorar la casa y cocinar. No hay nada más divertido para ellos que ayudar en la cocina. Dar forma al pan de jengibre, picar semillas de amapola, amasar será una experiencia inolvidable. Los niños estarán orgullosos de poder ayudar. Además, serán menos dañinos, porque las actividades útiles requieren mucha energía.