Pieter Brueghel The Elder – The Triumph of Death
Ubicación: Prado, Madrid.
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
Comentarios: 2 Ответы
Безграничная щедрость
Действуй так, чтобы ты сам желал стать объектом данного действия, но никто другой не мог стать его субъектом. (мысль не моя) А за сайт Большое благодарю
No se puede comentar Por qué?
La obra presenta una escena apocalíptica y caótica poblada por un gran número de figuras humanas en medio de un devastador paisaje. El horizonte bajo y el cielo turbio, teñido de tonos ocres y rojizos, sugieren un ambiente de inminente destrucción y desesperación.
En primer plano, se observa una multitud agónica: personas de todas las clases sociales –nobles, campesinos, soldados, clérigos– son víctimas de la muerte. El autor retrata a la muerte como una fuerza omnipresente e implacable, representada por esqueletos montados en caballos esqueléticos que arrastran y acosan a los vivos. Las figuras se retuercen en el dolor, luchan inútilmente contra su destino o intentan huir, pero sus esfuerzos son vanos.
El espacio está saturado de detalles macabros: pilas de cadáveres, instrumentos de tortura, monedas esparcidas y objetos cotidianos abandonados. Se aprecia una meticulosa atención al detalle en la representación de los cuerpos, las vestimentas y los escenarios, lo que intensifica el realismo brutal de la escena.
En la parte izquierda, un grupo de religiosos parece realizar un cortejo fúnebre, mientras que a su derecha, se vislumbra una mesa dispuesta para un banquete, contrastando grotescamente con la muerte generalizada. Esta yuxtaposición sugiere la futilidad de los placeres terrenales frente a la inevitabilidad del final.
El paisaje en sí mismo es desolador: árboles secos y retorcidos, edificios en ruinas y un mar oscuro y amenazante contribuyen a crear una atmósfera opresiva. En el fondo, se distingue una ciudad distante, posiblemente representando la civilización al borde del colapso.
Subyacentemente, la pintura parece ser una meditación sobre la mortalidad universal y la vanidad de los logros humanos. La muerte no discrimina: ricos y pobres, poderosos y humildes, todos sucumben a su poder. La abundancia de símbolos –monedas, instrumentos musicales, objetos religiosos– podría interpretarse como una crítica a la obsesión por las posesiones materiales y los placeres mundanos. Se percibe un fuerte mensaje moralizante sobre la brevedad de la vida y la importancia de prepararse para el juicio final. La obra no solo documenta la muerte física, sino que también alude a la decadencia espiritual y la fragilidad del orden social.