Isaac Ilyich Levitan – Evening shadows. 1891-1894
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Comentarios: 3 Ответы
Восхитительно!
Что то из детства вспомнилось. Запах земли вспаханной, утренние солнце а трава слегка мокрая. свежо, легко. Охота прилечь у не большого деревца.
А на траве зелёной кружевной,
Что спряталась от зноя в тень и дышит,
Блаженство, рай, холодный шёлк живой
И солнца луч играет в кронах рыжий...
В аллеях парковых, как белая метель -
Пух тополиный ветер кружит летний,
И крутит, крутит белую кудель,
Разносит, собирает словно сплетни.
И квакают лягушки на пруду,
Зелёные, весёлые, как лето.
Играем, наблюдаем чехарду -
Шесть уровней земных приоритетов.
© Copyright: Валентина Пальчик – Фурсова, 2016
Свидетельство о публикации №116062606647
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La obra presenta una vasta extensión de terreno rural bajo una luz crepuscular. El primer plano está dominado por un prado exuberante, pintado con una paleta vibrante de verdes que sugieren vitalidad y humedad. Se observa una ligera ondulación en el terreno, acentuada por las sombras alargadas que se proyectan desde los grupos de árboles dispersos a lo largo del lienzo.
Un curso de agua serpentea a través del prado, reflejando tenuemente la luz del cielo y actuando como un punto focal natural que guía la mirada hacia el horizonte. A la izquierda, una parcela de tierra labrada, con tonos marrones rojizos, contrasta notablemente con la frescura del verde circundante, insinuando la actividad humana y su impacto en el paisaje.
El fondo se compone de una línea arboleda densa que delimita el prado y se difumina hacia un cielo pálido, donde los últimos rayos de sol se mezclan con tonos rosados y azulados. La pincelada es suelta y expresiva, capturando la atmósfera efímera del atardecer y transmitiendo una sensación de calma y quietud.
Subtextos potenciales:
La pintura podría interpretarse como una reflexión sobre la relación entre el hombre y la naturaleza. El terreno cultivado sugiere un intento de control y ordenación por parte del ser humano, mientras que la inmensidad del prado y la fuerza de la luz natural evocan la primacía del mundo natural. La presencia de las sombras alargadas puede simbolizar el paso del tiempo y la inevitabilidad del cambio.
La atmósfera general de serenidad y melancolía podría aludir a una nostalgia por un pasado rural idealizado o a una contemplación sobre la fugacidad de la belleza natural. El contraste entre los tonos cálidos y fríos sugiere una dualidad inherente en el paisaje, donde la vida y la muerte, la actividad y el reposo coexisten en armonía. La obra no se centra en detalles específicos, sino que busca capturar la esencia poética del momento y evocar un estado emocional particular en el espectador.