Isaac Ilyich Levitan – Golden Autumn. 1896
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
Comentarios: 2 Ответы
МЕТАФИЗИКА ОСЕНИ
Осень
Элегии пишет не хуже, чем Оден.
Очень
Византизма в осени много.
Более! –
Куст напомнит
Неопалимую купину.
И сознанье наполнит
Счастьем сравненья, дав познать глубину.
Будут
Чуть позже, конечно, дожди,
До золота сильно охочи –
Чётко знаешь, что впереди:
Углем натёртые ночи.
От мутных рассветов улыбки не жди.
Горы
Арбузов везде продаются.
Зеленью взоры
Переполняют.
В лето уже не вернуться –
Люди отлично знают.
Грозди
Виноградного смысла.
Гости
Изучают на свете давно календарные числа.
Бросьте!
Грустить не надо,
К Новому году идём,
К сверканию снегопада.
Мёдом огни под вечер каждый наполнят дом.
хорошо
No se puede comentar Por qué?
En esta obra, el autor presenta una escena campestre dominada por los tonos dorados y ocres propios del otoño. El primer plano está ocupado por un montículo cubierto de vegetación en transición; se distinguen pinceladas sueltas que sugieren hierbas secas y arbustos bajos, con algunos árboles solitarios resaltando por sus hojas amarillas brillantes.
La mirada se dirige hacia un cuerpo de agua extenso, probablemente un lago o río, cuya superficie refleja la luz del cielo, creando un juego de azules y destellos plateados. A lo lejos, una línea de árboles con follaje rojizo delimita el horizonte, aportando profundidad a la composición. El cielo, aunque presente, no es el foco principal; se percibe como un espacio amplio y difuso, en tonos claros que contrastan sutilmente con la calidez terrenal del paisaje.
La pincelada es visible y expresiva, lo que sugiere una intención de capturar la atmósfera y las sensaciones más que los detalles precisos. La paleta cromática se centra en los colores cálidos del otoño –amarillos, naranjas, marrones– combinados con tonos fríos como el azul y el verde apagado.
Subtextualmente, la pintura evoca una sensación de melancolía y transición. El otoño, como estación, simboliza el declive y la preparación para el invierno; sin embargo, los colores dorados sugieren también belleza y plenitud antes del inevitable final. La soledad de los árboles solitarios y la vastedad del paisaje pueden interpretarse como una reflexión sobre la fugacidad de la vida y la naturaleza cíclica de la existencia. La obra no presenta figuras humanas ni elementos que indiquen actividad, lo que refuerza la idea de un espacio contemplativo y alejado del bullicio cotidiano; se trata más bien de una representación de la naturaleza en su estado puro, invitando a la reflexión sobre el paso del tiempo y la belleza efímera.