Morning Coffee Francois Boucher (1703-1770)
Francois Boucher – Morning Coffee
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Pintor: Francois Boucher
François Boucher fue considerado el pintor de la corte del rey durante el reinado de Luis XV. Se hizo famoso no sólo como pintor de talento, sino también como decorador. Boucher pintó paisajes, retratos y pastorales, plasmando en sus lienzos temas bíblicos y mitológicos. La joya de la colección del famoso pintor es el Desayuno. Aquí se dice que el autor representó a su familia, o tal vez el ideal de su familia.
Descripción del cuadro "Desayuno" de François Boucher
François Boucher fue considerado el pintor de la corte del rey durante el reinado de Luis XV. Se hizo famoso no sólo como pintor de talento, sino también como decorador. Boucher pintó paisajes, retratos y pastorales, plasmando en sus lienzos temas bíblicos y mitológicos.
La joya de la colección del famoso pintor es el Desayuno. Aquí se dice que el autor representó a su familia, o tal vez el ideal de su familia. Se representa a sí mismo, a su amada, a sus hijos y a su niñera comiendo. Los rostros de los adultos y los niños son felices, y se respira un ambiente familiar y acogedor en la sala.
El cuadro transmite la calidez de la relación entre los miembros de la familia ampliada, el bienestar, la alegría y el amor: la combinación de colores lo atestigua. Las tonalidades van de oscuras a suavemente cálidas, sumergiendo al espectador en la atmósfera de la vida cotidiana de aquellos años. Esta obra también demuestra la aptitud de Boucher para el diseño. Pintó meticulosamente todos los detalles del interior: el enorme espejo dorado, el antiguo reloj de pared, las delicadas patas de la mesa retorcidas, el hermoso servicio, las figuritas decorativas de las estanterías, los juguetes de los niños. Pero la vestimenta de los personajes representados en el lienzo es especialmente chic.
Las niñas están vestidas con diminutos vestidos de encaje y gorros. Las mujeres, por su parte, muestran un sentido del estilo y del gusto: incluso la enfermera va vestida de forma especialmente elegante.
El artista ha trabajado en cada detalle, haciendo que no sólo sea bonito, sino también significativo. La muñeca que está a los pies de la niña, los muebles, los objetos de las mesas y las estanterías. El Buda, por ejemplo, de pie sobre un atril da testimonio de la popularidad del arte chino en aquellos días.
La obra nos permite no sólo sentir el momento feliz tan vívidamente recordado por el autor, sino también conocer la forma de vida de aquellos años, el espíritu de aquella época y un cierto lujo, tan hábilmente transmitido por el genial creador.
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En el lienzo se observa una escena íntima que transcurre en el interior de un hogar burgués, presumiblemente durante las primeras horas del día. Cuatro figuras ocupan el espacio central: un hombre, dos mujeres y un niño pequeño. El hombre, vestido con una levita pálida, parece estar sirviendo o preparando café; su gesto sugiere atención y cuidado hacia los presentes.
Una de las mujeres, ataviada con un atuendo oscuro, se encuentra sentada, posiblemente dedicada a la lectura o a alguna labor delicada. Su postura denota cierta concentración y recogimiento. La otra mujer, vestida con una bata blanca y un chal rojo llamativo, está frente a una mesa pequeña donde se dispone café, tazas y otros objetos relacionados con el ritual de la bebida. A su lado, un niño pequeño, elegantemente vestido, observa atentamente las acciones de su madre o cuidadora.
El autor ha prestado especial atención al tratamiento de la luz, que incide sobre los rostros y ropajes de los personajes, creando contrastes suaves y resaltando la textura de las telas. El interior del hogar se caracteriza por una decoración refinada: un gran espejo ornamentado, un reloj en la pared, candelabros y muebles con detalles tallados. Estos elementos sugieren un ambiente de prosperidad y buen gusto.
Subtextos potenciales podrían apuntar a la representación de la vida familiar burguesa, donde el café no es solo una bebida, sino un símbolo de sociabilidad, confort y estatus social. La presencia del niño pequeño enfatiza los valores familiares y la importancia de la educación y el cuidado de las nuevas generaciones. El acto de servir o preparar el café podría interpretarse como una metáfora del rol masculino en el hogar, proveyendo y atendiendo a las necesidades de su familia. La lectura de la mujer sugiere un interés por la cultura y el conocimiento, elementos que también podrían asociarse con la clase social representada. En general, la pintura parece evocar una atmósfera de tranquilidad, armonía y bienestar material.