Norman Rockwell – Image 370
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En esta obra, el autor presenta una escena dinámica que captura un momento de tensión infantil. Tres niños son los protagonistas principales; uno de ellos, en primer plano, se encuentra siendo retenido por otro, mientras intenta avanzar hacia lo que parece ser un cuerpo de agua. La expresión facial del niño que busca ir a nadar denota frustración y determinación, con ojos abiertos y una boca ligeramente entreabierta como si estuviera protestando o suplicando.
El segundo niño, el que lo detiene, exhibe una actitud firme, casi desafiante, sujetándolo por los brazos. Su mirada está dirigida hacia adelante, posiblemente enfocada en un punto fuera del cuadro que justifica su acción. Un tercer niño, situado a la izquierda, observa la escena con curiosidad o expectación, aunque su rostro no revela completamente sus pensamientos.
La composición es notablemente equilibrada, con las figuras entrelazadas creando una sensación de movimiento y conflicto. El niño que intenta ir a nadar está vestido con un traje de baño oscuro y lleva consigo lo que parece ser una toalla enrollada y un par de zapatos. Un perro, ubicado en la parte inferior del cuadro, participa activamente en el suceso, mordiendo la pierna del niño que busca avanzar, reforzando la idea de impedimento.
El cartel con la inscripción “No Swimming” (Prohibido Nadar) es un elemento crucial. Sugiere una regla o advertencia que los niños están desafiando o intentando evadir. La presencia de este cartel introduce una subtexta relacionada con la transgresión, la rebeldía y el deseo infantil de explorar límites.
La pintura podría interpretarse como una metáfora sobre la lucha entre la libertad individual y las restricciones impuestas por la autoridad o las normas sociales. El acto de querer nadar representa un anhelo de aventura y autonomía, mientras que la oposición de los otros niños y del perro simboliza las fuerzas que intentan contener ese deseo. La escena, en su conjunto, evoca una sensación de inocencia perdida y el inevitable choque con la realidad de las reglas y responsabilidades. El entorno natural, representado por la vegetación y el cielo claro, contrasta con la intensidad emocional de los personajes, acentuando la importancia del conflicto interno que se desarrolla.