img684 Amedeo Modigliani (1884-1920)

Análisis del retrato
En este óleo sobre lienzo se presenta la figura de una mujer retratada de medio cuerpo y frontalmente. La composición es sobria; el personaje ocupa casi toda la extensión vertical del cuadro, con un fondo difuso que sugiere un espacio interior. El autor ha empleado una paleta cromática restringida, dominando los tonos oscuros –negros, verdes apagados y ocres– que confieren a la obra una atmósfera melancólica y contenida.
La mujer viste un traje oscuro de corte sencillo, con un cuello blanco ligeramente abierto. Sus manos se encuentran entrelazadas frente al cuerpo, transmitiendo una actitud reservada e introspectiva. El rostro es alargado, con rasgos angulosos y una mirada directa que resulta intensa pero distante. Los ojos, almendrados y de color claro, son el punto focal del retrato; su expresión no revela emociones evidentes, sino más bien una cierta frialdad o resignación.
La pincelada es visible y deliberadamente poco pulida, lo que acentúa la sensación de crudeza y realismo. El modelado del rostro y las manos se logra mediante el uso de luces y sombras sutiles, pero sin llegar a un detallismo excesivo. La figura no está idealizada; al contrario, parece reflejar una cierta fragilidad o vulnerabilidad.
A su derecha, se observa un pequeño mueble de madera rojiza sobre el cual descansa un objeto que podría ser un florero con algunas flores marchitas. Este elemento introduce un toque de intimidad y sugiere la presencia de la vida cotidiana, aunque también puede interpretarse como un símbolo de decadencia o pérdida.
La obra transmite una sensación de soledad y aislamiento. La mujer parece estar inmersa en sus propios pensamientos, ajena al espectador. El fondo indefinido y los tonos oscuros contribuyen a crear una atmósfera opresiva y misteriosa. Se intuye una cierta tensión psicológica en el personaje, como si estuviera ocultando algo o enfrentando un conflicto interno. La simplicidad de la composición y la sobriedad cromática enfatizan la importancia de la figura humana y su estado emocional. El retrato podría interpretarse como una reflexión sobre la condición femenina, la introspección y la búsqueda de identidad en un contexto social incierto.