Giorgio Vasari – Massacre of Coligny and the Huguenots on Saint Bartholomew’s Day, 24 August 1572
Ubicación: Vatican Museums (fresco) (Musei Vaticani (murales)), Vatican.
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
La composición presenta una escena de violencia extrema desplegada en un espacio arquitectónico que sugiere una plaza urbana renacentista. El autor concentra la atención del espectador en un grupo central de figuras involucradas en un ataque brutal. Se observa a hombres siendo agredidos, algunos ya yacen heridos o muertos en el suelo, mientras otros son atacados con espadas y otras armas. La multitud que rodea la acción es densa y variada; se distinguen individuos con vestimentas elegantes, posiblemente pertenecientes a clases sociales más elevadas, mezclándose con personas de atuendos más humildes.
El dinamismo de la escena se acentúa mediante gestos exagerados y posturas retorcidas que transmiten pánico, agonía y furia. La paleta cromática es rica pero sombría, dominada por tonos terrosos, rojos oscuros y ocres, lo cual refuerza la atmósfera trágica y sangrienta del acontecimiento representado.
En el fondo, se vislumbra una estructura arquitectónica imponente con un edificio central coronado por una cúpula, que podría simbolizar el poder o la autoridad. Sobre esta construcción, aparece una figura angelical en el cielo, lo cual introduce un elemento de ambigüedad: ¿representa una intervención divina, una condena moral o simplemente un testigo celestial?
La pintura parece documentar un acto de persecución y exterminio. La presencia de cuerpos inertes y la agresividad manifiesta sugieren un evento de carácter político o religioso. El contraste entre el entorno renacentista, símbolo de orden y armonía, y la brutalidad del ataque plantea una reflexión sobre la fragilidad de la civilización y la facilidad con que puede sucumbir a la violencia sectaria. La diversidad en las vestimentas de los atacantes y las víctimas insinúa un conflicto interno, posiblemente entre diferentes facciones o creencias dentro de una misma sociedad. El autor parece enfatizar no solo el acto violento en sí mismo, sino también la complicidad y la indiferencia de quienes observan sin intervenir.