Sick Girl Edvard Munch (1863-1944)
Edvard Munch – Sick Girl
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Pintor: Edvard Munch
Este cuadro fue la primera obra maestra de Edvard Munch, expuesta en 1886, pero al principio no obtuvo reconocimiento. Críticos y espectadores reprocharon a Munch lo injusto de la obra, así como lo inacabado y tosco de la composición. En sus ensayos, los escritores publicaron muchas críticas negativas e incluso airadas de los espectadores de la exposición. Sólo medio siglo más tarde la pintura fue aceptada por el pueblo y pasó a formar parte del mundo del arte. Munch se sintió muy atraído por ella, pero también se inspiró en el tema de la muerte.
Descripción del cuadro de Edvard Munch "La niña enferma
Este cuadro fue la primera obra maestra de Edvard Munch, expuesta en 1886, pero al principio no obtuvo reconocimiento. Críticos y espectadores reprocharon a Munch lo injusto de la obra, así como lo inacabado y tosco de la composición. En sus ensayos, los escritores publicaron muchas críticas negativas e incluso airadas de los espectadores de la exposición. Sólo medio siglo más tarde la pintura fue aceptada por el pueblo y pasó a formar parte del mundo del arte.
Munch se sintió muy atraído por ella, pero también se inspiró en el tema de la muerte. El dolor personal tras la pérdida de su hermana mayor, Sophie, que falleció de tuberculosis, fue el impulso que le llevó a crear un cuadro llamado La niña enferma.
La imagen es conmovedora y sentimental. Los personajes del cuadro son una mujer mayor y una niña que parece enferma. La mujer, tal vez ofreciendo oraciones desesperadas al cielo, sostiene la mano del frágil niño. El pelo rojo brillante de la chica, medio tirado sobre una almohada, acentúa el color malsano de su piel. Un ligero resplandor emana de ella, representando su inminente paso al otro mundo.
Aunque hay colores vivos en el lienzo que animan su aspecto, en general la obra de Munch causa una impresión bastante pesada. Los numerosos colores oscuros sugieren pensamientos trágicos de una muerte inminente y cercana.
A pesar de la penumbra de la habitación y del entorno en general, los ojos de la enferma no expresan dolor ni miedo. Su mirada está llena de humildad y serenidad, tal vez no entiende lo que está a punto de sucederle. Esto hace que el espectador empatice con el sufrimiento del desafortunado paciente.
Munch representó a la niña enferma de este cuadro como una niña real, que vio por casualidad. Sólo tenía 11 años, pero le llamó la atención la bondad y la compasión por su hermano enfermo de la que era capaz una criatura tan joven.
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Comentarios: 1 Ответы
У постели больного
Жизнь идет по иному.
Глядя в очи родные,
Где страданье застыло,
От бессилья заплачешь,
Что теперь мало значишь,
Что помочь ты не можешь,
Лишь с улыбкой сквозь слёзы
Скажешь доброе слово.
А самой так хр....!
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En esta obra, el autor presenta una escena íntima y sombría que se desarrolla en lo que parece ser un interior doméstico. Observamos a dos figuras femeninas: una joven recostada en un lecho, presumiblemente enferma, y otra mujer sentada a su lado. La paleta cromática es apagada, dominada por tonos verdosos oscuros, grises y marrones, lo que contribuye a crear una atmósfera de melancolía y fragilidad.
La figura acostada se distingue por sus cabellos rojizos y un rostro pálido, aunque parcialmente oculto por la posición en la cama y el uso de pinceladas difusas. Su mirada, dirigida hacia abajo, sugiere abatimiento o resignación. La mujer sentada, vestida de negro, mantiene la cabeza inclinada, concentrada en sus manos que sostienen un objeto pequeño –posiblemente una prenda de vestir o un accesorio personal– y su postura denota preocupación y cuidado.
La luz es tenue e irregular, enfocándose principalmente sobre las figuras y dejando el resto del espacio envuelto en sombras. Esta iluminación selectiva acentúa la sensación de aislamiento y vulnerabilidad. La pincelada es rápida y expresiva, con texturas marcadas que transmiten una impresión de inestabilidad emocional.
Subyacentemente, la pintura evoca temas como la enfermedad, el sufrimiento, la muerte y la relación entre cuidadora y paciente. El color negro en el atuendo de una de las figuras puede interpretarse como un presagio o símbolo de luto. La intimidad del espacio y la ausencia de elementos distractores concentran la atención del espectador en la condición física y emocional de la joven enferma, así como en la angustia silenciosa de quien vela por ella. La composición, con las figuras apretadas en el encuadre, refuerza la idea de un momento crítico y delicado, donde la cercanía física no necesariamente implica consuelo o alivio.