Kramskoi Meditator Ivan Kramskoy (1837-1887)
Ivan Kramskoy – Kramskoi Meditator
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Pintor: Ivan Kramskoy
Entre 1870 y 1880, el artista pinta una serie de cuadros en los que representa, con una habilidad inusual, a personas bastante corrientes (campesinos) que viven su propia vida, llena de emociones especiales. Vemos a un campesino de pie en un camino cubierto de nieve en el bosque. Lleva un viejo caftán y fideos tradicionales. Tiene las manos metidas en las mangas y todo su aspecto revela que tiene mucho frío.
Descripción del cuadro de Ivan Kramskoi El Contemplativo
Entre 1870 y 1880, el artista pinta una serie de cuadros en los que representa, con una habilidad inusual, a personas bastante corrientes (campesinos) que viven su propia vida, llena de emociones especiales.
Vemos a un campesino de pie en un camino cubierto de nieve en el bosque. Lleva un viejo caftán y fideos tradicionales. Tiene las manos metidas en las mangas y todo su aspecto revela que tiene mucho frío. Entonces, ¿por qué ha dejado de hacerlo? La razón es que está pensando en algo.
Kramskoy concibió este cuadro en 1870. Se cree que Tretiakov dio al cuadro su título actual.
¿Qué contempla el héroe? Quizás la naturaleza, o quizás su vida familiar. ¿En qué piensa el campesino? Sobre su propia pobreza y hambre, sobre la ira que le espera en casa. No nos importa quién es el campesino. No es eso lo que sorprende. Está muy alejado de todo lo que le rodea. El personaje está completamente absorto en sí mismo. Antes de Kramskoi, no existía nada parecido.
El hombre se queda pensando. ¿Sobre qué? Tal vez no se conozca a sí mismo. Se preocupa por las propias impresiones del estado en que se encontraba en el proceso de su propia contemplación asombrosa.
Kramskoy retrató no sólo un personaje increíblemente complejo, sino todo un tipo de plan social. Se trata de un tipo de contemplación netamente ruso, que necesariamente dio lugar a personajes increíblemente fuertes que a menudo ocultaban su conflicto con la realidad, escondiéndolo bajo una aparente falta de pretensiones.
Los contemplativos eran el grueso de los silenciosos, pero tarde o temprano su ira se desbordaría.
Incluso hoy en día hay muchos contemplativos entre la gente, aunque con el tiempo han llegado a tener un aspecto diferente. Todavía no se han dado a conocer. Hasta ahora sólo han absorbido todo lo que ocurre en el mundo. Pronto será el tiempo de los contemplativos modernos.
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En el lienzo se observa a un hombre de pie en medio de un paisaje invernal. La figura central está vestida con ropas modestas y abrigadoras: una chaqueta gruesa con piel, pantalones oscuros y botas robustas. Sobre su cabeza lleva un gorro de tela que sugiere un ambiente rural o campesino. Sus brazos están cruzados sobre el pecho, y sostiene un pañuelo en sus manos; esta postura denota cierta introspección o reserva.
El rostro del personaje se presenta con una expresión serena, aunque ligeramente melancólica. Su mirada parece perdida en la distancia, lo que refuerza la idea de reflexión profunda. La luz incide sobre su cara y el torso, destacándolo del entorno sombrío.
El fondo está compuesto por un bosque desnudo, cubierto de nieve. Los árboles sin hojas y los tonos apagados evocan una sensación de frío, soledad y quietud. El camino que se vislumbra sugiere un viaje o una búsqueda personal. La pincelada es suelta y expresiva, lo que contribuye a crear una atmósfera íntima y contemplativa.
La composición general transmite una fuerte impresión de aislamiento y recogimiento. Se intuye una preocupación interna en el personaje, posiblemente relacionada con cuestiones existenciales o morales. El entorno natural no se presenta como un espacio idílico, sino más bien como un reflejo del estado emocional del protagonista. La obra podría interpretarse como una representación de la lucha interior, la búsqueda de sentido o la contemplación de la condición humana frente a la inmensidad de la naturaleza. Existe una tensión entre el individuo y su entorno, donde la soledad se convierte en un catalizador para la reflexión.