Vladimir Borovikovsky – Portrait of Elena Alexandrovna Naryshkina
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
En este óleo, se presenta a una joven de la alta sociedad, retratada hasta la cintura y con un ligero giro hacia el espectador. La figura central es una mujer de tez clara, cabello castaño rojizo abundantemente rizado y ojos claros que establecen contacto directo con quien observa la obra. Su expresión facial es serena, casi melancólica, aunque sutilmente enigmática.
La vestimenta de la retratada sugiere un estatus elevado. Viste un vestido blanco de corte clásico, con mangas recogidas y un corpiño delicadamente adornado con perlas. Un pañuelo azul pálido se ciñe a su figura, aportando contraste cromático y enfatizando la suavidad de las líneas del cuerpo.
El fondo es difuso, insinuando una naturaleza exuberante: árboles y follaje que crean una atmósfera bucólica y apacible. A la izquierda, un jarrón con rosas rosadas introduce un elemento naturalista y simbólico; las flores, tradicionalmente asociadas a la belleza, el amor y la fugacidad de la vida, podrían aludir a la juventud y encanto de la retratada.
La iluminación es suave y uniforme, destacando los rasgos del rostro y la textura de la piel. El uso de sombras sutiles modela la figura, otorgándole volumen y profundidad. La composición se centra en la figura humana, minimizando elementos distractores y dirigiendo la atención hacia la expresión y el porte de la joven.
Subtextos potenciales:
La pose relajada pero digna, junto con la mirada directa, sugieren una confianza en sí misma y un cierto grado de poder social. La presencia del pañuelo azul podría interpretarse como un símbolo de nobleza o lealtad. El entorno natural evoca un ideal de belleza clásica y armonía, posiblemente reflejando los valores estéticos de la época. En general, el retrato parece transmitir una imagen de refinamiento, elegancia y distinción social, aunque con un toque de introspección que añade complejidad a la representación. La obra podría ser una declaración de identidad o un intento de preservar la memoria de una figura importante dentro de su círculo social.