Vladimir Borovikovsky – Portrait of an unknown woman in a white dress with a blue belt
Ubicación: State Russian Museum, St. Petersburg (Государственный Русский Музей).
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
En este óleo sobre lienzo se presenta el busto de una mujer joven, capturada en un momento de aparente serenidad. La figura ocupa la mayor parte del espacio pictórico, con un fondo neutro y oscuro que enfatiza su presencia. La iluminación, suave pero definida, modela sus facciones y resalta el blanco impoluto de su vestido.
La mujer viste una prenda sencilla, de corte neoclásico, caracterizada por su blancura y la ausencia de ornamentación excesiva. Un cinturón azul intenso marca la cintura, introduciendo un contraste cromático que atrae la mirada. Su cabello, recogido en rizos voluminosos y adornado con una fina banda dorada, sugiere un cierto estatus social, aunque no ostentoso.
Su mirada es directa al espectador; no obstante, carece de intensidad o desafío. La leve sonrisa esbozada en sus labios transmite una sensación de calma y modestia. La postura relajada, con las manos suavemente entrelazadas, refuerza esta impresión de tranquilidad.
El uso del color se limita a una paleta sobria: los tonos ocres y marrones del fondo contrastan con el blanco del vestido y el azul del cinturón. Esta restricción cromática podría indicar un deseo de enfatizar la pureza y la virtud de la retratada, o bien, reflejar las convenciones estéticas de la época en que fue realizado.
La composición es equilibrada y simétrica, lo cual contribuye a una sensación de armonía y estabilidad. Sin embargo, la falta de elementos contextuales –un paisaje, objetos personales, un interior rico– sugiere que el propósito principal del retrato no era documentar la identidad o las posesiones de la mujer, sino más bien capturar su belleza idealizada y su carácter interior.
Se intuye una cierta ambigüedad en la representación. La ausencia de información sobre su vida o posición social invita a la especulación. La imagen podría ser un ejemplo del retrato burgués emergente, donde se buscaba representar a individuos sin necesidad de ostentar símbolos de nobleza, o bien, podría tratarse de una figura perteneciente a la aristocracia que opta por una representación más discreta y refinada. La mirada tranquila y el vestido sencillo podrían interpretarse como un reflejo de los valores morales de la época: modestia, virtud y recato.