Oak trees. Evening Ivan Ivanovich Shishkin (1832-1898)
Ivan Ivanovich Shishkin – Oak trees. Evening
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Pintor: Ivan Ivanovich Shishkin
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
Shishkin es generalmente famoso por sus cuadros que representan el bosque ruso en cualquier época del año. Pero al artista le gustaba más pintar los robles y los pinos. Valoraba a los primeros por su potencia radiante, mientras que los segundos atraían a Shishkin por su elegancia y refinamiento. El cuadro "Los robles" es una obra de madurez de Shishkin. Se creó en 1887. Pintó en el parque de Dubki, cerca de San Petersburgo. En el primer plano del cuadro hay tres robles.
Descripción del cuadro Los robles de Ivan Shishkin
Shishkin es generalmente famoso por sus cuadros que representan el bosque ruso en cualquier época del año. Pero al artista le gustaba más pintar los robles y los pinos. Valoraba a los primeros por su potencia radiante, mientras que los segundos atraían a Shishkin por su elegancia y refinamiento.
El cuadro "Los robles" es una obra de madurez de Shishkin. Se creó en 1887. Pintó en el parque de Dubki, cerca de San Petersburgo.
En el primer plano del cuadro hay tres robles. Se puede decir que estos magníficos árboles sostienen toda la composición. Todo lo demás sólo sirve de fondo, una especie de marco para los árboles-gigantes.
Los troncos de los robles están dibujados con una precisión y un cuidado asombrosos. Aquí se pueden ver fácilmente las pequeñas rugosidades de la corteza y las curvas de las ramas. Los árboles parecen tan reales que dan ganas de tocarlos. Quieres sentir el calor de los robles centenarios contra tu piel.
Sí, tres árboles ocupan la parte central de la composición, pero, a pesar de ello, la imagen no da la impresión de ser algo masivo y prepotente. A través de los troncos de los robles se puede ver el borde donde también crecen árboles. La imagen de un cielo azul claro, casi blanco, sin una sola nube, aporta mucha luz al lienzo.
El horizonte va en diagonal hacia abajo, creando la impresión de vida y dinamismo. Este mismo movimiento se repite en la imagen del camino en la esquina inferior derecha del lienzo. Las ramas de los robles centrales apuntan en la misma dirección, hacia la derecha. Shishkin equilibra el macizo de bosques del fondo a la izquierda.
No hay ninguna imagen del sol en el cuadro, pero el lienzo está literalmente impregnado de luz solar. Esta sensación se consigue mediante el juego de luces y sombras, las transiciones de color más sutiles. Muchos expertos señalan que "Los robles" es una nueva etapa en la obra de Shishkin, otra cima de su habilidad. En esta obra es capaz de transmitir la atmósfera de la naturaleza salvaje a su manera, sin perder su talento para el dibujo detallado.
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Comentarios: 1 Ответы
Красиво очень.
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La obra presenta una arboleda densa dominada por robustos robles en un momento crepuscular. El autor ha concentrado su atención en los troncos de estos árboles, que se elevan verticalmente y ocupan gran parte del espacio pictórico. La luz tenue, presumiblemente del atardecer, incide oblicuamente sobre las cortezas, resaltando sus texturas rugosas y variadas tonalidades ocres, grises y marrones.
El follaje, aunque abundante, se difumina en la penumbra, sugiriendo una profundidad considerable dentro del bosque. La pincelada es suelta y vibrante, especialmente visible en las hojas y la hierba del primer plano, lo que aporta dinamismo a la composición. Se aprecia un uso intencionado de contrastes lumínicos para definir los volúmenes y crear una atmósfera envolvente.
Más allá de la representación naturalista, la pintura parece evocar una sensación de quietud y melancolía. La monumentalidad de los árboles podría interpretarse como un símbolo de resistencia y longevidad frente al paso del tiempo. El ambiente crepuscular sugiere el fin de un ciclo, quizás asociado a la reflexión sobre la fugacidad de la vida o la inevitabilidad del cambio.
La ausencia de figuras humanas o animales centra la atención en la naturaleza misma, otorgándole una presencia casi sagrada. La composición, aunque aparentemente sencilla, está cuidadosamente equilibrada, con los troncos principales actuando como ejes verticales que estructuran el espacio y guían la mirada del espectador hacia el fondo del bosque. Se intuye un cierto dramatismo en la forma en que la luz se desvanece, insinuando una transición entre la claridad diurna y la oscuridad nocturna.