Gustav Klimt – Moving Water
Ubicación: Galerie Belvedere, Wien.
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ГЕНІАЛЬНИЙ ХУДОЖНИК,, Я ДАВНО ЗАХОПЛЮЮСЯ ОРИГІНАЛЬНИМ БАЧЕННЯМ ТЕХНІКОЮ І КЛІМТА.. НАДЗВИЧАЙНО ЧУТТЄВИЙ І ВИТОНЧЕНИЙ І ДУЖЕ ПОЕТИЧНИЙ МАЕСТРО ГУСТАВ КЛІМТ...
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La obra presenta una composición dinámica centrada en figuras humanas parcialmente desnudas, sumergidas en un entorno ambiguo que sugiere movimiento y fluidez. Se distinguen al menos tres cuerpos femeninos, representados con pinceladas sueltas y texturas vibrantes que difuminan los contornos precisos.
El autor ha empleado una paleta de colores terrosos – ocres, marrones y tonos rojizos – contrastando con áreas más claras y frías en las figuras, lo cual acentúa la sensación de volumen y plasticidad. La luz parece provenir de una fuente indeterminada, creando sombras alargadas que contribuyen a la atmósfera onírica y misteriosa.
Las posturas de las figuras evocan un estado de ingravidez o suspensión, como si flotaran en el agua o se desplazaran en un espacio etéreo. La figura más cercana al espectador está tendida diagonalmente, con una posición que sugiere tanto vulnerabilidad como abandono. Las otras dos figuras parecen interactuar entre sí, aunque la falta de detalles concretos impide determinar la naturaleza precisa de su relación.
El fondo es igualmente difuso y abstracto, compuesto por manchas de color que recuerdan reflejos acuáticos o formas orgánicas indefinidas. Esta ausencia de un contexto espacial claro intensifica la sensación de atemporalidad y universalidad.
Subtextualmente, la pintura podría interpretarse como una exploración del cuerpo femenino en relación con los elementos naturales – el agua, el aire, la tierra – y su capacidad para transformarse y adaptarse. La representación de las figuras desnudas no parece tener un carácter puramente erótico, sino más bien simbólico, aludiendo a temas como la fertilidad, la sensualidad o la conexión primordial con la naturaleza.
La fluidez de las formas y la paleta cromática cálida sugieren una atmósfera de intimidad y contemplación, invitando al espectador a reflexionar sobre la belleza efímera del cuerpo humano y su relación con el mundo que lo rodea. La obra se aleja de una representación realista para adentrarse en un terreno más subjetivo y emocional, donde las sensaciones y los estados de ánimo prevalecen sobre la descripción objetiva de la realidad.