Seascape at Saintes-Maries Vincent van Gogh (1853-1890)
Vincent van Gogh – Seascape at Saintes-Maries
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Pintor: Vincent van Gogh
Ubicación: Van Gogh Museum, Amsterdam.
El cuadro "Paisaje marino en Saint Marie" fue pintado por Van Gogh en junio de 1888 a orillas del mar Mediterráneo del pueblo pesquero de Saint Marie. El mar inspiró al gran pintor y el periodo de Arles de Van Gogh se identifica con una serie de cuadros dedicados a la belleza marítima. En esa época hizo muchos bocetos y estudios del natural. Incluso en una carta a su hermano Theodore, Vincent hablaba del mar y comparaba su color cambiante con el de la caballa, ya que también está en constante estado de cambio: "ahora es verde, ahora es morado; parece azul, en un momento se vuelve gris o rosa. En "Paisaje marino de Saint-Marie", Van Gogh intentó representar la propia variabilidad cromática del mar.
Descripción del cuadro de Vincent Willem van Gogh "Paisaje marino en Saint Marie".
El cuadro "Paisaje marino en Saint Marie" fue pintado por Van Gogh en junio de 1888 a orillas del mar Mediterráneo del pueblo pesquero de Saint Marie. El mar inspiró al gran pintor y el periodo de Arles de Van Gogh se identifica con una serie de cuadros dedicados a la belleza marítima. En esa época hizo muchos bocetos y estudios del natural.
Incluso en una carta a su hermano Theodore, Vincent hablaba del mar y comparaba su color cambiante con el de la caballa, ya que también está en constante estado de cambio: "ahora es verde, ahora es morado; parece azul, en un momento se vuelve gris o rosa.
En "Paisaje marino de Saint-Marie", Van Gogh intentó representar la propia variabilidad cromática del mar. El artista tejió una paleta de azul, verde y naranja, cuya transición de uno a otro recrea extraordinarios matices de color. En cada resplandor, se percibe la vida, se oye el sonido del oleaje. Van Gogh acentuó claramente las olas y la inmensidad del mar, fundiéndose en un todo único en el horizonte con el cielo.
Amaba el mar y trataba con cada pincelada de transmitir el realismo de sus sentimientos, lo que le hacía el mar Mediterráneo cada minuto inimitable.
El artista logró transmitir la belleza inigualable del mar y la constancia de su movimiento.
En el primer plano, representa las enormes crestas de las olas, mientras que el acento principal de la composición lo pone un pequeño barco de pesca, que las olas han inclinado hacia un karma. Con ello, ha puesto de relieve una vez más el movimiento infinito del mar.
Van Gogh pintó su firma en rojo, lo que no era típico de él. La razón era que quería mantener el contraste con el verde del agua.
Hoy el cuadro Paisaje marino en Saint-Marie se encuentra en el Museo de Arte Van Gogh de Ámsterdam.
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Comentarios: 1 Ответы
Живое море! движение!
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La obra presenta una escena marina dominada por un cielo amplio y agitado, con nubes que sugieren movimiento y variabilidad atmosférica. El horizonte se sitúa bajo, enfatizando la extensión del mar y el primer plano ocupado por las olas.
El agua es representada con pinceladas vigorosas y empastadas en tonos azules y verdes, creando una sensación de dinamismo y fuerza. Las crestas de las olas están delineadas con blanco, resaltando su espuma y potencia. La textura pictórica es notablemente densa, casi escultórica en algunas áreas, lo que transmite la materialidad del agua y el viento.
En la distancia, se observan tres embarcaciones a vela. El barco más cercano, de color oscuro, se dirige hacia el espectador, mientras que los otros dos parecen alejarse, difuminándose en la lejanía. La presencia de estos barcos introduce un elemento humano en la vastedad del paisaje marino, aunque su tamaño reducido subraya la insignificancia del hombre frente a las fuerzas naturales.
La paleta cromática es predominantemente fría, con azules y verdes que evocan la inmensidad y el misterio del océano. Sin embargo, los toques de blanco en las olas y el cielo añaden luminosidad y contraste.
Se puede inferir una reflexión sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza. La pintura no se limita a representar un paisaje costero; parece explorar la fragilidad de la existencia humana ante la inmensidad del mar, su poder implacable y su belleza salvaje. El movimiento constante del agua y las nubes sugiere la transitoriedad de la vida y la inevitabilidad del cambio. La soledad de los barcos en el horizonte podría interpretarse como una metáfora de la condición humana, aislada en un universo vasto e indiferente.