El origen del sistema fabril y el fin del trabajo a domicilio
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La transición del trabajo manual a la producción mecanizada marcó un cambio radical en la historia de la humanidad. Antes de la llegada de las primeras fábricas, la producción de telas, herramientas y artículos para el hogar se dispersaba entre hogares rurales y pequeños talleres. Este sistema, conocido como manufactura a domicilio o dispersa, permitía a los trabajadores marcar su propio ritmo. Un tejedor podía detenerse para atender el jardín o posponer un pedido por circunstancias familiares. El tiempo se medía por el amanecer y las campanas de la iglesia, no por el segundero.
La invención de la máquina de hilar hidráulica por parte de Richard Arkwright requirió la concentración de la producción en un solo lugar. Las enormes ruedas hidráulicas requerían que los edificios se ubicaran cerca de ríos de caudal rápido. Las máquinas eran demasiado grandes y costosas para instalarlas en las cabañas de los campesinos. Surgió la necesidad de estructuras especialmente diseñadas capaces de albergar el voluminoso equipo y a los cientos de personas necesarias para operarlo. Así nació la fábrica, el lugar donde los humanos se convirtieron por primera vez en apéndices de la maquinaria.
Los primeros edificios industriales del valle de Derwent, en Inglaterra, se asemejaban más a prisiones o barracones que a lugares de trabajo. Los gruesos muros y las pequeñas ventanas, esenciales para conservar el calor y la humedad en el procesamiento del algodón, creaban un espacio reducido. La arquitectura se subordinaba a la lógica del proceso de producción. Los pisos eran bajos, y el espacio estaba ocupado por ejes giratorios y correas que transmitían la energía desde la rueda hidráulica central a las máquinas.
Los trabajadores, acostumbrados a una relativa libertad, percibían la fábrica como una prisión. Los dueños se veían obligados a recurrir a métodos rigurosos para reclutar y retener mano de obra. A menudo, los primeros trabajadores contratados eran vagabundos, huérfanos de orfanatos y campesinos empobrecidos expulsados de sus tierras por el cercamiento. Para ellos, cruzar las puertas de la fábrica significaba romper por completo con su anterior modo de vida y someterse a la voluntad de otros.
La arquitectura de la supervisión y la disciplina del tiempo
La organización espacial de las fábricas no solo cumplía fines tecnológicos, sino también el objetivo de un control total. Jeremy Bentham propuso el concepto del Panóptico, una solución arquitectónica que permitía a un solo supervisor observar a numerosos prisioneros sin ser visto. Aunque las fábricas no replicaban literalmente esta forma, el principio de transparencia y visibilidad se volvió fundamental. Largas hileras de telares permitían a los artesanos ver cada movimiento del hilandero o el tejedor. Cualquier pausa, conversación o ralentización se registraba al instante.
El tiempo se convirtió en una mercancía y un instrumento de coerción. Los ciclos naturales fueron reemplazados por el tiempo mecánico de los relojes. El silbato o la campana de la fábrica se convirtieron en el principal regulador de la vida de comunidades enteras. Llegar unos minutos tarde se castigaba con una multa equivalente a medio día de salario o incluso a un día completo. En algunas fábricas, los relojes se atrasaban deliberadamente: se adelantaban por la mañana, obligando a la gente a llegar antes, y se atrasaban por la tarde, prolongando la jornada laboral sin pago adicional. A menudo se les prohibía a los trabajadores usar sus propios relojes, por lo que no podían cuestionar el cronómetro de la fábrica.
La disciplina se mantenía mediante un sistema de multas y castigos corporales. Las listas de infracciones eran largas y absurdas para los estándares actuales. Se imponían multas por hablar, cantar, silbar, abrir una ventana, abandonar un espacio de trabajo sucio e ir al baño sin permiso. El castigo con rublos era la forma más efectiva de doblegar la voluntad de los campesinos de antaño, acostumbrados a la independencia. Los dueños de las fábricas afirmaban que una disciplina estricta era necesaria para la seguridad de la producción y la calidad de los productos, pero en realidad, era un mecanismo para convertir a la gente en engranajes obedientes.
La mecánica del trabajo infantil
El capítulo más oscuro de la industrialización temprana fue la explotación infantil. Los dueños de las fábricas textiles preferían contratar niños de tan solo 5 o 6 años por diversas razones. Su trabajo valía una fracción del de los hombres adultos. Sus pequeños dedos podían penetrar fácilmente las piezas apretadas de las máquinas para atar un hilo roto o retirar un trozo de algodón atascado. Su docilidad facilitaba su control mediante el miedo.
Existía una categoría de niños estudiantes proporcionados por orfanatos parroquiales. Estos "esclavos blancos" firmaban contratos de servidumbre por deudas hasta la edad adulta. Vivían en barracones de fábricas, durmiendo por turnos en los mismos catres que nunca se enfriaban. Su dieta consistía en gachas aguadas y pan negro. Quienes escapaban eran severamente castigados: los niños eran encadenados, golpeados y recluidos en régimen de aislamiento.
El trabajo de los "remendadores" (atados de hilo) y los "recolectores de basura" (recolectores de basura bajo las máquinas en movimiento) era mortal. Los recolectores de basura tenían que arrastrarse bajo la maquinaria en movimiento, recogiendo pelusas y residuos para evitar que obstruyeran los componentes. Un movimiento en falso podía resultar en la pérdida de una extremidad o la descamación del cuero cabelludo. La fatiga provocaba pérdida de concentración, especialmente al final de turnos de 12 a 16 horas. Los niños se dormían mientras caminaban, caían sobre las máquinas y se lesionaban. Los supervisores recorrían los talleres con cinturones o palos, golpeando a los niños por la más mínima infracción o simplemente para mantenerlos despiertos.
Las estadísticas oficiales de la época mostraban cifras alarmantes de mortalidad y lesiones infantiles. Sin embargo, los dueños de fábricas y muchos economistas defendían esta práctica. El argumento se basaba en la idea de que el trabajo salvaba a los niños del hambre y de los vicios de la ociosidad. Se creía que la exposición temprana al trabajo fomentaba la productividad de la sociedad. Solo décadas después, la opinión pública comenzó a cambiar, influenciada por los informes de las comisiones parlamentarias y los testimonios médicos.
Fisiología del agotamiento y enfermedades profesionales
Las condiciones dentro de las fábricas eran catastróficas para la salud de personas de todas las edades. Se requerían altas temperaturas y humedad en las salas de hilado de algodón para evitar que los hilos se rompieran. Las temperaturas a menudo alcanzaban los 30-35 grados Celsius. No había ventilación, ya que las corrientes de aire podían dañar el hilo. El aire estaba saturado de polvo de algodón, que se depositaba en los pulmones. Esto causaba una enfermedad específica, la bisinosis o "fiebre del algodón", caracterizada por tos crónica, dificultad para respirar y daño pulmonar irreversible.
Los trabajadores de las fábricas de lino sufrían el hilado en húmedo. Se veían obligados a permanecer descalzos sobre el agua que salía de las máquinas, inhalando vapor caliente. Esto les provocaba reumatismo, dolor articular e infecciones cutáneas. El rugido constante de las máquinas causaba sordera ocupacional. Las vibraciones del suelo se transmitían al sistema musculoesquelético, causando trastornos nerviosos.
Las deformidades esqueléticas específicas se convirtieron en un sello distintivo de la población fabril. Los niños que empezaban a trabajar a temprana edad crecían con la columna vertebral y las piernas curvadas. Permanecer de pie durante períodos prolongados en posiciones antinaturales provocaba deformaciones en los huesos pélvicos de las niñas, lo que posteriormente ponía en peligro la vida del parto. Los médicos que examinaban las zonas fabriles observaron que los trabajadores aparentaban entre 10 y 15 años más de lo que eran, estaban pálidos, demacrados y físicamente subdesarrollados en comparación con los residentes rurales.
La producción de cerillas, que utilizaba fósforo blanco, era particularmente peligrosa. Los trabajadores que inhalaban vapores de fósforo sufrían necrosis fosforada de la mandíbula ("mandíbula fosfórica"). La mandíbula inferior comenzaba a pudrirse, a brillar en la oscuridad y finalmente moría, lo que provocaba deformidades monstruosas y una muerte dolorosa. A pesar de los riesgos conocidos, el fósforo blanco se siguió utilizando durante mucho tiempo debido a su bajo costo.
El sistema Trak y la servidumbre económica
Los obreros de las fábricas rara vez recibían su salario en efectivo. El sistema de camiones estaba muy extendido, mediante el cual parte del salario, y a veces la totalidad, se pagaba en artículos o fichas especiales. Estas fichas solo podían gastarse en la tienda del dueño de la fábrica. Los precios en estas tiendas estaban inflados entre un 20% y un 30%, y la calidad de los productos dejaba mucho que desear. La harina solía mezclarse con tiza o yeso, se usaba té y se volvía a secar, y la carne estaba rancia.
This system trapped workers in a cycle of debt. They would buy groceries on credit until payday, and by the time they had to pay, they’d find they owed the employer more than they’d earned. Leaving the employer was impossible without paying off the debt. Legally, this practice was often in a gray area or outright prohibited, but in reality, it flourished in isolated industrial communities where people had no alternative.
Housing was also used as a means of control. Houses built by the company were rented out to workers, with rent automatically deducted from their wages. Losing a job meant immediate eviction. This made strikes extremely risky. A rebel’s family would find themselves on the street without a means of subsistence within hours.
Urbanization and the emergence of slums
The growth of factories triggered explosive urbanization. Manchester, Leeds, and Birmingham transformed from small towns into industrial metropolises. Infrastructure failed to keep pace with the population influx. Housing construction was haphazard and cost-effective. Back-to-back housing developments emerged, where houses shared back walls and lacked cross-ventilation.
The population density was monstrous. Two or three families could live in a single room of 10-12 square meters. They slept in shifts, on the floor, or on piles of straw or rags. There was no running water or sewerage system. Water was taken from outdoor standpipes, which were often located next to cesspools. Sewage was poured directly into the street or accumulated in courtyards.
These conditions created an ideal breeding ground for epidemics. Cholera, typhus, and tuberculosis decimated the population by the thousands. The average life expectancy of a worker in Manchester in the 1840s was only 17 years, compared to 38 in rural areas. Mortality among children under five exceeded 50%. Cities were shrouded in a dense smog from coal burning. Soot coated buildings, clothing, and people’s faces, penetrating into the lungs. The lack of sunlight due to smoke and narrow streets led to widespread rickets.
Women’s labor and the transformation of the family
The factory system destroyed the traditional patriarchal family. Previously, all family members worked together in the fields or home workshops under the father’s supervision. Now, each member sold their labor individually. Women began to be drawn into production en masse, especially in the textile industry, which required dexterity and attention to detail rather than physical strength.
Women’s labor was paid half as much as men’s, making them attractive to employers. This created social tension: male weavers lost their jobs, displaced by their wives and daughters. The traditional role of men as breadwinners was challenged. Women gained financial independence, albeit minimal, which changed family relationships.
Sin embargo, esta emancipación tuvo un alto precio. Las mujeres debían combinar el extenuante trabajo en las fábricas con las responsabilidades domésticas. La baja por maternidad era inexistente. Las embarazadas trabajaban hasta el día del parto y regresaban a la máquina unos días después, temiendo perder su trabajo. Los bebés solían quedar al cuidado de hermanos mayores (que podían tener tan solo 6 o 7 años) o de mujeres mayores. Para evitar que los bebés lloraran, se les administraba el "jarabe calmante de Godfrey", una mezcla de opio y melaza. Esto provocó altas tasas de mortalidad infantil y retrasos en el desarrollo.
El acoso sexual era rampante en las fábricas. Los supervisores ejercían su poder sobre las trabajadoras marginadas. Quejarse era inútil e inviable. La moral pública de la época solía culpar a las propias mujeres de "libertinaje", ignorando la coerción económica.
Los luditas y la resistencia al despotismo de las máquinas
El movimiento ludita surgió como reacción al deterioro de las condiciones de vida y la pérdida de dignidad profesional. Contrariamente a la creencia popular, los luditas no eran firmes opositores al progreso tecnológico en sí. Eran artesanos cualificados — tejedores, calceteros y esquiladores — que protestaban contra el uso de máquinas para producir bienes baratos y de baja calidad, así como contra la contratación de trabajadores no cualificados que abarataban la mano de obra.
El movimiento comenzó en 1811 en Nottingham y se extendió rápidamente por los distritos industriales de Inglaterra. Los luditas operaban de forma organizada y clandestina. Escribían cartas amenazantes a los dueños de las fábricas, firmando con el nombre del mítico "General Ned Ludd". Por la noche, escuadrones irrumpían en las fábricas y destrozaban con mazos los grandes telares y las máquinas de esquilar.
No se trataba de una furia insensata, sino de una forma de negociación colectiva mediante la rebelión. Los luditas exigían estándares de calidad, salarios justos y seguridad laboral. El gobierno respondió con una represión brutal. Destruir maquinaria se declaró delito capital. Se desplegaron tropas en zonas industriales; en cierto momento, el número de tropas que luchaban contra los luditas en Inglaterra superó a las fuerzas de Wellington en la Península Ibérica. Juicios-espectáculo, ejecuciones y deportaciones a Australia suprimieron la fase activa del movimiento para 1816, pero el espíritu de resistencia persistió y se transformó en un movimiento por la reforma política y la creación de sindicatos.
La evolución de la supervisión: del capataz al inspector
El Estado había mantenido durante mucho tiempo una política de laissez-faire en las relaciones entre empleador y empleado. Se creía que cualquier contrato era un acuerdo voluntario entre personas libres. Sin embargo, la terrible evidencia de explotación infantil y la amenaza de la degeneración física de la nación, esencial para el ejército, obligaron al Parlamento a actuar.
The Factory Acts of 1833, 1844, and 1847 were the first attempts at regulation. The 1833 Act prohibited the employment of children under nine in the textile industry (except for silk) and limited the workday for children aged nine to 13 to eight hours. Adolescents under 18 were allowed to work no more than 12 hours. The position of factory inspector was created.
Первые инспекторы, такие как Леонард Хорнер, сталкивались с огромным сопротивлением. Фабриканты прятали детей в корзинах с шерстью, останавливали часы при появлении проверки, подделывали свидетельства о рождении. Родители, нуждавшиеся в заработке детей, часто вступали в сговор с работодателями. Инспекторов было мало — всего четыре человека на всю Британию в первые годы. Тем не менее, их отчёты стали важнейшим документальным свидетельством эпохи и базой для дальнейшего законодательства. Они скрупулёзно фиксировали несчастные случаи, замеряли температуру в цехах и опрашивали рабочих, постепенно создавая правовое поле для защиты труда.
Глобальное распространение и вариации
Фабричная система не ограничилась Британией, хотя и зародилась там. В США развитие пошло по несколько иному пути. В городе Лоуэлл, штат Массачусетс, была предпринята попытка создать «гуманную» фабричную систему. Фрэнсис Кэбот Лоуэлл нанимал молодых незамужних девушек с ферм Новой Англии. Им предоставляли общежития со строгим моральным кодексом, обязательным посещением церкви и культурными мероприятиями. Девушки выпускали свой литературный журнал, посещали лекции.
«Девушки из Лоуэлла» рассматривали работу на фабрике как временный этап перед замужеством, возможность заработать приданое и получить доступ к городской культуре. Однако экономическая конкуренция вскоре разрушила эту идиллию. В 1830-40-х годах владельцы увеличили скорость станков, снизили расценки и увеличили нагрузку. Девушки ответили организованными забастовками («turn-outs»), создав Ассоциацию женского трудовой реформы. Постепенно их заменили иммигранты из Ирландии и Канады, готовые работать за меньшие деньги и в худших условиях, и система Лоуэлла приблизилась к жёстким английским стандартам.
В континентальной Европе индустриализация шла медленнее. В Бельгии и Франции сохранялась сильная привязка к земле. Многие рабочие оставались полукрестьянами, уходя на фабрики только сезонно. Это тормозило формирование пролетариата как класса, но и смягчало социальные последствия урбанизации. В Руре (Германия) упор делался на тяжёлую промышленность и патернализм крупных концернов вроде Круппа, которые создавали целые города с больницами и школами для рабочих, требуя взамен абсолютной лояльности и отказа от политической активности.
Психологическая мутация и отчуждение
Карл Маркс в своих философско-экономических рукописях точно подметил феномен отчуждения, порождённый фабричной sistema. Ремесленник владел своими инструментами, видел конечный продукт своего труда и гордился мастерством. Фабричный рабочий был лишён средств производства. Он выполнял одну и ту же монотонную операцию тысячи раз в день: дёрнуть рычаг, связать нить, толкнуть вагонетку. Он не создавал вещь целиком и не видел смысла в своих действиях, кроме получения куска хлеба.
Работа теряла творческое начало и превращалась в изматывающую повинность. Человек отчуждался от процесса труда, от продукта труда, от других людей (с которыми конкурировал) и от своей человеческой сущности. La degradación intelectual no es posible gracias a los monotones. Шум машин делал общение невозможным. Люди превращались в живые автоматы.
Психологическое давление усугублялось постоянным страхом безработицы. Периодические кризисы перепроизводства выбрасывали на улицу тысячи людей. Отсутствие социальных гарантий превращало потерю работы в смертный приговор. Este estrés permanente deforme la psiquis, por la apatía y el alcoholismo, la agresividad y las relaciones sociales radicalismo.
Пища, голод и изменение рациона
Питание фабричного рабочего претерпело значительные изменения по сравнению с сельским рационом. Descargue las piezas, las prendas y las prendas en el lugar de origen. Основу диеты составляли хлеб, картофель и овсянка. Muchas veces se coloca una llave roja en la pantalla de la computadora o en los subproductos de las redes.
Важнейшим элементом питания стал чай с сахаром. Este es un estimulador, puede activar una gran cantidad de oro y activar una fuente de energía para ello. изнурительной работы. Горячий сладкий чай с куском хлеба был типичным обедом ткачихи. Такое питание, богатое углеводами, но бедное белками и витаминами, приводило к снижению иммунитета и физической слабости.
Фальсификация продуктов достигла промышленных масштабов. В молоко добавляли воду и мел, в кофе — цикорий и жжёную фасоль, в сахар — песок. Отсутствие холодильников и санитарного контроля означало, что те те скудные продукты, которые покупали рабочие, часто были испорченными. Esto se debe a que está conectado a un robot y a un robot.
Religión y control moral
Las organizaciones religiosas y religiosas se adaptan a nuevos usos. Los métodos y medicamentos no son compatibles con la técnica de enseñanza de la clase de inglés. Они проповедовали трезвость, дисциплину и трудолюбие, что было выгодно фабрикантам. Muchos grupos de personas que viven con niños y niñas que viven con sus hijos rabiosos y organizaciones vocales школы.
Воскресные школы играли двоякую функцию. С одной стороны, они давали детям рабочих единственную возможность получить хоть какое-то образование — научиться читать и писать. С другой стороны, они прививали послушание и смирение, уча, что страдания в земной жизни вознаградятся на небесах. Однако именно в религиозных общинах рабочие часто получали первый опыт самоорганизации, публичных выступлений и сбора средств, что впоследствии пригодилось при создании профсоюзов.
Технологическая гонка и интенсификация труда
Прогресс не стоял на месте. Внедрение паровых машин Джеймса Уатта освободило фабрики от зависимости от рек. Теперь их можно было строить в любом месте, где был уголь. Это привело к ещё большей концентрации промышленности в угольных бассейнах. Паровая машина работала ровно и неутомимо, диктуя ещё более жёсткий ритм.
The invention of the self-acting mule by Richard Roberts in 1825 completely automated the spinning process, eliminating the need for skilled spinners. The machine drew and twisted the thread automatically. The worker’s role was reduced to simple observation and repair of broken threads. This led to a further reduction in wages and an increase in labor intensity. The number of spindles maintained by a single worker increased from several hundred to thousands.
This race for efficiency came at a price. The speed of shafts increased, and the risk of accidents grew. Steam engine boilers periodically exploded, destroying buildings and killing dozens of people. The lack of safety standards made every step of technological progress bloody.
Mines: Fuel of Industry
Factories couldn’t exist without coal and metal. Working conditions in the mines were even harsher than in the textile mills. Women and children worked underground alongside men until the Mine Act of 1842. Child trappers (doorkeepers) sat in complete darkness for 12 hours at a time, opening and closing ventilation doors as mine cars passed. The loneliness and darkness traumatized the children’s psyches.
Women and teenagers were used as draft animals. Wrapped in a chain between their legs, they crawled on all fours through narrow tunnels, pulling heavy coal cars. This category of workers was called "hurriers." Pelvic deformities, miscarriages, and lung diseases were common. Methane explosions, cave-ins, and floods regularly claimed lives. The life of a miner was worth less than that of a pony, which was also used underground but had to be purchased, while there was always a line of people willing to take the place of a dead person.
Environmental disaster of industrial centers
La concentración de la producción en áreas limitadas generó una presión ambiental sin precedentes. Los ríos, que antes servían como fuentes de energía y arterias de transporte, se transformaron en alcantarillas a cielo abierto. Los residuos de la industria de teñido teñían el agua de un color antinatural: un día el río podía ser morado, al siguiente, azul oscuro o negro. El río Irwell, en Manchester, fue descrito por sus contemporáneos como una corriente lenta de lodo líquido que emitía un hedor insoportable. Los gases emitidos por la materia orgánica en descomposición y los productos químicos ennegrecieron los relojes de bolsillo de plata de los transeúntes a los pocos minutos de pisar el puente.
La atmósfera no sufrió menos. La quema de carbón de baja calidad saturó la atmósfera de dióxido de azufre y hollín. En grandes ciudades industriales como Sheffield y Pittsburgh, el sol rara vez atravesaba la densa capa de smog. Las farolas de gas debían encenderse durante el día. La lluvia ácida, aunque el término surgió posteriormente, erosionó las fachadas de piedra caliza de los edificios y arruinó la vegetación a lo largo de decenas de kilómetros. Los agricultores se quejaban de que la lana de sus ovejas se volvía gris y la hierba de sus pastos se ennegrecía y perdía su valor nutricional.
Накопление твёрдых отходов создавало горы шлака, которые меняли рельеф местности. Отвалы пустой породы возле шахт и горы золы возле металлургических заводов часто обрушивались, погребая под собой жилые постройки. Los sistemas antiguos utilizan la música en las casas de los niños cuando se trata de otros lugares donde se encuentran немощёные улицы. Si se mezcla con personas mayores y con menos frecuencia, esta masa es ideal para personas con enfermedades crónicas y enfermedades crónicas. Природа в городах была практически уничтожена; единственными представителями фауны оставались паразиты и животные, используемые в хозяйстве.
Кристаллизация классового сознания
El sistema de fábrica garantiza una gran cantidad de programas y temas que proporcionan su propio sistema. До индустриализации мастер и подмастерье часто работали бок о бок, обедали за одним столом и жили под одной крышей. Социальная мобильность была затруднена, но дистанция не казалась непреодолимой. Фабрика уничтожила эту патриархальную близость. Las personas que deseen colocarlas en la figura anterior, mejorarán el proceso de los contornos o de la fuente de alimentación.
Formule "dos nombres" como el nombre de Bendjamin Dizráglio. La burguesía y el proletariado están en todas partes, no son prácticos. Burgos se encuentra en zonas de gran tamaño con diferentes canales, canales y parques. Рабочие теснились в гетто, окружавших промышленные зоны. Esta segregación progresiva se utiliza para garantizar la seguridad y la seguridad. Para que el sistema capitalista no esté instalado, un eksploatatorom, está conectado a una historia física propia.
Общие условия труда и жизни способствовали формированию чувства коллективной солидарности. Рабочие начали осознавать себя как отдельный класс с собственными интересами, отличными от интересов работодателей. Фабричный цех, где сотни людей выполняли одинаковые действия и подчинялись одинаковым правилам, стал школой коллективизма. В отличие от крестьян, разобщённых расстояниями, городские пролетарии могли быстро обмениваться информацией и координировать свои действия. Это создало почву для возникновения массовых общественных движений.
Рождение профессиональных союзов
Первоначальная реакция властей на объединение рабочих была жёсткой. В Англии «Акты о комбинациях» 1799 и 1800 годов запрещали любые организации трудящихся под страхом тюремного заключения. Забастовки приравнивались к мятежу. Однако потребность в защите была сильнее страха наказания. Рабочие создавали «дружеские общества» (friendly societies) и кассы взаимопомощи, которые формально занимались сбором средств на похороны или лечение, но фактически служили прикрытием для профсоюзной деятельности.
После отмены запретительных актов в 1824 году профсоюзное движение вышло из подполья. Первые тред-юнионы объединяли квалифицированных рабочих: механиков, прядильщиков, печатников. Они требовали не только повышения зарплаты, но и ограничения приёма учеников, чтобы сохранить высокий статус своей профессии. Методы борьбы варьировались от мирных петиций до организации стачек. Работодатели отвечали локаутами (массовыми увольнениями) и чёрными списками, попадание в которые закрывало доступ к работе во всем регионе.
Знаковым событием стала попытка создания «Великого национального консолидированного союза производств» под руководством Роберта Оуэна в 1834 году. Это была попытка объединить всех рабочих страны в одну мощную организацию. Инициатива потерпела крах из-за внутренних разногласий и давления правительства, но она показала потенциал общенациональной солидарности. История «Толладлских мучеников» — шести сельскохозяйственных рабочих, сосланных в Австралию за создание союза, — вызвала волну общественного возмущения и способствовала легитимизации профсоюзов в глазах части среднего класса.
Чартизм и политические требования
Экономическая борьба неизбежно перерастала в политическую. Рабочие понимали, что без представительства в парламенте они не смогут изменить законодательство в свою пользу. Избирательная реформа 1832 года дала право голоса крупной и средней буржуазии, но оставила рабочий класс бесправным. Ответом стало движение чартистов, возникшее в конце 1830-х годов.
Название движения произошло от «Народной хартии» (People’s Charter), документа, содержащего шесть пунктов: всеобщее избирательное право для мужчин, тайное голосование, отмена имущественного ценза для депутатов, оплата депутатской деятельности, равные избирательные округа и ежегодные перевыборы парламента. Чартисты собирали миллионы подписей под петициями, проводили грандиозные митинги при свете факелов и угрожали всеобщей стачкой.
El parlamento ha recibido tres peticiones de cartas (en 1839, 1842 y 1848). Власти опасались революции и применяли силу для разгона демонстраций. Лидеров движения арестовывали. No es necesario mencionar que la tabla es muy amplia según la historia social. Он стал первой в мире массовой рабочей партией. Muchas ideas de gráficos se pueden realizar en función del diseño posterior. Элиты осознали необходимость уступок во избежание социального взрыва, что ускорило принятие законов о труде и санитарных нормах.
Санитарная реформа и борьба с епидемиями
Вспышки холеры, опустошавшие европейские города в 1830-х y 1840-х годах, заставили государство вмешаться в опросы общественной гигиены. Болезнь не разбирала социальных границ, убивая как бедняков, так и богачей. Стало очевидно, что антисанитария в рабочих кварталах представляет угрозу для всего общества. Эдвин Чедвик, secretario de comisiones de alojamiento de camas, público en 1842, году доклад о санитарном состоянии трудящегося населения, который шокировал публику детальным описанием ужасов трущоб.
Chadwick demostró una relación directa entre la suciedad, la enfermedad y la pobreza. Argumentó la necesidad de una reforma desde una perspectiva económica: las enfermedades de los trabajadores provocan una pérdida de productividad y un aumento del número de huérfanos y viudas, que deben ser mantenidos mediante impuestos. Era más barato construir alcantarillado que pagar la asistencia social. Como resultado, se aprobó la Ley de Salud Pública de 1848.
Se inició la construcción de sistemas centralizados de abastecimiento de agua y alcantarillado. Joseph Bazalgette diseñó una enorme red de alcantarillado subterráneo en Londres, limpiando el Támesis de aguas residuales. Se introdujeron normas de vivienda que prohibían la construcción de edificios sin ventilación ni acceso a agua corriente. La medicina comenzó a evolucionar desde la teoría del "miasma" (aire contaminado) hacia la comprensión del papel de los microorganismos, especialmente tras las investigaciones de John Snow, quien demostró la transmisión hídrica del cólera.
Respuesta cultural y realismo literario
La Revolución Industrial dio origen a un nuevo género literario y artístico. Los escritores no podían ignorar los dramáticos cambios sociales. Las novelas sociales de Charles Dickens, Elizabeth Gaskell y Benjamin Disraeli convirtieron los problemas de los obreros fabriles en tema de debate público. En Tiempos difíciles, Dickens creó una imagen satírica del pueblo de Coketown, donde todo se subordina a la lógica utilitaria y a los hechos, y se reprimen los sentimientos humanos.
La literatura cambió la percepción de la pobreza. Anteriormente, los pobres solían ser retratados como perezosos o crueles, merecedores de su destino. La ficción realista mostraba que la pobreza era el resultado de factores sistémicos, no de una elección personal. Las imágenes de niños trabajadores muriendo a causa de trabajos extenuantes despertaron la compasión de los lectores de clase media y despertaron la demanda pública de reformas.
Victor Hugo en Francia y Émile Zola continuaron posteriormente esta tradición, retratando la vida de los mineros y la clase baja urbana con precisión naturalista. El arte se convirtió en un espejo en el que la sociedad veía sus propios males. Los artistas prerrafaelitas y el movimiento Arts and Crafts, liderado por William Morris, surgieron como una reacción estética a la fealdad de la producción mecánica, reclamando el retorno al trabajo manual y a la belleza medieval, aunque esto fuera más bien una evasión utópica.
Sistema global de migración y exportación
El sistema fabril estimuló los movimientos masivos de población, no solo dentro de los países, sino también entre continentes. El desarrollo de los barcos de vapor y los ferrocarriles facilitó los viajes. Millones de europeos, desplazados de la agricultura e incapaces de encontrar espacio en las superpobladas ciudades del Viejo Mundo, emigraron en masa a América, Australia y las colonias.
Estados Unidos se convirtió en el principal receptor de esta mano de obra. Los inmigrantes se encontraron inmediatamente en el crisol de la industria estadounidense. Las fábricas de Pittsburgh, Chicago y Detroit absorbieron oleadas de irlandeses, italianos, polacos y alemanes. Esto creó una jerarquía étnica distintiva en el lugar de trabajo: los capataces solían ser anglosajones o alemanes, mientras que los obreros eran inmigrantes recientes del sur y el este de Europa.
La industrialización también condujo a una reconfiguración del mapa mundial. La demanda de materias primas (algodón, caucho, metales) por parte de las fábricas impulsó la expansión colonial. India, otrora un importante productor textil, fue desindustrializada forzosamente por la política colonial británica para convertirse en un mercado para los textiles de Manchester y en un proveedor de algodón crudo. La chimenea de una fábrica en Lancashire estaba invisiblemente vinculada a una plantación en el sur de Estados Unidos o a un campo en Bengala.
Desastres provocados por el hombre y seguridad
A medida que los equipos se volvieron más complejos, la escala de accidentes industriales aumentó. Las explosiones de calderas de vapor eran comunes a mediados del siglo XIX. El peor desastre de este tipo ocurrió en el vapor "Sultansha" (aunque era un buque de transporte, el principio era el mismo que en las fábricas), pero las explosiones en fábricas también se cobraron cientos de vidas. La falta de válvulas de seguridad, la corrosión y la negligencia del personal fueron las principales causas.
La situación en las minas era aún más crítica. Se producían explosiones de grisú (metano) y polvo de carbón con regularidad. El desastre de la mina Oakes en 1866 se cobró la vida de 361 personas. En respuesta, se inició el desarrollo de lámparas de seguridad (lámparas Davy) y sistemas de ventilación. Sin embargo, la implementación de medidas de seguridad se vio a menudo obstaculizada por los propietarios debido a su coste.
La aparición de los ingenieros de seguridad fue una respuesta a estos desafíos. Las compañías de seguros comenzaron a exigir inspecciones periódicas de los equipos. Surgió todo un campo de conocimiento dedicado a la prevención de accidentes. Las normas de resistencia de los materiales, el mantenimiento regular y la capacitación del personal comenzaron a considerarse no un lujo, sino una necesidad para la preservación del capital.
Transformación de la percepción del tiempo y del ocio
La estricta regulación del horario laboral condujo, paradójicamente, al surgimiento del concepto de "tiempo libre". En la era preindustrial, el trabajo y el descanso estaban entrelazados. La fábrica trazaba una línea clara: más allá de las puertas comenzaba el tiempo que no pertenecía al propietario. La lucha por acortar la jornada laboral (el movimiento por una jornada de 10 horas, luego por una de 8 horas) se convirtió en un tema central de finales del siglo XIX.
La llegada del fin de semana, inicialmente solo el domingo, y luego la "semana inglesa" (sábado por la tarde y domingo), creó una industria del ocio. Los trabajadores necesitaban un lugar donde gastar el dinero que tanto les había costado ganar y escapar de la monotonía del trabajo. Los pubs y las salas de música florecieron, y comenzaron a celebrarse eventos deportivos multitudinarios. El fútbol evolucionó de un pasatiempo popular a un deporte profesional organizado, sobre todo en las ciudades industriales de Inglaterra, donde los equipos de las fábricas competían entre sí.
Los ferrocarriles permitieron a los trabajadores realizar excursiones de un día a la costa. Ciudades como Blackpool se convirtieron en destinos turísticos para el proletariado. Surgió el turismo de masas. Fue un fenómeno sin precedentes: las personas de las clases bajas ahora tenían la oportunidad de viajar por placer, aunque fueran viajes cortos y breves.
El legado de las primeras fábricas
La era de las primeras fábricas dejó una profunda huella en el planeta y en la memoria colectiva de la humanidad. Creó la base material de la civilización moderna, garantizando un crecimiento sin precedentes de la productividad laboral y la disponibilidad de bienes. La ropa, los utensilios y las herramientas se abarataron y se fabricaron en masa. El nivel de vida promedio aumentó a largo plazo, y la esperanza de vida aumentó gracias a los avances en medicina e higiene, impulsados por la necesidad de combatir las enfermedades relacionadas con las fábricas.
Sin embargo, el coste social de este salto fue monstruoso. Varias generaciones de personas fueron literalmente trituradas por la maquinaria de la industrialización. La destrucción de los modos de vida tradicionales, la explotación infantil y la degradación ambiental fueron las consecuencias inevitables del progreso de aquella época. Las leyes laborales modernas, los sistemas de seguridad social y las regulaciones ambientales se basan en las amargas experiencias del siglo XIX.
El sistema fabril enseñó a la humanidad disciplina, precisión y coordinación, pero también planteó la cuestión del lugar del hombre en un mundo de máquinas, una cuestión que sigue vigente incluso en la era de la robótica y la inteligencia artificial. Los antiguos edificios de fábricas de ladrillo rojo se están convirtiendo en lofts y espacios artísticos, pero sus paredes recuerdan el zumbido de las máquinas y la respiración agitada de quienes crearon el mundo industrial.
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