Hasta finales de septiembre, el público ucraniano tiene la oportunidad de admirar la exposición de obras de arte de antiguos maestros europeos que no se han exhibido en ningún lugar y que han estado en las colecciones cerradas del museo.
Gracias al trabajo largo y minucioso de los restauradores, fue posible revivir varias obras notables del siglo 15-18. Las capas de barniz de siglos de antigüedad impidieron no solo ver la imagen, sino también comprender a qué pincel pertenecen las pinturas. Una vez completada la restauración, la colección oficial del museo se reponía con pinturas de Francesco Simonini, Gasper Peter Würburgen, Quentin Massey, Cornelis Dekker, Antonio Joli y Giuseppe Zaisa.
La pintura de Würburger se considera la obra más interesante: una naturaleza muerta de un artista flamenco, que sorprende con la rapidez del pincel del artista, la selección perfecta de colores que animan los brotes frescos y la elocuencia de las siluetas que se esconden en el fondo.
El personal del museo dice que la exposición será bastante móvil y que las pinturas que los visitantes verán a principios de agosto pueden ser reemplazadas en septiembre por otras que no son menos interesantes para los verdaderos conocedores.
Eve Istr
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