Usando pasteles para crear imágenes suaves
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La pintura al pastel es una técnica artística única que ha seguido siendo uno de los medios más eficaces para crear imágenes suaves, aterciopeladas y delicadas durante siglos.
Un análisis del desarrollo histórico y las aplicaciones modernas del pastel muestra que esta técnica posee capacidades excepcionales para transmitir sutiles transiciones de color, efectos atmosféricos y texturas delicadas. El estudio revela que el pastel ocupa una posición intermedia entre la pintura y el diseño gráfico, combinando la inmediatez del dibujo con las posibilidades pictóricas de la transmisión del color.

Las principales ventajas del pastel para crear imágenes suaves son su capacidad para sombrear, su multicapa y la preservación del brillo de los pigmentos sin el uso de aglutinantes que puedan opacar el color. Los artistas contemporáneos continúan desarrollando técnicas tradicionales, adaptándolas a nuevas tareas y materiales artísticos.
2 Composición y características técnicas de los pasteles
3 Técnicas para crear imágenes suaves con pasteles.
4 Materiales y herramientas para pintar al pastel suave
5 Maestros de la pintura al pastel y su contribución al desarrollo de la técnica
6 Posibilidades estéticas y expresivas del pastel
7 Tendencias modernas y aspectos educativos
Desarrollo histórico de la técnica del pastel
Origen y desarrollo temprano
La historia de la pintura al pastel se remonta al Renacimiento, cuando los artistas comenzaron a experimentar con tizas de colores para crear obras más expresivas. Las tizas al pastel, compuestas de pigmento seco ligado con resina de acacia (goma arábiga), fueron inventadas a finales del siglo XV por el artista francés Jean Perreal para realizar bocetos rápidos de la campaña militar de Luis XI. El artista presentó la nueva técnica a Leonardo da Vinci, quien la denominó colorire a secco (colorear en seco) y la utilizó en un estudio para el retrato de Isabel de Este de Mantua (1499).
La palabra "pastel" proviene del italiano "pasta" (masa o pasta), lo que refleja la tecnología empleada para elaborar estos materiales artísticos. A principios del siglo XVI, el pastel adquirió una gran importancia en la vida artística europea. En aquella época, el retrato a lápiz francés era muy popular, realizado del natural con tiza negra, sanguina y pastel en una o dos sesiones. Los italianos llamaban a esta combinación de materiales artísticos "pastello".
El pastel surgió en el norte de Italia en el siglo XVI y fue utilizado por artistas como Jacopo Bassano y Federico Barocci. El artista alemán Hans Holbein el Joven y los franceses Jean y François Clouet crearon retratos al pastel durante la misma época. Estos primeros experimentos sentaron las bases para el desarrollo posterior de la técnica.
La edad de oro del pastel en el siglo XVIII
El siglo XVIII fue el período de mayor auge de la pintura al pastel, momento en el que alcanzó la categoría de técnica artística de pleno derecho. La técnica del pastel alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII. En 1663, recibió reconocimiento oficial y se equiparó a la pintura, cuando Dumoustier fue admitido en la Real Academia de Pintura y Escultura como el primer artista reconocido del pastel. En 1698, el retratista francés Joseph Vivien, divulgador de la técnica del pastel, fue admitido en la Academia.
El interés generalizado por los retratos al pastel en toda la Europa del siglo XVIII se despertó con la visita de un pastelista veneciano a París entre 1720 y 1721. El Salón Francés de 1704 presentó veinte retratos al pastel a tamaño natural del artista Joseph Vivien, y el éxito de la exposición contribuyó al rápido crecimiento de la popularidad de la técnica.
Los retratos al pastel ya existían desde el siglo anterior, pero para 1700 la amplia disponibilidad de vidrio fundido permitió ejecutar estas composiciones en polvo, que siempre requerían protección superficial, a una escala comparable a la pintura de caballete, aumentando así su prestigio. La capacidad del pastel para imitar, si no superar, los efectos de la pintura al óleo llevó al público contemporáneo a considerar estas obras estéticamente comparables.
Muchos pastelistas, como Rosalba Carriera, Maurice Quentin de La Tour, Elisabeth Vigée le Brun, Francis Cotes y John Russell, fueron aceptados en las academias de sus países o nombrados pastelistas de la corte, lo que da testimonio de la alta estima en que se tenía a este medio.
Desarrollo de los pasteles en Rusia
El pastel apareció en Rusia en la primera mitad del siglo XVIII, traído por artistas extranjeros. A lo largo del siglo XVIII, los creadores de obras con esta técnica fueron los maestros de la llamada Rossika, pintores extranjeros que trabajaban en Rusia. Creaban retratos casi exclusivamente por encargo. La técnica del pastel se popularizó entre los artistas rusos algo más tarde.
De rápida elaboración y a menudo ejecutado en una sola sesión, el retrato al pastel se popularizó y se convirtió en uno de los tipos de imágenes por encargo más apreciados, cumpliendo en cierto modo la función de la fotografía. Esta técnica se popularizó en Rusia a mediados del siglo XVIII, primero gracias a las obras de maestros extranjeros.
Composición y características técnicas de los pasteles
Los componentes principales de los crayones pastel
Los pasteles son tizas de colores elaboradas con una mezcla finamente molida de pigmento, tiza o un tipo especial de arcilla, y un aglutinante de resina de acacia (goma arábiga). Los ingredientes básicos de los pasteles son el pigmento, la carga (un mineral blanco que aporta opacidad y volumen) y el aglutinante (un pegamento suave) que une ligeramente las dos sustancias en polvo para formar un crayón.
En el siglo XVIII, la tiza ideal era lo suficientemente dura como para sostenerse entre los dedos sin romperse, pero lo suficientemente pulverulenta y blanda como para desmenuzarse al pasarla sobre una superficie. Se empleaba una gama relativamente pequeña de pigmentos (en su mayoría los mismos que se utilizan para la pintura al óleo) para formar la multitud de colores que siguen siendo el sello distintivo de la caja de pasteles moderna.
Estos pigmentos se combinaban para producir el tono deseado, añadiendo cantidades proporcionales de relleno para crear tonos. Esta multitud de matices permitía a los artistas del pastel trabajar con gradaciones de tonos en lugar de mezclas de colores para lograr el máximo brillo.
El proceso de elaboración de crayones pastel.
El proceso de elaboración de pasteles en el siglo XVIII era complejo. Muchos pasos debían realizarse a mano y variaban según la composición del color, empezando por la preparación del pigmento mediante molienda y lavado. Dado que los pigmentos tienen propiedades características (como cohesión, suavidad y fragilidad), cada uno debía coordinarse con un relleno específico (seleccionado entre una gama de materiales como tiza, arcilla de pipa, yeso y alabastro) y un aglutinante adecuado (como goma tragacanto, suero de avena o leche desnatada) para producir crayones con una textura satisfactoria.
Tras mezclar los ingredientes, la pasta se dividía y se extendía en tizas, se cortaba a la longitud deseada y se secaba cuidadosamente al aire o con calor para evitar defectos y grietas. Históricamente, los pasteles secos utilizaban aglutinantes como la goma arábiga y la goma tragacanto. La metilcelulosa se introdujo como aglutinante en el siglo XX.
Tipos modernos de pasteles
El pastel se presenta en tres tipos: seco, al óleo y a la cera. El pastel al óleo se elabora mediante prensado con pigmento y aceite de linaza. El pastel seco se elabora de forma similar, pero sin aceite. El pastel a la cera se elabora con cera y pigmentos de alta calidad.
Existen dos tipos principales de pasteles secos: duros y blandos. Los pasteles blandos se componen principalmente de pigmento puro con una pequeña cantidad de aglutinante. Son adecuados para trazos amplios y saturados. Los pasteles duros son menos propensos a romperse gracias a su mayor contenido de aglutinante y son ideales para dibujar, ya que la superficie lateral de la barra se puede usar para el tono y el extremo para líneas finas y detalles.
Técnicas para crear imágenes suaves con pasteles.
Técnicas básicas de sombreado y mezcla.
Quizás la técnica más común para usar pasteles sea la mezcla. Esta se produce al aplicar los pasteles en capas sobre una superficie. Las transiciones entre colores y valores se suavizan al difuminar o frotar los pasteles sobre la superficie. El resultado son gradaciones suaves de valor y color en los objetos.
Se puede difuminar con el dedo, un difumino, un hisopo de algodón o un trozo de papel doblado. Otras herramientas incluyen guantes. Para áreas más grandes, es preferible usar el dedo para difuminar, pero para áreas más pequeñas y precisas, un difumino funciona mejor. Los difuminos se pueden comprar a un precio razonable en su tienda local de artículos de arte, pero se puede sustituir por un trozo de papel doblado o una toalla de papel.
La técnica del pastel seco utiliza ampliamente la técnica del sombreado, que crea transiciones suaves y delicadeza de color. El método clásico para usar el pastel seco consiste en no tocar el dibujo al trabajar para no mancharlo. El pastel es fácil de sombrear, lo cual es una ventaja en esta etapa del trabajo.
Técnica de escalado para crear efectos suaves
El escalfado es una técnica de aplicación de pastel que consiste en aplicar capas ligeras pero opacas de pastel sobre áreas dentro del plano pictórico. Estas áreas pueden ya haber recibido la aplicación de pastel o cubrir parcialmente la superficie húmeda del papel.
Al usar el scamble, suele producirse una mezcla óptica de colores. Esta mezcla se produce cuando los colores colocados uno junto al otro se "mezclan visualmente", lo que da lugar a la percepción de un nuevo color. Por ejemplo, si se colocan puntos amarillos junto a puntos azules o encima de ellos, el color que percibe el espectador puede ser verde.
Como se puede imaginar, la textura física (o grano) del papel juega un papel importante en el efecto logrado. Dado que los trazos irregulares suelen aplicarse con suavidad, la textura del papel "atrapará" el material en las zonas donde presenta relieve, dejando el color subyacente en los recovecos de la textura.
Técnica multicapa para lograr profundidad.
Uno de los aspectos clave para crear imágenes suaves es comprender los principios de la superposición de pasteles. Al aprender el concepto de pintura por capas, imagine desarrollar capas desde la raíz, como plantar un jardín. La superficie determina el número de capas: unas 4-5 con superficies sin lijar y de 5 a 9 con papeles de pastel lijados.
Cuantas más capas añadas, más probable es que los colores se vuelvan turbios, así que no conviene exagerar. Normalmente, primero se aplican los valores más oscuros y se van aclarando gradualmente a medida que se van superponiendo, aunque esto dependerá del tema. Los trazos finales de acento o punto focal deben considerarse y planificarse con antelación.
Es importante recordar que cuantas más capas de pastel haya sobre el papel, más finos deberán ser los trazos. Al trabajar con pastel, es importante recordar que el material suelto es bastante fácil de corregir: se puede borrar con un pincel seco o con el dedo, o cubrirlo con una nueva capa del tono deseado.
Materiales y herramientas para pintar al pastel suave
Seleccionar el papel y las superficies adecuadas
El dibujo al pastel requiere una superficie texturizada que retenga el pigmento. Los dibujos al pastel suelen realizarse sobre papel de color. El tono del papel se selecciona en función de la tarea del dibujo. El papel blanco impide evaluar la saturación de los colores principales, aunque en algunas obras resulta adecuado y accesible para el artista.
Los pasteles se suelen dibujar sobre papel, que debe tener una ligera textura o "diente" para sujetar y retener el material en su superficie. Desde el siglo XVIII se han fabricado papeles especiales para pastel en una amplia gama de texturas, algunos como papel de lija fino, otros con acabado flocado o aterciopelado, otros con nervaduras pronunciadas o fieltros de secado muy marcados.
El papel pastel tiene una rica paleta de colores. Es recomendable usar papel que combine con los colores principales del pastel. El papel adecuado tiene la densidad y la textura adecuadas para aplicar el material. Puedes usar papel para manualidades, cartón y lienzo. El papel de acuarela con una textura pronunciada también es adecuado.
En el siglo XVIII, los artistas usaban invariablemente papel azul o gris debido a la textura ligeramente rugosa de estas hojas de color. Este material es opaco y no depende de la luminosidad subyacente del papel para obtener brillo.
Herramientas para crear efectos suaves
El pastel se puede manipular de diversas maneras. Se puede lograr un efecto pictórico extendiendo cuidadosamente el polvo con el dedo, un difumino (un instrumento suave como un rollo de papel grueso, cuero o esponja) o con un pincel.
El medio viene en diversas presentaciones, incluyendo pasteles en polvo suelto y lápices pastel, pero la mayoría de las veces los pasteles se aplican directamente con crayón. El lado ancho, al aplicarse suavemente, crea áreas de tono claro que revelan la textura del papel, mientras que se pueden lograr trazos más definidos y ricos con la punta del crayón y una mayor presión.
Es conveniente usar un papel especial para sombrear o usar los dedos. El siguiente paso es profundizar las sombras y la luz, enfatizando la textura de los objetos. Los trazos son útiles para esto: puntos, pinceladas, superponiendo un color sobre otro.
Fijación y conservación de obras al pastel
Dado que el pastel permanece en la superficie del papel, se borra fácilmente a menos que se proteja con un cristal o un fijador en aerosol a base de pegamento o goma arábiga. Sin embargo, los fijadores tienen la desventaja de que tienden a alterar el tono y suavizar la veta de los dibujos al pastel.
Tras finalizar la obra, es necesario tratar el dibujo con un barniz fijador especial. Este barniz protegerá la obra de desmoronamientos y manchas, permitiéndole conservarla en su forma original durante mucho tiempo. Es recomendable guardar los dibujos al pastel en un marco protegido por un cristal.
Los dibujos terminados al pastel suave requieren protección, ya sea enmarcándolos bajo un cristal o rociándolos con fijador para evitar que se corran, aunque este puede afectar el color o la textura del dibujo. Aunque es posible, no se recomienda usar laca para el cabello como fijador.
Maestros de la pintura al pastel y su contribución al desarrollo de la técnica
Grandes pastelistas del siglo XVIII
El pastel alcanzó su mayor popularidad entre los artistas en el siglo XVIII, cuando se utilizaba principalmente para el retrato. Rosalba Carriera (italiana), Jean-Baptiste Chardin, François Boucher, Maurice-Quentin de La Tour, Jean-Baptiste Perronneau (franceses), Jean-Étienne Liotard (suizo) y Anton Raphael Mengs (alemán) se encontraban entre los principales maestros del pastel.
La primera pastelista verdaderamente famosa a nivel mundial fue Rosalba Carriera (1673-1757), de Venecia. Comenzó como pintora de retratos en miniatura, considerados entonces un género apropiado para mujeres. Una vez que se independizó, se convirtió en la "primera pastelista", una figura mundialmente famosa y definida por sus pasteles. Sus grandes pasteles se vendieron a príncipes y cortes de toda Europa, donde se exhibieron en aparente competencia con los habituales retratos al óleo.
Carriera renovó el género, estableciendo la pintura al pastel al mismo nivel que el óleo. Su autorretrato, de alrededor de 1746, destaca por su franca honestidad, audacia y originalidad. En una época en la que los artistas representaban a las mujeres como bellezas idealizadas y sumisas, diseñadas para satisfacer los anhelos de poder.
Los impresionistas y el renacimiento del pastel
El pastel fue ampliamente revivido y revitalizado en el último tercio del siglo XIX por el arte francés. Claude Monet, uno de los artistas más famosos y queridos de la historia del arte, tuvo un papel sorprendentemente importante como dibujante. Monet había sido considerado durante mucho tiempo un antidibujante, un artista que dibujaba sus temas directamente y cuyas obras gráficas, raramente vistas, eran secundarias a su proceso artístico.
De hecho, Monet comenzó su carrera como caricaturista y desarrolló una pasión por el dibujo en su adolescencia que nunca se desvaneció. Llegó a dominar la técnica del pastel e incluyó siete obras en la primera exposición impresionista de 1874. Citando documentos inéditos recientemente descubiertos que desafían la imagen aceptada del artista, se revela un vasto conjunto de obras gráficas producidas a lo largo de su carrera.
Edgar Degas fue especialmente famoso por sus pasteles, que a menudo representaban bailarinas y otros bailarines. Sus obras demostraron cómo el pastel podía utilizarse para crear efectos tanto sutiles como dramáticos. Odilon Redon también realizó importantes contribuciones al desarrollo de la técnica del pastel.
Interpretaciones e innovaciones contemporáneas
En el siglo XX, el pastel continuó desarrollándose, encontrando aplicación no solo en géneros tradicionales, sino también en el arte contemporáneo. Cesare Tachi perteneció a la escuela de la Piazza del Popolo. Las pinturas experimentales e innovadoras de mediados de los años sesenta del siglo XX se crearon con telas de producción industrial. Los collages textiles a gran escala, además de pintarse con esmalte, pastel y rotuladores, también adquirieron una textura en relieve gracias a la masilla para muebles.
En estas obras encontramos imágenes de los amigos del artista, sus propios autorretratos o imágenes basadas en fotografías. El patrón, la textura de la tela y la suavidad del relieve resultante, junto con la naturaleza conceptual de la técnica creativa, causaron una profunda impresión en el espectador y suscitaron nuevas asociaciones.
Posibilidades estéticas y expresivas del pastel
Cualidades únicas de las imágenes al pastel
El brillo óptico del pastel se debe tanto a la ausencia de resinas amarillentas en su composición como a la reflexión de la luz en las innumerables facetas del polvo finamente molido. Es un material opaco que no depende del brillo subyacente del papel para impartir brillo.
La principal ventaja del pastel reside en sus ricos matices y su suave aplicación sobre el lienzo. Gracias a ello, esta técnica pictórica permite lograr una profundidad y un volumen asombrosos en la obra. Las pinceladas aterciopeladas del pastel crean una atmósfera especial en la pintura, aportándole singularidad y vivacidad.
Las cualidades estéticas más impactantes del pastel son su delicada textura aterciopelada y su acabado mate. La cautivadora suavidad y viveza de sus colores atrajeron la atención de más de una generación de artistas (principalmente retratistas) en los siglos XVII y XVIII, así como de los impresionistas del siglo XIX, quienes se preocuparon por plasmar hasta los más mínimos matices de aire y luz.
Aspectos psicológicos de las imágenes suaves
La historia de la creación del ciclo "Pasteles" de A. T. Grechaninov demuestra cómo la técnica del pastel puede transmitir profundos estados emocionales. Durante un período difícil y crítico, Grechaninov se dedicó a componer música infantil, en la que encontró consuelo, pero las piezas para piano del ciclo resultaron ser tristes, de una manera nada infantil, y psicológicamente impregnadas de sentimientos y experiencias profundamente "adultas".
La novedad del lenguaje musical de Grechaninov en el período considerado estuvo determinada tanto por los cambios en el arte ruso en general (en particular, la influencia del impresionismo en la obra del compositor fue significativa) como por las crisis en la vida personal y creativa de Alexander Tikhonovich.
Aplicación en diversos géneros artísticos
Cada artista encontrará su propio uso para el pastel. Es adecuado para crear obras tanto realistas como abstractas. El pastel permite transmitir emociones y estados de ánimo, capturar la belleza del mundo y la naturaleza, o crear imágenes extravagantes y fantásticas.
La base para trabajar con pasteles puede ser diversas superficies, como papel, cartón, tela y otros materiales. Cada superficie aporta a la obra su propio encanto y efecto. Uno de los aspectos interesantes de trabajar con pasteles es la posibilidad de combinarlos con otros materiales. Así, se pueden usar pasteles con pintura acrílica o al óleo para crear una imagen artística única.
Tendencias modernas y aspectos educativos
Desarrollo metódico de la técnica del pastel
El proceso de reforma y modernización de la educación superior implica elevar el nivel de profesionalismo de los futuros especialistas, en particular de los artistas-docentes. La motivación del estudio reside en la necesidad de crear condiciones metodológicas y pedagógicas para la formación de las bases de las habilidades artísticas de los estudiantes durante su formación profesional.
La técnica del pastel, sus métodos y técnicas son bastante complejos, por lo que requieren un curso de formación específico para dominarla. La adquisición de habilidades y conocimientos profesionales por parte de los futuros artistas-profesores durante el proceso de aprendizaje depende directamente de su dominio de diversas técnicas artísticas.
El desarrollo de habilidades artísticas profesionales en el uso de materiales blandos solo es posible mediante la aplicación integral de métodos y técnicas, así como la creación de condiciones pedagógicas para la actividad creativa. La técnica del pastel es única y, gracias a sus capacidades técnicas, permite resolver problemas creativos de cualquier complejidad.
Integración de enfoques tradicionales y modernos
Un análisis de la experiencia histórica del desarrollo de la técnica del pastel en el dibujo y la pintura destaca la importancia de enseñar esta técnica a los estudiantes en las clases de disciplinas artísticas básicas. Cabe afirmar que la técnica del pastel es una parte importante del proceso educativo en las instituciones de educación artística superior.
La importancia de estudiarlo radica no solo en la diversificación de la experiencia técnica de los estudiantes, sino también en la formación integral de sus habilidades artísticas y creativas. El problema de crear un sistema sólido de enseñanza de la técnica del pastel para estudiantes de instituciones de educación superior requiere un estudio más profundo.
Enseñar a los estudiantes técnicas artísticas y su combinación en el dibujo y la pintura impulsa el desarrollo de la imaginación creativa y la fantasía. La técnica del pastel ocupa un lugar intermedio entre la pintura y el dibujo gráfico. Desde un punto de vista tecnológico, el pastel es dibujo gráfico, y en cuanto a sus capacidades expresivas, puede clasificarse como pintura.
El uso del pastel para crear imágenes suaves representa una tradición artística rica y multifacética que continúa evolucionando y adaptándose a las necesidades artísticas contemporáneas. Las investigaciones demuestran que el pastel posee características técnicas y estéticas únicas que lo hacen particularmente eficaz para transmitir texturas delicadas, efectos atmosféricos y sutiles estados emocionales.
El desarrollo histórico de la técnica del pastel, desde sus orígenes en el Renacimiento hasta sus interpretaciones modernas, demuestra la constante evolución de los métodos y enfoques para la creación de imágenes suaves. El siglo XVIII se convirtió en la época dorada del pastel, al alcanzar la categoría de técnica artística integral, capaz de competir con la pintura al óleo en la creación de retratos y otros géneros.
Los aspectos técnicos del pastel, incluyendo la composición de los materiales, los procesos de fabricación y los diferentes tipos (seco, óleo, cera), ofrecen a los artistas un amplio abanico de posibilidades para crear diversos efectos visuales. De particular importancia son las técnicas de sombreado, superposición y mezcla óptica de colores, que permiten una suavidad y profundidad excepcionales en la imagen.
Las tendencias actuales en educación y práctica artística enfatizan la importancia del estudio sistemático de las técnicas del pastel como parte integral de la educación artística. La integración de métodos tradicionales con enfoques y materiales modernos abre nuevas oportunidades para la expresión creativa y el perfeccionamiento técnico.
Un análisis de las obras de destacados maestros del pastel, desde Rosalba Carriera hasta artistas contemporáneos, muestra cómo esta técnica puede adaptarse a diversos estilos y conceptos artísticos, manteniendo al mismo tiempo sus cualidades únicas de suavidad y expresividad. El pastel sigue siendo un medio artístico relevante y codiciado, capaz de resolver una amplia gama de problemas creativos en el arte contemporáneo.