"Fedro" Platón, resumen Traductor traducir

Los eruditos no están de acuerdo sobre la fecha de Fedra de Platón. Esta nota utiliza la versión editada y traducida por Alexander Nechamas y Paul Woodruff, quienes señalan que el segundo discurso de Sócrates "parece aludir a muchas de las ideas expresadas por Platón en el Menón, la Fedra y la República ". Por tanto, la fecha de su escritura se ha situado con cierta certeza entre el 375 y el 365 a.

A diferencia de muchos otros diálogos platónicos, Fedro es literalmente un diálogo, una conversación exclusivamente entre dos personas. En un diálogo con un joven amante de la palabra, Fedro, Sócrates desarrolla ideas sobre la naturaleza del eros, la retórica, la filosofía y el alma. El teólogo y filósofo alemán Friedrich Schleiermacher señaló que el diálogo “generalmente lleva el segundo nombre “O sobre lo bello”; a veces se llamaba "Sobre el amor y la razón".

Tales títulos, sin duda añadidos por una mano posterior a la de Platón, dan testimonio de la indeterminación fundamental del tema central del diálogo. La primera mitad del diálogo trata el tema del eros, mientras que en la segunda mitad hay lo que parece ser una clara ruptura para la consideración de la retórica. ¿La filosofía, o "Mente", sirve como tema unificador? Esta metapregunta está en el centro de muchas de las preguntas que plantea directamente el diálogo.

Fedra es en muchos sentidos un diálogo extraño, no socrático. Primero, Sócrates abandona Atenas. Una vez en el campo, se inspira en la divina locura de los dioses y las ninfas para pronunciar discursos. Teniendo en cuenta el disgusto de Sócrates por los discursos largos, el magnífico segundo discurso de Sócrates es tan sorprendente como su abrumador deseo de escuchar a Lisias hablar sobre el amor.

¿Qué significó esto para Platón? ¿Creía Platón en las opiniones presentadas por Sócrates? Recuerda que en un diálogo socrático siempre hay al menos dos conversaciones: una entre Sócrates y el interlocutor, y la otra entre Platón y el lector. ¿En qué anima Platón al lector a pensar cuando estudia la interacción entre Sócrates y Fedro?

Para una introducción más completa al diálogo y su lugar entre otros diálogos platónicos, vea la introducción a la edición de Nechamas y Woodruff.

Gráfico

Sócrates se encuentra con Fedra en Atenas. Faedr pasó la mañana escuchando el discurso de Lysias sobre el amor, y ahora quiere dar un paseo fuera de la ciudad. Dado que Sócrates muestra un gran interés en escuchar hablar a Lysias, Phaedrus logra sacarlo de la ciudad. Fedro tiene a mano una copia del discurso de Lisias y se lo leerá a Sócrates.

El discurso de Lysias establece que en una relación entre personas del mismo sexo, un joven no debe prestar sus servicios a un hombre enamorado de él. El amante, afirma Lysias, está loco y como tal está sujeto a tendencias malsanas que no pueden beneficiar al muchacho. Un no amante, por el contrario, le ofrecerá al niño una amistad estable e instructiva.

Phaedr considera que este discurso es excelente porque ofrece un extenso argumento sobre el tema en cuestión. Pero Sócrates no comparte la admiración de Fedra. Refuta la opinión de Phaedra, argumentando que Lysias estaba más interesado en el estilo que en el contenido. Además, en términos de contenido, Sócrates afirma que puede hacer un mejor discurso basado en ideas tomadas de otros escritores.

El primer discurso de Sócrates es un contrapunto al argumento de Lisias. En lugar de hablar de las ventajas de los que no aman, Sócrates aborda la influencia negativa del amante. El amor, o eros, es una forma de locura en la que el deseo innato de belleza supera el sentido de la moralidad y el control. Tal locura destruye tanto el alma como el cuerpo del joven y no le traerá ningún beneficio. Sócrates termina su discurso con este argumento.

Sin embargo, Fedro sigue insatisfecho: pensó que Sócrates iba a seguir hablando de los beneficios de un amante. Sócrates justifica su conclusión diciendo que se inspiró en las ninfas y no quería dejarse llevar. Pero cuando Sócrates está a punto de regresar a Atenas, aparece una señal divina que le advierte contra un regreso prematuro. Sócrates interpreta esto como una señal de que ha ofendido a los dioses. Entonces decide remediar la situación pronunciando un segundo discurso sobre eros.

El segundo discurso de Sócrates, conocido como su Gran Oración, establece el significado global del eros en la vida. Hay cuatro tipos de locura divina, que descienden de Apolo, Dionisio, las Musas y Afrodita; el último de ellos es eros. Para comprender que el amor es una locura divina y benéfica, Sócrates compara el alma con un carro con dos caballos y un auriga. La mayor bendición para el alma es que le crezcan alas y volar por los cielos con los dioses. Si el alma es fuerte y controla sus caballos, atrapa más allá de los cielos Ideas tan verdaderas como la Belleza y el Autoconocimiento. Las almas de los humanos, sin embargo, tienen un caballo malo y eventualmente vuelven a caer a la tierra. Ahora bien, cuando el alma ve un hermoso joven en la tierra, se acuerda de la visión de la Belleza que vio más allá de los cielos. Como resultado, surge el anhelo: eros.

Después de que Sócrates termina su Gran Oración, el diálogo se convierte en una discusión sobre retórica y escritura. Faedr está influenciado por la visión sofística de la retórica, que sostiene que en el arte de la retórica, la persuasión tiene prioridad sobre la verdad. Sócrates refuta este argumento demostrando la perniciosa influencia del discurso sin conocimiento de la verdad. La retórica, de hecho, guía el alma. Por lo tanto, el retórico debe comprender las almas de diferentes audiencias y hablar en consecuencia. Tal comprensión no puede obtenerse de los libros de retórica. La verdadera retórica incluye la dialéctica, que implica la recopilación y el intercambio de conocimientos sobre un tema de forma natural. Este arte de la dialéctica sólo puede adquirirse mediante el filosofar sistemático sobre la naturaleza de la vida y el alma. Así, según Sócrates,

El último tema de discusión entre Sócrates y Lisias se refiere a la tecnología de la escritura. Sócrates cuenta el mito del dios Teuta, que descubrió la escritura y la transmitió a los egipcios. Cuando Teut le presentó la escritura al rey egipcio Thamus, la proclamó como un dispositivo que aumentaría la sabiduría y la memoria. Pero Famus respondió que la carta aumentaría el olvido en lugar de la memoria. Porque en lugar de aprender y comprender cosas, los estudiantes confiarán en la escritura para recordar varios problemas. Además, los estudiantes estarán expuestos a muchas ideas sin pensar adecuadamente. En este sentido, Sócrates critica la escritura principalmente por no ser discurso: no puede distinguir entre una audiencia y responder a preguntas o críticas. El filósofo usa así la escritura dialéctica, e incluso entonces sólo para su propia diversión.

Habiendo confirmado la importancia de la filosofía tanto en el lenguaje oral como escrito, Fedro y Sócrates emprendieron su viaje de regreso a la ciudad.

Lista de personajes

Sócrates

Sócrates es amigo y, a veces, mentor de Fedra. Lea más sobre Sócrates en la sección "Acerca de Platón" en la sección "Contenido adicional", o siga este enlace.

faedr

Fedro es amigo de Sócrates y devoto seguidor de Lisias. Le encantan los discursos y aspira a convertirse en un gran orador.

zorro

Lysias es un famoso retórico nombrado en ausencia en el diálogo. Es hijo de Céfalo, que aparece en la República de Platón.

Temas

Política

Sócrates es un hombre de la ciudad, o de la polis, esté o no de acuerdo con su régimen. Dado que le gusta mucho comunicarse con los habitantes de Atenas, no tiene por qué ir más allá de las murallas de la ciudad. Sin embargo, Phaedrus logra atraer a Sócrates al campo, donde Sócrates está completamente fuera de su elemento. Fuera de la polis, las ninfas y los dioses toman posesión de Sócrates y lo inspiran a pronunciar dos discursos. Por lo tanto, el escenario juega un papel importante en el diálogo y puede servir para mostrar las características de un cierto tipo de locura (ver "Locura" a continuación).

mitos

Al comienzo del diálogo, Sócrates habla de la posibilidad de desmitificar el mito de Bóreas y Oreito. Argumenta que, dado el tiempo suficiente, sería posible volver a contar los eventos a los que se refiere el mito con la ayuda de explicaciones lógicas y naturales. Sin embargo, los mitos en su aspecto metafórico son útiles para Sócrates.

A lo largo de Fedra, Sócrates se refiere a varios mitos e incluso los inventa para argumentarlos. Quizás el respeto poco característico de Sócrates por los mitos y la teología tradicional se deba a la situación fuera de la polis. Sin embargo, además de notar la influencia narrativa de dioses y ninfas, debemos pensar en el papel que juegan los mitos en el diálogo. ¿Se basa Sócrates en los mitos para socavar o apoyar sus conjeturas filosóficas?

alma platónica

Sócrates compara las almas de los hombres y los dioses con carros conducidos por dos caballos alados. Los dioses tienen caballos de una raza excepcionalmente buena y, por lo tanto, pueden volar en el cielo para siempre. Las almas de las personas, sin embargo, están agobiadas por la combinación de buenos y malos caballos: inevitablemente son derribados al suelo. Una vez en la tierra, todas las almas deben esperar diez mil años antes de que les crezcan las alas, excepto a los filósofos, a quienes les pueden crecer alas y regresar al cielo después de tres mil años.

El alma humana juega un papel decisivo en el Fedro porque se asocia tanto con el eros como con la retórica; ¿Pueden estas cosas mantener a ambos caballos bajo control, o al menos a uno o al otro? El enfoque correcto del eros y la retórica califica al alma como filosófica y, en consecuencia, tal alma recibe summum bonum: un rápido regreso al cielo.

Locura

La locura es criticada primero por su efecto negativo en las relaciones pederastas. Hace que el hombre mayor sea irracional y autoritario y, por lo tanto, priva al niño de un mentor amigable y confiable. Sin embargo, en el segundo discurso de Sócrates, se demuestra que la locura también tiene una gran importancia en la vida. Hay cuatro clases de locura divina —de Apolo, Dionisio, las Musas y Afrodita— que son de gran beneficio para el alma. En la Fedra, se considera con particular detalle el cuarto tipo de locura: la locura del amor, o eros.

Eros

En la República de Platón, el eros se considera una parte peligrosa pero importante del alma del filósofo. De manera similar, en la Fedra, Sócrates muestra a eros como una locura divina, que el alma del filósofo debe poder controlar. En las relaciones pederastas, el eros surge en aquellos que han vislumbrado la verdadera Belleza mientras viajaban por los cielos.

La belleza del niño evoca el recuerdo de esta Belleza ideal. En consecuencia, el alma anhela acercarse al niño. Si se restringe este deseo, el hombre cumplirá su parte de la relación platónica y contribuirá al bienestar del alma. Tal es el estado de cualquier contemplativo de la belleza que controla sus deseos por el bien de su alma.

Retórica

La segunda mitad de Fedra explora la naturaleza de la retórica. Sócrates y Fedro discuten el bien y el mal en la retórica, su relación con la filosofía, su composición y estructura, y finalmente la diferencia entre la retórica de la escritura y la retórica del habla. La discusión también sirve como crítica a los discursos anteriores. El tema de eros, sin embargo, en su mayor parte no se menciona explícitamente, aunque el poder persuasivo de la retórica a menudo usa eros. Aunque las discusiones sobre retórica y eros convergen en sus implicaciones para comprender la naturaleza de la filosofía, la aparente divergencia entre las dos partes del diálogo sigue siendo un tema popular de debate.

escritura

Al final de su discusión sobre la retórica, Sócrates recurre al mito de Teuta para criticar la escritura. El problema con la escritura, esencialmente, es que no tiene un hablante o "padre". A diferencia del habla, la escritura se compone de signos permanentes y no se puede cambiar: no puede defenderse ni distinguir a una audiencia para cambiar sus argumentos.

Por lo tanto, argumenta Sócrates, la mayoría de las obras escritas son inferiores al habla. Esta crítica mordaz de la carta ha generado mucha controversia, primero, porque parece socavar la escritura de la propia Fedra. Por esta razón, el lector puede buscar intencionalmente señales de que Platón está tratando de "hablar" a los lectores a través de las sutilezas y matices del diálogo, y puede descubrir algo que Platón dejó para los lectores profundos.