La famosa ópera de Richard Wagner volvió a conquistar al público de San Petersburgo. Traductor traducir

S T. PETERSBURGO El público de Petersburgo finalmente vio el estreno tan esperado: la ópera de Richard Wagner Flying Dutchman regresó al Teatro Mikhailovsky. A partir de 1957, The Flying Dutchman reunió a los espectadores en la sala del teatro durante quince temporadas. Entonces el director artístico de la producción fue el director Kurt Zanderling.

El estreno el 6 y 7 de julio mostró al público una nueva lectura de la ópera Wagner. Los teatros vieron el trabajo del director Vasily Barkhatov y el director musical invitado y director de orquesta Vasil Petrenko. Incluso el playbill, con la imagen de una niña con auriculares de color rosa brillante, cuyo fondo son olas crecientes, insinúa que habrá muchas sorpresas en la producción.

De hecho, el trasfondo de la leyenda contada en el libreto de la ópera era una playa moderna, y el coro recibió lugares en tumbonas. Los disfraces de los cantantes del coro son completamente inconsistentes con la época que corresponde a la descripción de la actuación: las faldas esponjosas que llegan a los tobillos en trajes largos.

Según Vasily Barkhatov, aunque cambió la duración de la acción en aras del experimento, pero no lo hizo por accidente. Estaba interesado en la pregunta: ¿es una historia de amor tan real en el mundo moderno? Hay muchas variantes de esta historia que cuentan sobre un marinero, a quien la maldición condenó a los vagabundeos eternos en el océano tempestuoso.

Sin embargo, la idea principal de la trama de cada historia es que si puede desembarcar una vez cada siete años para encontrar a su fiel esposa, entonces sus andanzas terminarán. Barkhatov eligió para la producción una opción que implique la complejidad de los sentimientos humanos, porque el compositor romántico Richard Wagner escribió su ópera no sobre tormentas oceánicas, sino sobre pasiones que se desatan en los corazones humanos.

Ludmila Trautmane © Gallerix.ru