Cultura celta de Hallstatt Traductor traducir

El término «Hallstattiano» se refiere a la cultura centroeuropea de la Primera Edad del Hierro del primer milenio a.C. - centrada en Austria y el Alto Danubio- que está estrechamente relacionada con la llegada de tribus celtas procedentes de las estepas del sur de Rusia. Se considera la primera cultura celta claramente definida, que siguió siendo la principal civilización primitiva de la región desde aproximadamente el 800 a.C. y fue sustituida por la cultura letona en el siglo V a.C.

¿Dónde se practicaba la cultura de Hallstatt?

La cultura se centraba en Austria, pero los estilos de Hallstatt se extendieron en dos zonas: una zona oriental que abarcaba Eslovaquia, Hungría occidental, Rumanía occidental, Croacia, Eslovenia, Austria y Bohemia; y una zona occidental que incluía el sur de Alemania, Suiza, el norte de Italia y el este de Francia. Así, en el siglo VI a.C., se extendía unos 1.000 kilómetros de oeste a este, desde Champaña-Ardenas en Francia, pasando por el Alto Rin en el sur de Alemania y Suiza, hasta la cabecera del Danubio en Austria, hasta la cuenca de Viena y las tierras bajas del Danubio en el este. De norte a sur se extendía desde el río Meno, Bohemia y los Pequeños Cárpatos hasta la meseta suiza, el Salzkammergut y la Baja Estiria.

¿Dónde se realizaron los principales descubrimientos arqueológicos de Hallstatt?

El nombre actual de la cultura proviene de las excavaciones realizadas cerca del pueblo de Hallstatt, en Austria, situado en la región salinera del Salzkammergut. Allí, en la década de 1870, un equipo de arqueólogos de la Academia de Ciencias de Viena descubrió más de 2.000 tumbas con restos incinerados y enterrados, así como alijos de armas, armaduras, joyas, cerámica y otros artefactos, muchos de los cuales estaban decorados en estilo celta temprano «simétrico», utilizando motivos de la antigua tradición danubiana mezclados con influencias artísticas griegas y etruscas. El yacimiento fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 1997.

Otros hallazgos arqueológicos de Hallstatt se han realizado en Burgstahlkogel, en el valle central del Zulm (cerca de Leibnitz, Austria), que parece haber sido un centro importante durante el periodo de Hallstatt. Se han encontrado enterramientos en carro del periodo de Hallstatt en Bull Rock, Vix y Hochdorf, así como en Heuneburg, en el alto Danubio, Mont-Lassois, cerca de Chatillon-sur-Seine, en el este de Francia (incluido el suntuoso cementerio de Vix), y en el yacimiento eslovaco de Molpir. Los conjuntos más importantes de objetos de bronce de Hallstatt se han encontrado en Rumanía.

¿Por qué se originó esta cultura en Austria?

La ubicación geográfica de la cultura se debió a razones económicas. Desde unas minas a 400 metros de profundidad, el Salzkammergat exportaba sal a toda Europa, y este lucrativo comercio -junto con el control de las rutas comerciales a lo largo del Danubio- financió y promovió la avanzada industria del hierro de la región, cuyos arados, herramientas y armas de hierro dieron al pueblo de Hallstatt una marcada ventaja tecnológica sobre otras tribus. En resumen, Hallstatt se fundó sobre la sal y el hierro.

El uso del arado de hierro contribuyó a ampliar enormemente la superficie cultivada, lo que se tradujo en un aumento significativo de la productividad agrícola y la prosperidad. Esto, a su vez, provocó un aumento de la demanda de tierras, lo que conllevó la expansión de la cultura a nuevos territorios.

¿Qué pueblos se asociaron con la cultura de Hallstatt?

Los principales practicantes de Hallstatt eran los celtas. Aunque no disponemos de información precisa sobre sus orígenes, se cree que emigraron desde las estepas del sur de Rusia y el Cáucaso, habitadas anteriormente por la cultura Maikop de la Edad de Bronce, conocida por sus habilidades en metalurgia y artesanía en general . Por ello, Hallstatt se considera la primera civilización celta homogénea.

Este estilo cultural es conocido por su metalistería celta, especialmente armas y herramientas de hierro finamente elaboradas, y artefactos basados en el bronce, pero relativamente pocos objetos de plata y oro. Las evidencias arqueológicas sugieren un modo de vida mucho más allá de una simple cultura agrícola, y el análisis de los restos funerarios revela una estructura de clases dirigida por una rica aristocracia de jefes y otros individuos de alto rango.

La época suele dividirse en cuatro fases: dos (A y B) pertenecen a la época pre-halstattiana, y dos (C y D) a la halstattiana propiamente dicha.

Fase A (c. 1200-1000 a.C.)

Este periodo pre-Halstattiano fue precedido por varias tradiciones superpuestas, incluyendo la Edad del Bronce Cultura de la Campana (c. 2800-1900 a.C.), la Cultura Unetice (c. 2300-1600 a.C.), y la Cultura del Túmulo de Europa Central (c. 1600-1200 a.C.). Durante este periodo, que curiosamente también se conoce como la cultura Urnfield (c. 1300-800 a.C.), el hierro era escaso, los muertos eran incinerados y sus restos se enterraban en urnas bajo montículos bajos o en cementerios con tumbas planas.

Fase B (c. 1000-800 a.C.)

Este periodo se caracteriza por un retorno a los enterramientos en túmulos o montículos, aunque persistió la práctica de la cremación. Aparecen las primeras herramientas de hierro.

Fase C (c. 800-650 a.C.)

Comienza el Hallstatt propiamente dicho. Aunque se desarrolló a partir de la civilización precedente de Urnfield, durante este periodo se produjeron tres cambios clave. En primer lugar, se introdujo una tecnología del hierro más avanzada: las largas y pesadas espadas de hierro y bronce con empuñaduras curvadas y la famosa hacha alada de Hallstatt se convirtieron en armas características, y también aparecieron los arados de hierro. En segundo lugar, la inhumación sustituyó a la cremación como principal método de enterramiento. En tercer lugar, la sociedad llegó a ser lo suficientemente próspera como para mantener una jerarquía clara, cuyos rangos más altos eran enterrados en tumbas ricamente amuebladas.

Fase D (c. 650-475 a.C.)

En este periodo se produjo un nuevo aumento de la riqueza, lo que se tradujo en mayores colecciones de armas, herramientas y objetos de uso cotidiano que se colocaban en las tumbas para ayudar al difunto a mantener el estilo adecuado en la otra vida. La metalistería, las armas y la munición para caballos se volvieron más ornamentadas.

Entre los objetos metálicos típicos se incluyen: una espada-daga con empuñadura en forma de herradura o antena, y diversas piezas de joyería: broches, cierres y anillos. En la zona occidental de Hallstatt se encuentra cerámica griega arcaica temprana, junto con numerosos objetos que atestiguan un amplio comercio con todos los rincones del Mediterráneo y hasta China.

Véase también: Cronología de la historia del arte .

¿Qué tipos de asentamientos pertenecen a la época de Hallstatt?

Los asentamientos solían estar fortificados y situados en lo alto de las colinas, y solían tener sus propias forjas, así como talleres de bronceadores, plateros y joyeros. Las excavaciones realizadas en estos antiguos asentamientos a partir de la fase C tardía han sacado a la luz muchas tumbas grandes y lujosas que contenían carros (de hierro o plomo), así como tesoros de elaborados broches, anillos y brazaletes de bronce y oro, y muchos artefactos caros importados, como cerámica.

¿Qué lengua se asocia con el periodo de Hallstatt?

Los historiadores creen que el Hallstattiano temprano (fases A y B) se asocia con el protocelta, la lengua raíz básica de todas las lenguas celtas conocidas, mientras que la fase D suele asociarse con la diversificación gradual de la lengua en diferentes tipos cuando los comerciantes y las tribus celtas empezaron a extenderse lentamente hacia el oeste, al sur de la Galia, y hacia el este, a Asia Menor. Con el tiempo, surgieron tres tradiciones lingüísticas: la celtíbera, la goidelica y la britónica.

¿Qué artes, oficios y diseños se asocian con Hallstatt?

Los celtas trajeron consigo de Rusia varias tradiciones artísticas, especialmente en metalistería. Éstas armonizaron con los estilos autóctonos centroeuropeos, así como con diseños cercanos procedentes de Grecia e Italia, para formar un nuevo estilo. Al haber sido fundado por un pueblo práctico, el arte celta nunca se desarrolló en la línea de la escultura griega o la cerámica griega, aunque tomó mucho prestado del lenguaje helénico. En su lugar, el estilo se concentró en la ornamentación de objetos utilitarios (armas, carros, armaduras, accesorios personales), así como en la creación de joyas de alta calidad (broches, anillos), a menudo utilizando técnicas refinadas, colores contrastados y motivos extravagantes, incluidos motivos celtas tan habituales como espirales, fauna (zoomorfos), nudos e incienso, con imágenes a menudo dispuestas por parejas para satisfacer el deseo de una simetría estricta.

La artesanía de Hallstatt en metalurgia alcanzó nuevas cotas tanto en la época de la cultura letona como mucho más tarde, en la era cristiana temprana, como ejemplifican los objetos preciosos y los manuscritos evangélicos iluminados producidos por artesanos celtas en Irlanda y Gran Bretaña. Esta última fue una de las mayores cumbres de la historia del arte irlandés .

Resumen

Aunque todavía nos queda mucho por aprender sobre la cultura de Hallstatt, sobre todo los detalles de sus habitantes ordinarios y sus asuntos cotidianos, parece haber tenido el suficiente éxito como para haber proporcionado un sistema social estable y relativamente cohesionado, caracterizado por una considerable prosperidad comercial y agrícola.

Las civilizaciones etrusca, helénica y otras civilizaciones en desarrollo reconocieron y valoraron Hallstatt como socio comercial y potencia regional, especialmente por su control de las rutas comerciales fluviales a lo largo de los ríos Danubio, Rin y Ródano. La aparición de poderosas jefaturas celtas a lo largo de estas rutas y su influencia en el comercio mediterráneo fue un factor importante en el desarrollo de la cultura latina, que suplantó a la cultura de Hallstatt en torno al 450 a.C.

Podría decirse que antes de los hallazgos arqueológicos de Hallstatt, en la Edad del Hierro central y occidental, Europa era sólo una sombra comparada con las grandes civilizaciones de la cuenca mediterránea. Desde entonces, sin embargo, ha quedado claro que la civilización celta era una fuerza significativa en el esquema europeo de las cosas y -como sucedió- pronto mostraría todo su potencial en la era latina venidera, con migraciones a todos los rincones del continente y obras maestras como el collar de Broeter, la corona de Petrie y el caldero de Gundestrup.