Arte irlandés de la edad de piedra Traductor traducir

Arte irlandés de la edad de piedra
Megalitos y tumbas prehistóricas en Irlanda, como Newgrange y Knowth.

Datos tempranos sobre Edad de Piedra La cultura y la civilización en Irlanda derivan de la excavación arqueológica, respaldada por relatos de la mitología y los poemas irlandeses. Hay poca evidencia arqueológica de actividad humana en Irlanda durante el Paleolítico Superior (40, 000 a 10, 000 BCE), el período que coincidió con la mayoría de los arte rupestre Producido en Europa. De hecho, no fue hasta la era de Arte mesolítico, alrededor de 7500 a. C., que aparecieron los primeros asentamientos. La primera de estas comunidades prehistóricas irlandesas se remonta al condado Derry Condado Antrim Condado Sligo Condado Offaly, el estuario de Shannon y áreas de Munster. Estos colonos mesolíticos, no más de unos pocos miles, probablemente cruzaron el mar de Irlanda desde Escocia, trayendo consigo una cultura primitiva de cazadores-recolectores.

Era neolítica

A medida que la recolección de cazadores dio paso a la agricultura y la ganadería durante la era de Arte neolítico (4, 500-2, 000 a. C.): sea testigo de la gran red de campos neolíticos de Céide Fields en el condado Mayonesa – El asentamiento se expandió por Irlanda y la población aumentó a 100.000 o más. Comenzaron a aparecer alfarería, como cuencos de fondo redondo, junto con otras formas típicas de arte irlandés primitivo que reflejaban la cultura neolítica típica de la Edad de Piedra tardía y principios de la Edad de Piedra. Edad de Bronce.

Obras de arte megalíticas

Sin embargo, además de estas formas predecibles de arte, la Irlanda neolítica fue testigo de un fenómeno cultural en la construcción de más de 1200 monumentos megalíticos (principalmente tumbas), con un complejo significado religioso y ceremonial: (nota: en arqueología, megalitos son piedras grandes que forman parte de un monumento). Además de los restos humanos, las excavaciones en estos sitios han revelado cantidades de cerámica, cuentas, colgantes, utensilios de cocina y armamento, como hachas y puntas de flecha. Estos monumentos funerarios megalíticos se pueden agrupar en cuatro categorías: tumbas de corte, pasaje, portal y cuña, y datan de aproximadamente 3500 aC en adelante, es decir, un poco más tarde que las tumbas encontradas en Bretaña y España. En todos los casos, estas construcciones funerarias reflejan una nueva madurez cultural en Irlanda. Las artes decorativas tenían un nuevo enfoque religioso y ceremonial que presagiaba el crecimiento del arte celta entre las generaciones posteriores de principios de Artistas irlandeses.

Newgrange

El grupo más antiguo de megalitos son las tumbas de la corte, descubiertas principalmente en el norte de Irlanda. El siguiente grupo, que presenta el cementerio de necrópolis neolítico más grande del tipo, conocido como Tumbas de paso, se produce principalmente en el norte y el este de Irlanda. El mejor ejemplo es el Tumba de paso megalítico de Newgrange (Dún Fhearghusa) (c.3200 a. C.), parte del complejo Brú na Bóinne en el condado de Meath, y ahora Patrimonio de la Humanidad. El temprano historia del arte visual irlandés generalmente se cree que comienza temprano arte megalítico – principalmente tallas de piedra – encontradas en túmulos funerarios como Newgrange. En el Conoce la tumba megalítica, otra de las cámaras funerarias de Boyne, los arqueólogos desenterraron lo que se cree que es el primer mapa registrado de la luna. Este plan lunar fue tallado en la roca. La tercera categoría de monumento megalítico, que se encuentra tanto en el sur como en el norte de Irlanda, son las tumbas del portal. Estos incluyen los famosos dólmenes, que son tumbas prehistóricas con una gran piedra plana sobre piedras verticales. Se descubrieron buenos ejemplos en Knockeen y Gaulstown en el condado Waterford. Las últimas y más extendidas son las Tumbas de Cuña, construidas a finales del Neolítico, principalmente en el oeste y suroeste de Irlanda, especialmente en el Condado Clara.

Al evaluar la cultura y la civilización tempranas en Irlanda, en las que estos megalitos juegan un papel temprano tan importante, vale la pena señalar varios puntos. Primero, ninguna de las tumbas de paso complejas podría haber sido construida sin una organización y recursos enormes. Esto sugiere un fuerte sistema religioso y social entre una población razonablemente grande y con buenos recursos. En segundo lugar, la construcción era tanto compleja como intrincadamente orientada a la malla con las alineaciones solares y lunares, lo que indica un grado relativamente alto de conciencia del mundo natural, al menos entre la clase dominante de Irlanda. En tercer lugar, el diseño complejo de muchos monumentos megalíticos, que incluían cámaras diseñadas para ceremonias, reuniones y otras actividades sociales y culturales, sugiere que estaban lejos de ser simples monumentos funerarios. Por ejemplo, la Catedral de Westminster contiene numerosos sarcófagos y tumbas, pero difícilmente podría clasificarse como monumento funerario. En cualquier caso, la construcción de estos primeros sitios ceremoniales anunciaba un asentamiento cada vez mayor, así como una mayor seguridad, lo que condujo a la aparición de una serie de obras de arte en el Bronce y el éxito sucesivos. Edad de Hierro.

Disminución de la población

Durante la era neolítica tardía, la población de Irlanda superó los 100, 000 por primera vez, e incluso pudo haber empujado a 200, 000. Se desconoce exactamente cómo se produjo este aumento de la población neolítica. Indudablemente, llegaron más colonos del continente británico, pero la investigación antropológica y de ADN muestra fuertes vínculos genéticos entre los irlandeses y los de Iberia (España y Portugal). Si la alineación solar de la arquitectura megalítica de Irlanda denota una familiaridad con la navegación solar que podría haber llevado al contacto marítimo entre las dos culturas sigue siendo una cuestión abierta. Según la evidencia arqueológica, la población de Irlanda disminuyó a mediados de la Edad de Bronce alrededor de 2400-2300 a. C. No se sabe si esto se debió en parte a las erupciones volcánicas en Hekla en Islandia (c. 2345 a. C.) o al desastre local.