Dibujos con pluma y tinta: historia, tipos Traductor traducir

En las artes visuales, el término «pluma y tinta» se refiere a una técnica de dibujo que utiliza tintas negras y de otros colores que se aplican a un sustrato (normalmente papel) con un rotulador de punta o de varilla. Este medio tradicional y versátil ha sido utilizado por los artistas occidentales desde la época del antiguo Egipto para realizar bocetos, dibujos acabados o pinturas de tinta y aguada . También es uno de los principales medios utilizados en la ilustración de libros (véase, por ejemplo, Aubrey Beardsley) y en el dibujo surrealista (para más detalles, véase: El automatismo en el arte).

Historia antigua

Los artistas de varias culturas antiguas usaban tinta en sus dibujos representativos. Una de las primeras imágenes que se conservan del arte griego dibujada con pluma y tinta (sobre papiro) es el «Rapto de Briseida» (c. 300 d.C.) por un artista griego desconocido (Bayerische Staatsbibliothek, Munich).

Sin embargo, esta forma de arte se desarrolló enormemente en el arte chino durante las dinastías Tang (618-906) y Song (960-1279), y más tarde en Japón durante el periodo Muromachi (1338-1573). (Véase Artistas chinos) De hecho, la pluma y la tinta han sido siempre el principal medio del arte asiático y de la caligrafía en China, Japón y Corea.

La pintura china tradicional se realiza con pinceles de pelo de animal humedecidos brevemente en tinta negra o de color. No se suelen utilizar óleos. Las obras con un contorno limpio se denominaban «pai-miao», la tinta aplicada en salpicaduras se llamaba «po-mo». El soporte más popular era el papel o la seda, pero algunas pinturas se realizaban sobre paredes o sobre laca . Las obras de arte terminadas solían montarse en pergaminos que se colgaban o enrollaban. Para una guía de la estética subyacente a las bellas artes orientales del dibujo y la escritura (caligrafía), véase: Arte tradicional chino: características .

Otras artes gráficas
- Diseño
- Crayones Conte
- Pasteles
- Dibujos a lápiz

Dibujos renacentistas a pluma y tinta

Durante el Renacimiento el estilete (palo puntiagudo), la punta de metal y la pluma de tinta se consideraban herramientas para dibujar una línea fina en contraposición a la línea ancha del carboncillo y de la tiza . El efecto preciso de la pluma y la tinta fue demostrado por el virtuoso dibujante Leonardo da Vinci en su obra «Cinco cabezas grotescas» (Biblioteca Real, Castillo de Windsor).

Según el Libro dell’Arte, manual práctico escrito por el maestro del Renacimiento temprano Cennino Cennini (c. 1370-1440), los artistas aprendices (garzone) pasaban a dibujar con pluma y tinta sobre papel después de un año de práctica sobre tablillas con estilete, punta de plomo o punta de metal. Una vez aplicada al papel, la tinta permanecía inalterable, por lo que los errores sólo podían borrarse raspándolos cuidadosamente.

La tinta más común en la Italia del Alto Renacimiento estaba hecha de «bilis de hierro». Sus principales componentes, las nueces de hiel, eran ricas en resina y ácido tánico. Cuando se remojaban en agua o vino, se colaban y se mezclaban con sulfatos de hierro y arábiga, producían una tinta negra líquida ideal para dibujar. Sin embargo, la tinta de hiel de hierro se desvanece con el tiempo, por lo que, aunque la tinta de la mayoría de los dibujos renacentistas es ahora marrón, originalmente era mucho más negra.

La tinta solía aplicarse al papel con una pluma de ave. El trazo resultante podía ser desde muy fino hasta muy ancho. Este espectro de líneas se ilustra comparando los dibujos de los hermanos Gentile Bellini y Giovanni Bellini . Los dibujos de Gentile «Hombre turco» (c. 1479) y «Mujer turca» (c. 1480) fueron dibujados con trazos increíblemente finos con una pluma fina. En cambio, «Piedad» Giovanni (c. 1480) fue ejecutada con trazos más anchos con una pluma gruesa. Para más información sobre el dibujo en Venecia, véase Dibujo veneciano (c. 1500-1600). «Virgen con Niño y Gato» (c. 1470s).) Leonardo di Vinci, «Virgen con muchos animales» de Albrecht Dürer (1503) y «Sacrificio de Isaac» de Albrecht Altdorfer muestran otros efectos que se pueden conseguir con pluma y tinta.

La tinta siguió siendo popular durante el Renacimiento para una gran variedad de dibujos, desde bocetos rápidos hasta composiciones detalladas. El difuminado y el resaltado proporcionaban efectos adicionales. Sin embargo, a pesar de la fluidez de la tinta, la necesidad de mojar la pluma repetidamente la hacía inadecuada para dibujos a gran escala. Por lo general, se dibujaban con tiza o carboncillo en lugar de tinta. Para otros ejemplos, véase: Los mejores dibujos del Renacimiento (c. 1400-1550).

La tinta diluida podía aplicarse con pincel para sombrear un dibujo a tinta. A menudo se utilizaba para este fin la misma tinta empleada para las plumillas, pero también podía emplearse bistre, un material que se obtenía empapando hollín de madera en agua. El resultado era una aguada marrón, poco viscosa para la pluma, pero ideal para el pincel. La aplicación de la aguada al dibujo con pluma realzaba el efecto tridimensional de la imagen. Algunos ejemplos son las obras de Benozzo Gozzoli «Bosquejo de una mano», «Tres ángeles y Cristo» (1447); «Triunfo de Tomás de Aquino» (c. 1487) Filippino Lippi, y «El vaso poco profundo» (1524-46) Giulio Romano .

A veces los artistas ejecutaban dibujos a tinta o al bistró sin pluma; algunos ejemplos son «La cabeza de un hombre de mediana edad» (c. 1507) de Vittore Carpaccio y Cristo drapeado en disputa de Rafael (1508). La pluma y la tinta también se utilizaron en combinación con otros medios, como «San Huberto» de Jacopo Bellini, un dibujo a pluma y tinta sobre tiza y punta de plomo.

Historia posterior

La pluma y la tinta fueron utilizadas por muchos dibujantes durante el Barroco, Rococó, Romanticismo, Neoclasicismo y durante todo el siglo XIX. Algunos ejemplos son: «Feto en el vientre materno» (1512), dibujo científico de Leonardo da Vinci, ejecutado a pluma y tinta con tiza roja (Biblioteca Real, Castillo de Windsor); «Joven corriendo con el brazo izquierdo extendido» (1504), ejecutado por Miguel Ángel a pluma y tinta marrón (Museo Británico); Paisaje pastoral de Claude Lorrain (1644) en pluma con aguada marrón y gris-marrón; «Profeta Jonás ante las murallas de Nínive» (1654) de Rembrandt, pluma de caña en bistre con aguada (Museo Albertina, Viena); Isla en la laguna, de Canaletto (siglo XVIII), pluma, tinta parda y aguada con tinta de carboncillo (Ashmolean Museum, Oxford); numerosos dibujos del artista español Francisco Goya ; serie de paisajes de Samuel Palmer de 1825; Vista de Arlés (1888), de Vincent van Gogh, tinta con pluma de caña y rasante (Museum of Art, Rhode Island); «Desnudo tumbado», de Pablo Picasso (siglo XX), dibujo puramente lineal a pluma y tinta (Museo de Arte Fogg, Universidad de Harvard); «Margaret Hilda Thatcher, Baronesa Thatcher de Kesteven», de Gerald Scarfe (Tate Modern).

Caligrafía

Caligrafía, arte de la escritura estilizada, ejecutada con pluma y pincel utilizando tintas al agua en lugar de al óleo sobre papel de buena calidad y bien absorbente. La caligrafía a pluma y tinta se elevó a un alto nivel en el arte islámico porque el Islam prohíbe la representación de seres vivos. Entre los eruditos arameos y hebreos existía una fuerte tradición paralela, ejemplificada en el arte bíblico hebreo de los siglos IX y X.

El desarrollo del arte del dibujo a pluma y tinta en Occidente comienza con los Evangelios de Lindisfarne y los manuscritos iluminados de Canterbury y Winchester del siglo IX, caracterizados por figuras y animales animados, follaje decorativo y exquisita caligrafía.

Los rotuladores modernos, con sus colores estables y de secado rápido, quizá se asocien más a los estudios gráficos que a los de bellas artes, pero son un medio excelente para esbozar o dibujar al aire libre. Si vas a superponer colores, elige un rotulador con base de disolvente y, como ayuda, utiliza almohadillas diseñadas para proteger contra la decoloración.

Pinceles

El dibujo a tinta y la pintura también pueden realizarse con pincel, técnica muy utilizada por los artistas occidentales del Renacimiento y chinos, así como por Rembrandt, Claude Lorrain, Goya y algunos grupos de artistas. Por ejemplo, la técnica de pintura combinada de pluma y pincel fue practicada por dibujantes en Alemania y Holanda, especialmente en el círculo de Alberto Durero, pero también en la Escuela del Danubio del sur de Alemania, liderada por Altdorfer y Wolf Huber. Los pinceles chinos son especialmente versátiles para aplicar el rímel, al igual que los pinceles de marta y otros pelos suaves.

El arte moderno de la pluma y la tinta

La creciente sofisticación de programas informáticos como Photoshop, Poser, Painter y Piranisi permite a los artistas tomar automáticamente una fotografía y convertirla en una imagen a pluma y tinta. No está claro si estos gráficos digitales o informatizados supondrán la mejora o el declive del dibujo tradicional a pluma y tinta.