Gustave Courbet:
pintor de género francés, líder del movimiento del realismo
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NOTA: Para el análisis de obras de pintores realistas como Gustave Courbet,
por favor mira: Análisis de pinturas modernas (1800-2000).
Biografía
El controvertido pintor francés Gustave Courbet fue uno de los primeros grandes exponentes de Realismo – un estilo del siglo XIX Pintura francesa caracterizado por su descripción de la vida contemporánea desprovista de cualquier idealización, sentimentalismo y nobleza de la materia. Lo convirtió en uno de los mejores pintores de género de su tiempo, y uno de los más influyentes artistas modernos en Francia. Artistas realistas como Courbet rechazó tanto el enfoque suave de Romanticismo y el heroicismo de pintura neoclásica, a favor de la verdad objetiva, por fea o desagradable que sea. De hecho, para Courbet, el arte no se trataba solo de pintar cuadros bonitos, sino de representar las irregularidades de la naturaleza en toda su belleza y dureza. Al representar todos los días naturalismo, rechazó las convenciones establecidas por el Academia francesa y el Salon de Paris, pero planteó el arte de pintura de género al nivel que había ocupado anteriormente durante la era del realismo holandés durante el siglo XVII. Su obra incluye retratos, desnudos femeninos, bodegones, paisajes e imágenes de animales. Estrechamente asociado con otros realistas como Honore Daumier (1808-79) y Jean-Francois Millet (1814-75), Courbet es mejor conocido por obras maestras como A Burial at Ornans (1849, Musee d’Orsay, Paris), The Stone Breakers (1849, ahora perdido) y The Artist’s Studio (1855, Musee d’Orsay). El comportamiento independiente de Courbet y su actitud despectiva hacia arte académico tuvo un gran impacto en los artistas de París, incluidos los impresionistas y postimpresionistas. NOTA: para ver cómo Courbet’s pintura realista llevado al impresionismo, ver: Realismo al Impresionismo (1830-1900).
Formación
Courbet nació en una familia de agricultores ricos en Ornans, Franco Condado, donde su talento artístico se hizo evidente desde muy temprano. Después de un entrenamiento rudimentario en la escuela de dibujo en Besançon, se fue a París en 1840, inicialmente para estudiar derecho a instancias de su familia, pero pronto decidió estudiar pintura en lugar. Inicialmente trabajó en el estudio del artista Charles de Steuben, pero impulsado por un deseo de autodescubrimiento, dejó de desarrollar su propio estilo. Pintó de la vida en la Academia Suiza, y copió los Viejos Maestros en el Lumbrera, prestando especial atención a artistas como el colorista veneciano Paolo Veronese, así como a los españoles Velázquez y Zurbarán, quienes lo atrajeron por el brillo de sus colores o la riqueza de su materia pictórica. Sus favoritos, sin embargo, fueron los Artistas realistas holandeses Frans Hals y Rembrandt, y la escuela de Pintura de género realista holandés – una preferencia que luego se fortalecería con una visita a los Países Bajos en 1847.
Pinturas
Sus primeras obras se basaron en ilustraciones de obras literarias, que pronto abandonó, para estudiar la vida real. Desde sus primeros días, trabajó en una variedad de géneros: pintura de paisaje basado en su región natal; arte religioso como Lot y sus hijas (c. 1841, colección privada); pintura de historia como la Noche de Walpurgis (c. 1841) mostrada en el Salón de 1848, y destruida poco después. Pero es su arte de retrato eso ilustra mejor los primeros años. Pintó los más cercanos a él, así como el autorretratos eso lo lanzó a su carrera. Su avance se produjo cuando Self Academy with a Black Dog (1842, Paris, Petit Palais), fue aceptado por la Academia y expuesto en el Salón de 1844. Le siguió The Wounded Man (1844, Louvre), The Happy Lovers (1844, Petit Palais, París) aceptado por el Salón en 1845, y Hombre con una pipa (1846, Museo de Montpellier). Al igual que varias de las figuras femeninas en estas obras, sus autorretratos revelan una racha juvenil del romanticismo. (En su autorretrato posterior El hombre desesperado, se rasga el pelo, salvaje y con los ojos muy abiertos, mostrando fuertes ecos de Caravaggio).
Pintura de género de estilo realista
El año 1847 marcó un punto de inflexión en la carrera de Courbet. Su visita a Holanda le abrió el mundo de Rembrandt y, al hacerlo, determinó su futuro. The Night Watch y The Anatomy Lesson le revelaron los medios para alcanzar su ideal de realismo. Cuando regresó, produjo para el Salón de 1849, After Dinner in Ornans (1848), una pintura de género en una escala que hasta entonces había estado reservada solo para obras históricas o mitológicas, que fue comprada por el estado y hoy está en Lille Museo. En esta pintura uno puede sentir, a pesar de su deuda con Barroco holandés pintura, la realidad viva que anima las dos obras maestras que se completaron en el mismo año: The Stone-Breakers (1849) (destruido en Dresde durante la Segunda Guerra Mundial) y A Burial at Ornans (1849, Louvre) que escandalizó el Salón en 1850 y comenzó una serie de disputas entre él y Courbet. Incluso sus admiradores, como Delacroix (1798-1863), lamentó haber puesto su poderoso talento al servicio de tal vulgaridad parroquial.
Un entierro en Ornans
La imagen de Courbet Un entierro en Ornans representa el funeral de su tío en su ciudad natal de Ornans. Hasta este punto, los actores solían posar en pinturas históricas, pero Courbet pintó "a las personas que habían estado presentes en el entierro, a toda la gente del pueblo". Críticos de arte y el público no estaba seguro acerca de su trabajo: pensaron que estaba haciendo todo lo posible para hacer fotos innecesariamente feas; y el tema, un gran funeral, normalmente solo estaba reservado para reyes y papas. De hecho, la pintura marcó el final de la fantasía del romanticismo y abrió las puertas al realismo. El propio Courbet dijo: "El entierro en Ornans fue en realidad el entierro del romanticismo".
En A Burial at Ornans, Courbet eleva la fealdad cotidiana a un nivel de universalidad, invirtiendo las figuras (cada una de las cuales conocía personalmente) y una escena familiar del pueblo con una monumental grandeza y nobleza. El mismo sentimiento marca a Los campesinos de Flagey regresando de la feria (1850, Museo Besançon) y The Winnowers (1853, Musee des Beaux-Arts, Nantes). Su familia proporcionó los modelos para estas dos pinturas, que, capturando como lo hacen la esencia de un evento real, van más allá de la pintura de género. The Fire (1851, Petit Palais, Paris), una gran pintura inacabada, y la única escena urbana de Courbet, es otra obra magistral y una especie de contraparte moderna de Rembrandt’s Night Watch.
La banalidad parroquial de los súbditos de Courbet, sin embargo, enajenó al público, que se vio aún más ofendido por lo que vio como la indecencia de sus desnudos realistas. En el Salón de 1853, el Emperador Napoleón III azotó las nalgas demasiado creíbles de sus Bañistas (1852, Museo de Montpellier) con su látigo. Los paisajes de Courbet, con su preocupación por la verdad, se encuentran entre los mejores ejemplos de pintura francesa moderna en un siglo que produjo tantas obras maestras. Fue un fiel retratador de la naturaleza y, como tal, un notable intérprete de la claridad especial de la luz en Franche-Comte ) The Village Maidens, 1852, Metropolitan Museum of Art, Nueva York), y de la luz seca del sur, que conoció por primera vez en Montpellier en 1854 durante su primera estancia con su rico mecenas, el coleccionista Alfred Bruyas.
Inmortalizó esta visita con su estilo romántico (!) Bonjour Monsieur Courbet (1854, Musee Fabre, Montpellier). Al mismo tiempo descubrió el mar: The Edge of the Sea en Palavas (1954, Musee Fabre), La Mere Gregoire (1855, Art Institute of Chicago), que debía encontrar nuevamente después de 1865 en la costa del Canal, capturando sus olas. y corrientes con pinceladas de aspecto áspero: The Calm Sea (1869, Metropolitan Museum of Art, New York), The Wave (1870, Musee d’Orsay); El mar (1872, Musee des Beaux-Arts, Caen). Sus paisajes marinos con sus cambiantes formaciones de nubes tuvieron un efecto notable sobre los jóvenes. Pintores impresionistas.
Disputa con el salón de París
Para la Exposición de París de 1855, Courbet concibió la idea de pintar su estudio en la obra maestra: The Artist’s Studio ) Una alegoría real de una fase de siete años en mi vida artística y moral (1855, Musee d’Orsay). Con esta composición magistral, se convirtió en pintor histórico (y exponente de Simbolismo !) no solo de un evento sino de una filosofía. Con la ayuda de personas de aspecto real, trató de simbolizar sus amistades e ideales, sus disgustos y odios, combinando sus sentimientos como hombre con sus gustos como pintor. Retratos, pinturas de bodegones y paisajes, iluminados por la presencia de uno de los más bellos. desnudos femeninos en pintura francesa, componen el todo. Pero el jurado lo rechazó.
Courbet asumió el desafío y erigió un stand llamado ’El Pabellón del Realismo’ en el borde de la exposición. Allí, presentó una Exposición de Cuarenta Pinturas, publicando su ’Manifiesto del Realismo’ en el catálogo. Recibiendo burlas y un poco de aliento, se convirtió en el líder indiscutible del movimiento.
Aunque The Artist’s Studio no fue bien recibido, los otros paisajes y bodegones más pequeños de Courbet se vendieron bien, lo que ayudó a mantenerlo financieramente seguro.
Cada salón a partir de entonces, se convirtió en una oportunidad para el conflicto. Los más notables fueron en 1856, cuando presentó Girls on the Banks of the Seine (1856, Petit Palais, Paris); en 1861, cuando presentó The Stag Drinking (1860-1, Musee des Beaux-Arts, Marsella), que mostró un genio para representar el aspecto trágico de las escenas de caza; en 1863 Courbet expuso en el Salon des Refuses ; en 1866, presentó Stags by the Stream en Plaisir-Fontaine (1866, Musee d’Orsay); y en 1870, cuando presentó El acantilado en Etretat después de una tormenta (1869, Musee d’Orsay), en la que la gran masa de rocas contrasta con la atmósfera límpida y luminosa.
La vida de Courbet en París estuvo marcada por muchos viajes. Además de frecuentes visitas a Ornans, viajó a otros lugares de Francia y el extranjero. Se quedó de nuevo con Bruyas en Montpellier, realizó una gira triunfal de cinco meses por Alemania en 1858 y, en 1862, regresó de un recorrido a pie por Saintonge con varios ejemplos hermosos de pintura de naturaleza muerta de flores y frutos. Desde 1865 fue un visitante habitual de la costa de Normandía. Allí pintó Girl with Seagulls (1865, colección privada), las llamativas English Girls at the Window (Copenhagen Art Museum), así como el Podoscaphe de aspecto muy moderno (1865, colección privada) y uno que todavía tenía un sentimiento clásico: The Bather (1868, Metropolitan Museum of Art, Nueva York).
Fue al mismo tiempo, entre 1864 y 1870, cuando pintó sus mejores desnudos, en los que el grado de sensualidad directa no excluye ni la poesía ni el sentimiento ) Mujer con un loro, Metropolitan Museum of Art, Nueva York). Dos de sus obras, The Origin of the World (1866, Musee d’Orsay, Paris) con una vista cercana de los genitales de una mujer, y Sleep (1866, Paris, Petit Palais), una pintura que representa a dos mujeres en la cama, ambas de los cuales eran más o menos contemporáneos con el baño turco de JAD Ingres – fueron prohibidos pero esto solo aumentó la notoriedad de Courbet. Sobre todo, ilustran el hecho de que sus obras de arte Moderno podrían confundirse fácilmente con los de un artista del siglo XX y, sin duda, se adelantaron a su tiempo.
La comuna de Paris
En el momento del estallido de la Guerra Franco-Prusiana en 1870, la fama de Courbet estaba asegurada. Sin embargo, en 1871, después de la guerra, se convirtió en miembro de la Comuna de París. Después de su derrota fue arrestado y acusado de estar involucrado en la caída de la columna en la Place Vendome. Después de un juicio vengativo, fue condenado a la ruina y al exilio. Su jactancia y los celos que había despertado, junto con su posición de rebelde de izquierda, hicieron que la gente olvidara la deuda que Francia le debía. Usando su influencia con sus amigos en la Comuna, Courbet de hecho ayudó a salvar al Louvre del fuego en las Tullerías.
Encarcelado en Sainte-Pelagie, pintó un último Autorretrato (1871, Museo de Ornans) y algunos bodegones. Luego, obligado a abandonar el país en 1873, encontró una bienvenida en Suiza. Había sido privado de su propiedad y humillado por el sufrimiento mental y físico, y su genio disminuyó rápidamente. Murió 4 años después a la edad de 58 años. Una gran retrospectiva de sus obras se celebró en 1882 en la Ecole des Beaux-Arts.
Courbet fue víctima de su propio gusto por la valentía. Por su audacia y su desprecio por la convención, exageró las opiniones más diplomáticamente expresadas por sus amigos Baudelaire, Castagnary, Duranty, Valles y, sobre todo, Proudhon, que ejerció una gran influencia sobre él y cuyo recuerdo honró en 1865 con el sorprendente retrato. Pierre-Joseph Proudhon y sus hijos (1865, Musee des Beaux-Arts, Besancon).
Legado
Su provocación hizo que las personas celosas fueran rencorosas. El "Manifiesto Realista" fue presentado como una profesión de fe, mientras que su primer objetivo era luchar contra el Romanticismo y las ideas académicas. Aunque quería un arte "verdadero" para las masas proletarias, sus esfuerzos de proselitismo no deberían exagerarse. Era pintor antes de ser propagandista, traduciendo lo que su propio universo privado ofrecía en un sentimiento por la gente. Se dejó llevar por los aspectos generosos y revolucionarios del socialismo, pero mostró más ingenuidad que fanatismo en su compromiso.
Courbet y sus amigos artistas, Camille Corot (1796-1875), los pintores de Barbizon, Eugene Boudin (1824-98), y más tarde Manet (1832-83) Jongkind (1819-91) y Whistler (1834-1903), a menudo intercambiaron las ideas ilustradas que prepararon el camino para el impresionismo, pero en Francia su influencia se limitó a una renovación de la visión y de las fuentes de inspiración. Su actividad energética no tuvo sucesores directos. En el extranjero, sin embargo, era un asunto diferente. Ilya Repin (1844-1930) en Rusia, De Groux en Bélgica, Ferdinand Hodler (1853-1918) en Suiza, y sobre todo Wilhelm Leibl (1844-1900) en Alemania, fueron profundamente influenciados por él.
Las obras de Gustave Courbet cuelgan en el mejores museos de arte alrededor del mundo.
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