La traición de Cristo, Giotto:
análisis del fresco Traductor traducir

Traición de Cristo (detalle)
(también conocido como Beso de Judas)
Por Giotto.
Considerado como uno de los
Las mejores pinturas de la historia.

Descripción

Nombre : "Traición de Cristo (Beso de Judas)"
Fecha : 1305
Artista Giotto (1270-1337)
Medio : Fresco
Género : Arte religioso
Movimiento : Arte protorrenacentista
Lugar : Capilla Scrovegni (Arena), Padua.

Para el análisis y la explicación de otras imágenes importantes del Renacimiento, ver: Pinturas famosas analizadas (1250-1800).

APRECIACIÓN ARTÍSTICA
Para el análisis de pinturas de
pintores prerrenacentistas
como Giotto di Bondone, ver
nuestros articulos educativos:
Evaluación de arte y
Cómo apreciar las pinturas.

Probablemente la imagen más famosa de los famosos. Frescos de la capilla Scrovegni "La traición de Cristo" (también conocida como "El beso de Judas") fue pintada por el artista florentino Giotto di Bondone (1270-1337) en la primera década del siglo XIV. El lugar era la capilla privada de la familia Scrovegni, que se había enriquecido con sus negocios bancarios y de préstamos. El jefe de la familia, Enrico Scrovegni, lo construyó en una parcela de tierra en Padua que anteriormente había sido el sitio de una arena romana, por lo que también se llama Arena Chapel. En 1300 le encargó a Giotto que lo decorara con una serie de frescos pinturas murales – que ahora son considerados por la mayoría críticos de arte para marcar el final del estilo bizantino pintura medieval en Europa y allanar el camino para la nueva estética de la Renacimiento Florentino (c.1400-90).

NOTA: Giotto, supuestamente alumno de Cimabue (c.1240-1302), fue la principal fuerza innovadora detrás pintura prerrenacentista del trecento italiano. Sus estrechos vínculos con Florencia fueron una de las razones por las cuales la ciudad eclipsó a sus rivales en el Escuela de pintura de Siena, que permaneció casado con el estilo bizantino más decorativo Arte gótico, con su plano de imagen plano y figuras no naturalistas.

Hacia 1300, la reputación de Giotto estaba tan a la altura y la modernidad de su visión estaba tan en sintonía con las tendencias de la época que los príncipes italianos competían abiertamente por sus servicios. Enrico Scrovegni era el hijo de Reginaldo, a quien Dante arroja al infierno como prestamista en su poema. Enrico debe haber sido una figura considerable, o tal vez fue su remordimiento por haber sufrido el mismo vicio de usura que su padre, para que Giotto aceptara proporcionar la decoración de su capilla en Padua, que Enrico había construido en los dientes de innumerables dientes. obstáculos Su generosa comisión no evitó que Giotto representara a su patrón en la vasta composición que representa el Juicio Final en la parte posterior de la fachada. Enrico aparece ofreciendo a María Madre de Dios el modelo de su capilla y vistiendo una túnica violeta, un color que simboliza el arrepentimiento.

Es la naturalidad, más que el naturalismo, lo que es tan admirable en estos frescos de la capilla Scrovegni (Arena), igualmente celebrados por su realismo, por la caracterización física de todas y cada una de las figuras, algo que apenas había existido antes de él, así como por la maravillosa claridad., delicadeza, variedad y limpieza de su color.

El dinamismo y la intensidad dramática del famoso Beso de Judas, donde el bien y el mal chocan en una reunión de labios, se han enfatizado muchas veces, al igual que la belleza de la túnica amarilla del traidor colocada entre otras en gris azulado y rojo desteñido., y el poder de la composición en general. Pero es la vibrante comprensión de la humanidad la que anula cualquier otra cualidad en esta poderosa obra maestra, desde cuyo centro la figura de Cristo irradia su serenidad luminosa.

La dramática escena que representa la traición de Cristo muestra el momento en que Judas Iscariote lo identifica ante las autoridades vigilantes con un beso de saludo y, al mismo tiempo, lo envuelve en su capa. Mientras lo hace, Cristo lo mira con calma sin pestañear.

En lugar de depender de lo sublime, Giotto suaviza la imagen de lo sagrado, haciéndola sentir más cerca, llevándola, por así decirlo, a la tierra. Esta nueva humanidad es especialmente visible en gestos que han perdido totalmente toda calidad litúrgica. A pesar de su dignidad, solemnidad, reserva, autocontrol, estos son gestos cotidianos. En sus frescos anteriores para la iglesia de San Francesco en Asís, una personalidad juvenil se esforzaba por expresarse; En Padua, estamos en presencia de un dominio total y un poder increíble.

NOTA: Ver también El Lamentación de cristo (c.1305) de Giotto: otra escena del ciclo de frescos en la Capilla Scrovegni.

La importancia de Giotto

Cuando se trata de evaluar la importancia de Giotto Arte bíblico En la Capilla Scrovegni, vale la pena escuchar la opinión del alumno de Giotto, Cennino Cennini (c.1360-1420), autor del Tratado de pintura: "Giotto tradujo el arte de pintar del griego al latín". Esto es lo que convirtió a Giotto en un héroe nacional: fue el promotor de un estilo completamente nuevo de pintura, liberado de Arte bizantino, del helenismo y recordando a todos el glorioso pasado de la antigua Roma.

En términos simples, antes de que Giotto comenzara a poblar su pinturas religiosas Con personas realistas y tridimensionales, la rigidez de las figuras pintadas en el estilo bizantino convencional junto con el espacio plano unidimensional que ocupaban, hacía casi imposible para el espectador empatizar o "conectarse" con el tema. Luego viene Giotto y crea personas reales, con rostros individuales reales del tipo que uno podría ver en la calle, y de repente sus pinturas tienen un impacto real.

La naturalidad y la humanidad de Giotto serían la base de la Renacimiento italiano, sobre el cual Masaccio y después, Leonardo y Miguel Ángel, desarrollaría los principios fundamentales del arte occidental. La pintura nunca volvería a ser la misma.

Análisis de otras pinturas prerrenacentistas

Para una interpretación de otras pinturas del trecento italiano, vea los siguientes artículos:

EXPRESIONES DE GRATITUD
Agradecemos el uso del material de "100 Masterpieces of Painting" escrito por Michel Nuridsany (2006, Flammarion), una referencia muy instructiva para cualquier estudiante de arte visual.