Enrique Matisse. Vista Traductor traducir

Entre los maestros de la cultura de la Europa occidental del siglo XX, Henri Matisse ocupa un lugar excepcional como artista y como pensador. El brillante y enorme talento del artista determinó en gran medida el desarrollo de las bellas artes modernas en casi todas sus posibles manifestaciones.

Toda su vida, Henri Matisse estuvo en una búsqueda incesante. En un esfuerzo por lograr la expresión más eficaz y al mismo tiempo armoniosa, cambió sus herramientas artísticas y se cambió a sí mismo. Sin embargo, cada vez, sometiéndose por un tiempo a una nueva impresión fuerte, Matisse la absorbía como una esponja y luego la procesaba creativamente de acuerdo con su propia visión del mundo.

Matisse heredó y generalizó en su obra la riqueza espiritual y los mejores rasgos de la cultura del pasado y de la cultura de su tiempo. Notable pintor, dibujante y grabador, ilustrador y maestro del diseño de libros, decorador mural, artista de teatro, escultor, ceramista, maestro de tapicería y vidrieras, creador de un nuevo tipo de arte decorativo -recortes de papel pintados con gouache- tal fue el gama creativa más amplia de Matisse.

En los últimos años de su vida, utilizando papel y tijeras de colores ordinarios, Henri Matisse creó aplicaciones que produjeron un efecto sorprendente de sonido de color sinfónico, musicalidad rítmica de líneas y armonía compositiva absoluta. El pináculo de estos experimentos fue su único libro, que él mismo escribió e ilustró, llamado "Jazz", que ahora ocupa un lugar especial en el legado de Matisse, presentado íntegramente en la exposición.

120 litografías de las obras de Henri Matisse, presentadas en la exposición, demuestran su energía inagotable como artista y como filósofo. Todos ellos van acompañados de textos de sus artículos, libros, cartas y reflexiones.

La obra de Matisse no puede caracterizarse en el marco de ninguna dirección en particular, ya que constantemente fue más allá de cualquier límite que lo limitara, una y otra vez apresurándose hacia donde nadie había llegado antes.

Toda la vida de Matisse, como su arte, se convirtió en una larga resistencia, en una conquista, en una larga, paciente, a veces dolorosa, difícil, pero firme y hermosa imagen de libertad.