Exposición de fotografías personales de Georgy Rozov "Gaining Wings" Traductor traducir

Siempre habrá contradicciones internas en la fotografía. Por un lado, máxima accesibilidad, que permite a todo el mundo hacerse una foto con cámara. Por otro lado, existe un secreto casi absoluto de los procesos que tienen lugar en el interior.

Lo más probable es que esta dualidad sea lo que hace de la fotografía un arte. Le da la fuerza del desarrollo interno. Las generaciones de tecnologías cambian una tras otra: química, placas, película, matriz, inteligencia artificial. Es muy fácil creer que "se trata de tecnología". Pero este, por supuesto, no es el caso, lo cual ha sido plenamente probado por Georgy Rozov.

“Cuando comencé a filmar con un dron en 2018, ya sabía lo que quería ver y mostrar. Me gustan los lugares donde ya se han filmado multitudes de personas con cámaras y me siento como un ilusionista que, frente a todos, saca un conejo de un sombrero vacío. "

Los lugares sobre los que el autor eleva su dron son realmente conocidos por todos: Kolomenskoye, el Kremlin, VDNKh. Además, cualquier persona con un dron puede despegar y despegar. Es en esta oportunidad que se manifiesta el milagro fotográfico: la corona de oro de Nika, el aire vespertino del terraplén del Kremlin, la caligrafía de los cruces de carreteras, los adornos de agua secreta de la "Amistad de los pueblos". Casi no hay tecnología en estas imágenes, o mejor dicho, no hay ganas de pensar en ello, en algunos píxeles y giroscopios. Para el autor, el color, la luz, el escorzo y quizás la oportunidad de mirar a los ojos de Gagarin son mucho más importantes. Georgy Rozov está haciendo todo lo posible para confirmar la famosa tercera ley de Clarke: "cualquier tecnología avanzada es indistinguible de la magia".