Cuadro de Vera Lavrova 300 palabras Traductor traducir

La exposición se realiza en el marco del proyecto “Recordamos vuestros nombres. Las obras de los artistas más antiguos de Kaluga”.

Con motivo del centenario del nacimiento de la autora, se ha organizado una pequeña exposición de las obras de Vera Mijáilovna Lavrova (1924-1993), cuya vida está relacionada en gran parte con Kaluga. Sus cuadros, pintados en diferentes épocas, principalmente al aire libre, hace tiempo que se distribuyen "por sus destinatarios": se instalan entre los conocedores de su obra y sólo unos pocos entran en el museo tras la muerte de la artista. La mayor parte del tiempo la artista tuvo que dedicarse a cumplir con tareas de producción, principalmente a decorar diversos locales, que le proporcionaban los medios de subsistencia. Al ser una persona modesta, no aspiraba a estar constantemente en el ojo público, aunque participaba regularmente en exposiciones zonales y colectivas.

La biografía de Vera Mijáilovna no es complicada. Nació en una familia de clase obrera en la ciudad de Kyshtym, en la región de Cheliábinsk. Después de terminar ocho grados, se mudó a la ciudad de Talitsa, en la región de Sverdlovsk, donde completó su educación secundaria en 1944. En 1944-1949, estudió en la Escuela de Arte de Sverdlovsk, donde recibió el título de profesora de dibujo y diseño. Luego, en 1949-1951, trabajó en la Escuela Pedagógica de Uryupinsk en la región de Stalingrado, después de lo cual en 1962 se mudó a Kaluga, con la que conectó toda su vida posterior. Trabajó en los talleres de arte y producción de Kaluga del Fondo de Arte de la RSFSR.

Como lo atestiguan algunos cuadros, en su mayoría de tipo esbozado, su autora tenía una buena formación profesional y, a juzgar por su amplio estilo pictórico, tenía un fino sentido del color. Un autorretrato relativamente temprano se distingue por un modelado enérgico del volumen, que transmite la fragilidad de la figura y un estado de tensión. La compleja composición "El antiguo bazar de Tarusa" está realizada con trazos ricos, en tonos cálidos. En diferentes épocas del año, Vera Mikhailovna pintó con gusto el pintoresco pueblo de Sivkovo, como se puede ver en las obras de pequeño formato "Verano. Pueblo de Sivkovo", "Primavera en el pueblo", "Otoño en Sivkovo". El paisaje "Molino en invierno" causa una fuerte impresión. Lavrova también recurrió a temas cotidianos, como lo demuestran dos versiones de "En el quiosco" y la escena lírica "Voces de primavera". Un lugar especial en su obra lo ocupan los paisajes urbanos, las naturalezas muertas y los temas asociados con la personalidad de KE Tsiolkovsky.

Las obras aquí mencionadas, así como otras obras supervivientes de VM Lavrova, nos convencen de que el verdadero talento del artista se evidencia claramente no sólo en lienzos de gran tamaño, sino también en miniaturas modestas, calentadas por el sentimiento del autor, que percibe sensiblemente la belleza genuina.