In the sun. Portrait of Ilya Repin Ilya Repin (1844-1930)
Ilya Repin – In the sun. Portrait of Ilya Repin
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Pintor: Ilya Repin
El año 1900 supuso un segundo matrimonio para Ilya Repin. Su prometida era la hija del almirante, la escritora Natalia Nordman-Severova, a cuyo nombre adquirió una mansión en el pueblo de Kuokkala que llamó Penates. Al mismo tiempo tuvo un desafortunado y simplemente fatal accidente: su mano derecha se negó a funcionar, por lo que tuvo que volver a pintar. Hay que tener en cuenta que en esta época Repin vivía bastante recluido, no visitaba a sus amigos y no participaba en exposiciones, a pesar de que la finca del artista estaba situada en general no muy lejos de la capital. Cabe señalar que Repin estaba destinado a vivir en los corrales hasta el final de sus días.
Descripción del cuadro de Ilya Repin "En el sol".
El año 1900 supuso un segundo matrimonio para Ilya Repin. Su prometida era la hija del almirante, la escritora Natalia Nordman-Severova, a cuyo nombre adquirió una mansión en el pueblo de Kuokkala que llamó Penates.
Al mismo tiempo tuvo un desafortunado y simplemente fatal accidente: su mano derecha se negó a funcionar, por lo que tuvo que volver a pintar. Hay que tener en cuenta que en esta época Repin vivía bastante recluido, no visitaba a sus amigos y no participaba en exposiciones, a pesar de que la finca del artista estaba situada en general no muy lejos de la capital.
Cabe señalar que Repin estaba destinado a vivir en los corrales hasta el final de sus días. Como resultado de los tumultuosos acontecimientos que siguieron, Finlandia se separó de Rusia, que ahora es soviética.
El retrato de Nadezhda Repina, la hija del gran artista, también data de esta época. El tono del cuadro es inusualmente ligero y apacible: la chica, que pasea por el parque, ha decidido resguardarse del calor del día bajo un paraguas.
Va vestida según la moda del siglo pasado: una blusa blanca, adornada con un broche, y una falda con un cinturón ancho. Lleva un sombrero. El rostro de la mujer es extremadamente tranquilo y sereno y este idilio sólo puede ser roto por un abejorro que aparece de la nada. Hay que tener en cuenta que Repin, hasta el final de su vida, siguió siendo realista.
A pesar de que continuó escribiendo en el cambio de siglo, en su obra no hay ejemplos de experimentos impresionistas y simbolistas como "Demonio" Vrubel y "Amapolas en Arzhanteum" de C. Monet. Esto, sin embargo, no impidió a Repin crear cuadros psicológicamente muy precisos y "vivos". Esto se aplica plenamente al cuadro "En el sol".
Parece que unos momentos más y sentiremos el calor del mediodía, sentiremos el tentador olor de las hierbas y las flores, y en algún lugar cercano oiremos el zumbido de un abejorro volando hacia nosotros.
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Comentarios: 1 Ответы
Супер картина
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En el lienzo se observa a una joven retratada de medio cuerpo, en un entorno que sugiere un día soleado al aire libre. La figura femenina ocupa casi toda la extensión del cuadro, destacando su presencia y capturando la atención del espectador.
La mujer viste un vestido claro, probablemente de lino o algodón, con detalles delicados como volantes y encajes en el cuello y las mangas. Un cinturón oscuro marca su cintura, contrastando con la palidez de la tela. Porta un sombrero de paja amplio que proyecta una sombra sobre parte de su rostro, añadiendo misterio a su mirada. En su mano derecha sostiene un paraguas negro abierto, elemento que sugiere protección contra el sol pero también puede interpretarse como un símbolo de distinción social o incluso un rasgo de personalidad reservada.
La pincelada es suelta y vibrante, con toques de color que sugieren la luz y las sombras del paisaje circundante. El fondo se difumina en tonos verdes y ocres, insinuando vegetación y posiblemente una colina o jardín. La artista ha empleado un tratamiento de la luz que enfatiza el rostro de la retratada, resaltando sus ojos y su sonrisa sutil.
La expresión de la joven es serena y contemplativa; no se trata de una pose formal, sino más bien de un instante capturado en la vida cotidiana. Su mirada directa al espectador establece una conexión íntima, invitándolo a compartir su momento de tranquilidad.
Subyacentemente, la pintura podría evocar temas relacionados con la feminidad, la juventud y el estatus social. La vestimenta elegante y el entorno privilegiado sugieren un contexto burgués o aristocrático. El paraguas, además de su función práctica, puede interpretarse como un accesorio que denota refinamiento y distinción. En general, la obra transmite una sensación de calma, belleza y elegancia discreta, reflejando quizás los valores y aspiraciones de la época en que fue creada.