Summer (Portrait of O. F. Serova) Valentin Serov (1865-1911)

Descripción del cuadro "Verano" de Valentin Serov (Retrato de O. Serova)

Siete años después, tras la publicación de La muchacha iluminada por el sol, Valentín Serov pinta otro cuadro impresionista, Verano, en el que representa a su amada esposa Olga. Aquí vemos un retrato plein air de una mujer con una blusa blanca clara, que la salva del calor del verano.

La pose tranquila de Olga transmite su equilibrio interior, su retrato está en armonía con su entorno. Detrás de Olga los niños retozan en la frondosa hierba, aún no agotados por el calor de la mañana. El bosque del fondo de Olga Serova está representado de forma muy aérea y dinámica, podemos sentir el susurro de las hojas de abedul que crujen con la ligera brisa.

Si comparamos el cuadro "Verano" y "La muchacha a la luz del sol", se puede observar, en primer lugar, el énfasis que puso el artista en representar a su mujer a la sombra de la casa de madera. En primer lugar, vemos unos rasgos faciales pintados con precisión y poca profundidad, que detallan su imagen suave y a la vez perceptiva. El ala de un sombrero de paja no puede ocultar la profundidad de los ojos azules de la amada esposa de Serov, su imagen rebosa ternura y cuidado.

En su imagen se aprecia cierta inclinación y rigidez, pero esto también representa el encanto especial de su retrato, como si hubiera sido captada accidentalmente por la cámara disfrutando de la vista del estanque o de la sprouse de su finca favorita. Serov retrata a Olga Fiódorovna como modesta, tímida y algo apocada, tal y como era en realidad. Para Serov, su mujer es la criatura más frágil y delicada del mundo, lo que se entiende por la forma en que se creó su imagen.

La sensación de verdadero calor veraniego, la luz del sol y la quietud del bosque en la época estival están impregnadas en la composición de Summer de Valentin Serov. Su obra está hecha con gran aporte espiritual también por la razón de que retrató a las personas más importantes de su vida, que no le abandonaron ni un momento. Las imágenes están impregnadas de ligereza, del encanto de la infancia feliz y, por supuesto, del amor.