Jean-Léon Gérôme – Reception del Gran Conde por Luis XIV, Versalles, 1674
Ubicación: Orsay Museum (Musée d’Orsay), Paris.
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Comentarios: 1 Ответы
Такой блеск! Прям глаза слепит.
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En esta composición se observa una escena palaciega de gran escala, dominada por una monumental escalera que asciende hacia un espacio interior ricamente decorado. La arquitectura es imponente, con columnas corintias y esculturas en los muros superiores, sugiriendo un edificio de proporciones colosales.
El foco principal reside en la figura central, vestida con atuendos suntuosos y una peluca elaborada, que recibe homenaje o reverencia. A su alrededor se agrupa una multitud numerosa, compuesta por hombres y mujeres ataviados con ropajes elegantes del siglo XVII. La disposición de las figuras es jerárquica; los personajes más cercanos al centro parecen pertenecer a la nobleza o corte, mientras que aquellos en las galerías superiores sugieren un público observador.
La paleta cromática se caracteriza por tonos dorados, rojos intensos y azules profundos, reforzando la sensación de opulencia y poder. La luz incide directamente sobre el personaje central y los individuos más cercanos, creando contrastes que enfatizan su importancia.
Numerosas banderas y estandartes ondean a lo largo de las galerías, posiblemente representando diferentes territorios o linajes nobles. El uso de estos símbolos apunta a una demostración de autoridad política y militar. La presencia de guardias armados en la base de la escalera sugiere un ambiente controlado y vigilado.
Subtextos potenciales:
La pintura parece representar un acto formal de reconocimiento o bienvenida, posiblemente la recepción de un dignatario extranjero o el regreso triunfal de una figura importante. El despliegue de riqueza y ceremonial apunta a la consolidación del poder absoluto de quien recibe homenaje. La arquitectura grandiosa y los detalles lujosos funcionan como símbolos de estatus social y dominio económico.
La multitud, aunque numerosa, parece estar observando pasivamente el evento central, lo que podría indicar una sociedad estratificada donde la participación activa está reservada para unos pocos privilegiados. El control visual ejercido sobre el espacio –la escalera como punto focal, las banderas como marcadores de identidad– sugiere un intento deliberado de construir y proyectar una imagen específica de autoridad y legitimidad. La escena en su conjunto transmite una fuerte sensación de teatralidad y artificialidad, donde la representación del poder es tan importante como el propio poder.