Girl Reading a Letter at an Open Window Johannes Vermeer (1632-1675)

Descripción del cuadro de Jan Vermeer "Muchacha leyendo una carta en una ventana abierta".

Jan Vermeer fue un artista holandés, maestro del retrato de género y de la pintura doméstica. Se sabe poco de su vida y gran parte de su biografía se basa en especulaciones. A pesar de ello, se le conoce por sus cuadros y se le llama uno de los grandes maestros de la edad de oro del arte holandés.

No tenía alumnos, sólo una familia y pinturas. En sus cuadros representaba la vida que veía a su alrededor.

"Una chica leyendo una carta en una ventana abierta" está llena de detalles. La mesa está cubierta por una manta en pintorescos pliegues. La ventana está cubierta por una celosía decorativa con un diseño sencillo. Una luz tenue parece caer en la habitación, un día nublado de primavera o verano; la cortina roja se aparta y la fruta se esparce por la mesa. Una chica -joven, apenas mayor de veinte años- con un cabello elaborado está leyendo una carta, sosteniéndola a la luz.

Su rostro está concentrado y un poco triste, como si la carta dijera algo que la entristece. Quizá su amante no pueda acudir a la cita. O él está enfermo y ella está preocupada por él. Sólo se puede especular, pero la propia imagen respira paz y una leve tristeza.

Pero, simbólicamente, las manzanas y los melocotones que caen del cuenco indican la caída de Adán y Eva en el pecado, y la ventana abierta indica el deseo de escapar, de cambiar, de ser libres. Tal vez la chica no esté realmente triste, sino decidiendo si huir con su amado, irse de casa con él. O tal vez sea más simple y sólo quiera acostarse con él en algún lugar de la hierba alta, escapando del cuidado de sus padres.

El hecho de que la carta provenga precisamente de su amante y no de sus padres o de su novia se demuestra también por el hecho de que en una versión anterior había un cupido detrás de la cortina, que luego fue levantada y ocultada por el artista. Pero el mensaje básico no ha cambiado. El amor es eterno y los océanos de pasión pueden a veces esconderse detrás de los rostros humanos.

La chica está leyendo una carta junto a la ventana. Y de quién está leyendo, nos queda la duda.