Vincent van Gogh – Sunflowers Part 6 National Gallery UK

Descripción del cuadro Girasoles de Vincent van Gogh

El cuadro está lleno de color y vida. Pero muchos conocedores del arte, muchos críticos, concluirán que todo está demasiado "encendido" de color. Los colores anaranjados saturados y los amarillos brillantes son un signo de trastorno mental, como atestiguan muchos cuadros de este artista.

No hay una idea clara de los girasoles en la imagen, todo parece revuelto, pegajoso y caótico.

El artista dijo una vez que los cuadros, o más bien lo que representan, no son un producto de su imaginación, no son la realidad que nos rodea, sino los susurros de los demonios, y para detener esas voces en su cabeza, trató de hacer lo que ellos querían.

Como los girasoles de una serpiente de cien cabezas que te miran fijamente, arrastrándote a su propio, mágico y desordenado mundo, quieres fijar su posición en el jarrón. Sin embargo, aquí no se ve un jarrón; es sólo una jarra de arcilla. Por un lado, el cuadro es nauseabundamente sencillo y monótono, pero por otro es tan emotivo que ese color amarillo brillante te carcome la conciencia.

La mancha roja, que parece el núcleo de una cabeza de girasol, es muy llamativa. En todo el cuadro no hay transiciones de color duras y aquí, un rojo intenso. Es como si la realidad estallara del estado monótono de las cosas en la mente del artista.

"Girasoles" es una especie de ciclo "divagante" de cuadros que representan girasoles. En su trabajo sobre estos ciclos, el artista utilizó la técnica del impasto, que tiene la propiedad de aplicar una gruesa capa de pintura utilizando no sólo pinceles sino también un cuchillo ordinario.

Así, la superficie se vuelve áspera, como si se pudieran sentir todas las sutilezas de la imagen. El relieve de la imagen hace que parezca más real.