Felling Ivan Ivanovich Shishkin (1832-1898)
Ivan Ivanovich Shishkin – Felling
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Pintor: Ivan Ivanovich Shishkin
Ubicación: The State Tretyakov Gallery, Moscow (Государственная Третьяковская галерея).
Los artistas rusos siempre han tratado de celebrar en sus cuadros la belleza y la majestuosidad de toda la naturaleza, que durante muchos años ha sido objeto de admiración. El cuadro de Shishkin La tala del bosque fue una de esas obras, que dio lugar a una nueva tendencia en el arte de la pintura. No es casualidad, porque el propio autor nació en un pintoresco rincón del país, en la localidad de Elabuga.
Descripción del cuadro de Ivan Shishkin "La tala del bosque".
Los artistas rusos siempre han tratado de celebrar en sus cuadros la belleza y la majestuosidad de toda la naturaleza, que durante muchos años ha sido objeto de admiración. El cuadro de Shishkin La tala del bosque fue una de esas obras, que dio lugar a una nueva tendencia en el arte de la pintura.
No es casualidad, porque el propio autor nació en un pintoresco rincón del país, en la localidad de Elabuga. Al observar el cuadro podemos ver claramente que estamos ante un majestuoso bosque de coníferas, representado por altos abetos, piceas y otros árboles. Esto es típico de las regiones del norte y de la taiga de nuestra patria. Sin embargo, algunos se preguntan: ¿por qué un bosque es más un tesoro nacional que una llanura?
El hecho es que los bosques representan una riqueza y un tesoro de todo el pueblo ruso, porque son más prácticos y rentables para vivir. Proporcionan al ser humano leña, en forma de árboles talados, papel y mucho más. Por ello, muchos se sintieron atraídos por esta belleza e inaccesibilidad. Más aún porque siempre ha sido necesario para que el hombre sobreviva en esas condiciones.
El cuadro data de 1867, una época en la que las leyes estaban siendo anuladas. Así que el bosque se ha convertido en una protección y un apoyo para muchas personas. La gente aprendió a construir casas con tablones de madera, por lo que se hizo mucho más cómodo vivir en ellas. Pero el bosque no sólo era bueno para el consumo: también podía dar tranquilidad y creer en una vida mejor. Los altos árboles, los esbeltos pinos te ayudan a hundirte en el abismo de la vida sencilla.
Si te fijas bien, puedes observar que el paisaje está pintado por la tarde. Se puede ver claramente que los árboles dan sombra según el movimiento del sol. Los ilumina en su mejor momento y podemos ver todo el encanto y la belleza de los abetos que se abren ante nosotros. Ya se han talado un par de ellas, pero nada se detiene, así que la vida sigue.
Uno de los temas favoritos del cuadro era el de los helechos que extienden majestuosamente sus hojas y se encuentran en primer plano a la sombra de los árboles. Y así armonizan maravillosamente entre sí.
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Comentarios: 1 Ответы
Вот уже 40 лет эта картина радует глаз дома на стене. Только размером чуть поменьше и написана моим отцом, самобытным художником. Копия отличная. Я даже горд за неё. Вечная память Ивану Васильевичу (мой батя) да и Ивану Ивановичу (автору).
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La obra presenta una escena boscosa tras un evento de tala reciente. En primer plano, troncos derribados yacen sobre un lecho de musgo y vegetación baja, evidenciando la intervención humana en el paisaje natural. Los árboles caídos muestran cortes limpios, lo que sugiere un proceso deliberado más que un desastre natural.
El autor ha prestado especial atención a los detalles del suelo forestal: helechos, hongos y una variedad de plantas cubren la superficie, creando una textura rica y compleja. La luz se filtra entre las copas de los árboles restantes, iluminando selectivamente ciertas áreas y proyectando sombras profundas sobre otras. Esta manipulación lumínica acentúa el contraste entre la vitalidad del bosque intacto y la destrucción causada por la tala.
En segundo plano, una densa arboleda se extiende hacia un horizonte difuso, donde montañas apenas visibles sugieren profundidad y vastedad. La paleta de colores es predominantemente terrosa, con tonos verdes, marrones y ocres que evocan la naturaleza salvaje. Sin embargo, la presencia de árboles blancos y desprovistos de hojas en el centro del cuadro introduce una nota de melancolía y quizás presagio.
La composición sugiere un equilibrio entre la belleza natural y la acción destructiva. La tala no se representa directamente; más bien, sus consecuencias son lo que domina la escena. Esto podría interpretarse como una reflexión sobre el impacto del ser humano en el medio ambiente, o como una meditación sobre la fragilidad de la naturaleza frente al progreso.
La presencia de un pequeño claro con restos de fuego a la derecha insinúa la posible utilización de los recursos talados y refuerza la idea de una explotación sistemática del bosque. En general, la pintura transmite una sensación de quietud perturbada, donde la armonía original se ha visto alterada por la actividad humana, dejando tras de sí un rastro visible de pérdida y transformación.