Rembrandt Harmenszoon Van Rijn – Old man wearing a gold chain
Ubicación: The Old Masters Art Gallery (Gemäldegalerie Alte Meister), Kassel.
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Comentarios: 1 Ответы
Потрясающе! Такое впечатление, что если сейчас дунет ветер, волосы и борода зашевелятся. А глаза! Уставшие глаза пожилого человека, с глубоким взглядом. Впервые вижу эту картину, очень впечатлило. Спасибо за такой прекрасный сайт, увидела много интересного.
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En el lienzo se presenta un retrato de un anciano, ocupando casi toda la extensión del marco. La figura es retratada de medio busto, con una mirada directa al espectador que establece una conexión inmediata y perturbadora. El rostro está marcado profundamente por las arrugas, surcos y pliegues propios de la edad avanzada; estos rasgos sugieren una vida larga y posiblemente difícil.
El cabello, abundante y canoso, se presenta desordenado y con un volumen considerable, contribuyendo a la sensación de fragilidad y abandono. Una barba extensa y también gris cubre gran parte del rostro, añadiendo peso visual y acentuando el carácter rústico y terrenal del personaje.
La iluminación es dramática, característica del claroscuro. La luz incide principalmente sobre el rostro y las manos, resaltando la textura de la piel y los detalles de las arrugas, mientras que el resto del cuerpo y el fondo permanecen en una penumbra profunda. Este contraste acentúa la expresividad del anciano y dirige la atención hacia sus facciones.
El hombre viste una túnica oscura y sencilla, sin adornos ostentosos, lo cual contrasta con la cadena de oro que lleva al cuello. La presencia de este objeto lujoso introduce un elemento de ambigüedad en la representación. Podría simbolizar un pasado próspero, un estatus social perdido o incluso una ironía sobre la vanidad y la fugacidad de las riquezas materiales frente a la inevitabilidad del envejecimiento.
La paleta cromática es limitada, dominada por tonos terrosos, ocres y grises, lo que refuerza la atmósfera sombría y melancólica de la obra. La pincelada es visible y enérgica, especialmente en el cabello y la barba, transmitiendo una sensación de realismo y crudeza.
Subtextualmente, la pintura parece explorar temas como la vejez, la mortalidad, la pérdida y la condición humana. El anciano no se presenta idealizado; su rostro revela las huellas del tiempo y la experiencia, invitando a la reflexión sobre el paso de los años y la fragilidad de la existencia. La mirada penetrante sugiere una sabiduría adquirida con el sufrimiento, pero también un cierto grado de resignación o incluso desesperanza. El contraste entre la sencillez de su vestimenta y la cadena de oro plantea interrogantes sobre su historia personal y su relación con el mundo material. En conjunto, la obra invita a contemplar la complejidad del ser humano y la inevitabilidad del destino.