Friedrich, Caspar David. Swans in the reeds Hermitage ~ part 12
Hermitage ~ part 12 – Friedrich, Caspar David. Swans in the reeds
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Friedrich fue un famoso pintor alemán seguidor del Romanticismo. Al igual que otros seguidores del movimiento, creía que el mundo entero estaba contenido en el hombre, que nada era más valioso para el hombre y su personalidad, y que las emociones eran preciosas. Sus cuadros, al igual que los de otros románticos, están siempre llenos de colores muy brillantes y muy puros, y a veces reflejan la realidad de forma ligeramente exagerada.
Descripción del cuadro Cisnes en las cañas de Caspar Friedrich
Friedrich fue un famoso pintor alemán seguidor del Romanticismo. Al igual que otros seguidores del movimiento, creía que el mundo entero estaba contenido en el hombre, que nada era más valioso para el hombre y su personalidad, y que las emociones eran preciosas.
Sus cuadros, al igual que los de otros románticos, están siempre llenos de colores muy brillantes y muy puros, y a veces reflejan la realidad de forma ligeramente exagerada. Exageradamente ligero o brillante, por ejemplo. Cada cuadro tiene una imagen central en torno a la cual se centra, o una línea central en la que se basa: un barco, un faro, la línea del horizonte, el reflejo del sol en el mar.
"Swans in the Reeds" no es una excepción. La primera vez que se mira, la atención se centra inevitablemente en los cisnes: uno tiende la mano al otro, que, en cambio, inclina el cuello hacia atrás, mirando un poco burlón, un poco abatido. Se sientan en los juncos, acurrucados aparentemente para pasar la noche, sus cuellos arqueados con altivez, sus ojos atentos y negros.
Las mullidas plumas blancas de sus alas proyectan sombras amarillas, y los propios pájaros parecen vivos, listos en cualquier momento para agitarse, crujir y ponerse cómodos. Bajo los cisnes y los juncos oscuros, casi negros, hay un estanque.
Aguas oscuras y profundas, en las que casi nadie pensaría en nadar, pequeñas flores rojas que se extienden hacia el sol en la misma orilla. Por encima de ellos está el cielo, al que se presta mucha atención. Es brillante y luminoso, lleno de reflejos azules y amarillos, parece agua a punto de salpicar. Sobre el fondo de los juncos negros aparece brillante, un contraste insoportable, y el cuadro parece dividido en dos mitades.
Una mitad es el cielo. La otra mitad es el estanque y los cisnes. Se contraponen lo terrenal y lo ordinario, lo bello y lo familiar, lo celestial -brillante y sobrecogedor-, lo sobrenatural y lo maravilloso.
Y, como si estuviera de acuerdo consigo mismo, uniendo las dos mitades en un solo cuadro, el artista concluye que son una misma cosa, imposible la una sin la otra.
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La imagen tiene algo de esto: agua, oceano, submarino, mar, pescado, tropical, ambiente, paisaje, naturaleza, arrecife, ligero, nadando, ecosistema, marina, exótico, fauna silvestre, hermosa, lago.
Tal vez sea un cuadro de un cisne nadando en una masa de agua con juncos en primer plano y un sol poniente en el cielo al fondo.