Waterfall. 1868 Alexey Kondratievich Savrasov (1830-1897)
Alexey Kondratievich Savrasov – Waterfall. 1868
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Pintor: Alexey Kondratievich Savrasov
Shishkin, Levitan, Korovin, Savrasov... Grandes nombres que ensalzaron la belleza de Rusia y de más allá. A menudo estos artistas viajaban a Europa o muy cerca del Cáucaso. Levitan con gusto en los lienzos representó crestas de las montañas de los espacios caucásicos. Obviamente, Savrasov tampoco pudo resistir la tentación de representar algo montañoso. Y aquí está: un paisaje que en su magnificencia no tiene nada que envidiar a ninguno de sus cuadros ni a los de sus colegas.
Descripción del cuadro La cascada de Alexei Savrasov
Shishkin, Levitan, Korovin, Savrasov... Grandes nombres que ensalzaron la belleza de Rusia y de más allá. A menudo estos artistas viajaban a Europa o muy cerca del Cáucaso. Levitan con gusto en los lienzos representó crestas de las montañas de los espacios caucásicos.
Obviamente, Savrasov tampoco pudo resistir la tentación de representar algo montañoso. Y aquí está: un paisaje que en su magnificencia no tiene nada que envidiar a ninguno de sus cuadros ni a los de sus colegas. Lo tiene todo: puertos de montaña al fondo y robles eternos en la orilla de la cascada. La cascada es la fuerza principal de la naturaleza de las montañas. Y la precisión con la que el artista logró captar el juego de la luz y el sol.
El lienzo es casi oscuro en alguna parte y bastante claro en otra. Se trata de una habilidad asombrosa para no exagerar, para encontrar la media de oro en la representación del elemento más complejo de la imagen: la luz y la sombra. Esta filigrana es increíble. Pero lo que más llama la atención en este cuadro es la sensación del sonido de la cascada. Uno tiene la impresión de escuchar su vida, de oír su sonido constante e incluso monótono. Es como un motor eterno.
Savrasov es uno de esos grandes pintores de paisajes que casi nunca se olvidan de esbozar detalles. Fíjate en las piedras, en cómo están dibujadas de forma clara y al mismo tiempo no muy brillante. De hecho, son los protagonistas del cuadro, porque sin ellos no habría cascada. Pero hay una cascada con su propio poder, su propia historia, su propia vida.
Pero vale la pena volver al diseño de luces y sombras. Se hace claramente compositivo, en el centro del lienzo. Es el punto de luz más brillante. Entonces, sólo da una buena sombra para el resto del lienzo y muestra lo que está en la sombra. En primer lugar, los lados de la cascada que están llenos de vegetación con bastante intensidad. Es comprensible, el agua y las plantas están interconectadas.
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Comentarios: 4 Ответы
ЭТО ЗАВОРАЖИВАЕТ И ПРИДАЕТ ТЕПЛОТЫ И СВЕЖИСТИ И ЧУВСТВУЕШЬ СЕБЯ СВОБОДНЫМ
каждый день любуюсь этой красотой у себя на стене
Так нравится этот шедевр, над кроватью висит отлично смотрится, а еще дополняет что я по фамилии Саврасова)
Боже, как красиво, талантливо и сказочно, как из фильмов-сказок А. Роу!
No se puede comentar Por qué?
La obra presenta una escena natural dominada por un curso de agua que desciende formando una cascada. El primer plano está ocupado por rocas y vegetación densa, con árboles robustos cuyas ramas se extienden horizontalmente, enmarcados por el follaje oscuro. La luz incide sobre las piedras y la espuma del agua, creando contrastes marcados entre zonas iluminadas y sombras profundas.
El autor ha empleado una paleta de colores terrosos y verdes oscuros, con toques de ocre y amarillo que resaltan el movimiento del agua y la vitalidad de la vegetación. La pincelada es detallista, buscando reproducir la textura de las rocas, la corteza de los árboles y la complejidad del entorno forestal.
En segundo plano, se vislumbra un valle iluminado por una luz difusa que sugiere la hora tardía del día o el amanecer. Esta apertura lumínica introduce una sensación de profundidad y calma en la composición.
La pintura evoca una atmósfera de serenidad y contemplación ante la fuerza y belleza de la naturaleza. La cascada, como elemento central, puede interpretarse como un símbolo del paso del tiempo, la renovación constante o incluso la fugacidad de la vida. La densa vegetación y los árboles imponentes sugieren la idea de un espacio salvaje e indómito, alejado de la influencia humana.
La composición se centra en la representación fiel del paisaje, pero también parece transmitir una cierta melancolía y reflexión sobre la relación entre el hombre y su entorno natural. La ausencia de figuras humanas refuerza esta sensación de soledad y aislamiento, invitando al espectador a sumergirse en la contemplación silenciosa de la escena.