Round Dance in the village. 1873-1874 Alexey Kondratievich Savrasov (1830-1897)
Alexey Kondratievich Savrasov – Round Dance in the village. 1873-1874
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Pintor: Alexey Kondratievich Savrasov
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Pintado por Savrasov en 1873-1874 en óleo sobre lienzo. El estilo en la pintura es el realismo. El género es la pintura de género. Savrasov es uno de los grandes artistas del siglo XIX. Dejó obras de incalculable valor para nuestro país. La formación de su arte se produjo en los albores del género del paisaje en Rusia. Los pioneros siempre son difíciles. Un paso en falso y te olvidas para siempre de ti como artista. Pero Savrasov, al igual que Shishkin, fue capaz no sólo de reflejar en su arte el amor por los motivos autóctonos, sino también de transmitirlo al espectador.
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Descripción del cuadro de Alexei Savrasov "Danza redonda en el campo".
Pintado por Savrasov en 1873-1874 en óleo sobre lienzo.
El estilo en la pintura es el realismo. El género es la pintura de género.
Savrasov es uno de los grandes artistas del siglo XIX. Dejó obras de incalculable valor para nuestro país. La formación de su arte se produjo en los albores del género del paisaje en Rusia. Los pioneros siempre son difíciles. Un paso en falso y te olvidas para siempre de ti como artista.
Pero Savrasov, al igual que Shishkin, fue capaz no sólo de reflejar en su arte el amor por los motivos autóctonos, sino también de transmitirlo al espectador. Pintaron muchos poemas y prosa sobre sus temas. Estos artistas ensalzaron la belleza de la naturaleza rusa y la fuerza del alma de nuestro pueblo.
Los cuadros de Savrasov son conocidos por todos en nuestro país. Conocemos el cuadro "Los Grajos han llegado" de nuestra asignatura de literatura del instituto. Su obra "Baile redondo en el pueblo" muestra al espectador una sencilla vida de pueblo de los siglos pasados. Los chicos y chicas jóvenes pasaban el tiempo dirigiendo bailes redondos, cantando canciones y saltando sobre las hogueras.
Las personas mayores se sentaron y vitorearon a los alegres muchachos, recordando sus años de juventud. La ropa del pueblo ruso era sencilla, pero muy hermosa. Todos los vestidos de verano de las mujeres y los caftanes de los hombres estaban bordados con dibujos hechos a mano. Todos eran diferentes entre sí. La ropa era modesta, pero muy bonita y brillante. Las chicas tejían coronas y los chicos se dedicaban a tallar madera. Todo en esa vida era simple y romántico.
Savrasov estaba lleno de amor por la cultura y la naturaleza rusas. Sus cuadros calientan el alma y te hacen lamentar los tiempos que han pasado sin retorno. Esos momentos en los que no había agresividad, ni conspiración, ni ira. Savrasov transmitía hábilmente el estado de ánimo en sus lienzos. Sus ejemplos en la pintura hicieron que el tema fuera realista.
Savrasov nos dejó su obra para que pudiéramos entender lo hermosa que era la vida en el campo ruso.
El lienzo está almacenado en la Galería Estatal Tretyakov. En Moscú.
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La obra presenta una escena campestre dominada por un grupo numeroso de personas en pleno baile circular. El espacio se define por un claro contraste entre el primer plano, ocupado por figuras individuales y detalles del entorno rural, y un fondo más difuso que sugiere un paisaje abierto con construcciones modestas.
El autor ha representado a los participantes en una danza tradicional, posiblemente festiva, ataviados con ropas coloridas que sugieren una identidad comunitaria específica. La paleta cromática es rica, aunque terrosa, con predominio de tonos ocres, rojos y azules apagados; sin embargo, la intensidad del color se concentra en las vestimentas, destacando a los danzantes sobre el fondo más neutro.
En el primer plano, a la izquierda, una figura anciana observa la escena con una actitud contemplativa, casi melancólica. A su lado, un grupo de niños parece participar activamente o al menos observar con curiosidad el desarrollo del baile. La presencia de estos personajes sugiere una transmisión generacional de costumbres y tradiciones.
La composición es dinámica, con el círculo danzante como eje central que irradia movimiento y energía. No obstante, la pincelada suelta y la falta de un contorno preciso en algunas áreas confieren a la imagen una sensación de espontaneidad e informalidad.
Subyacentemente, la pintura parece explorar temas relacionados con la identidad cultural, la comunidad rural y el paso del tiempo. El baile circular puede interpretarse como símbolo de unidad y cohesión social, mientras que la presencia de figuras de diferentes edades evoca la continuidad de las tradiciones a lo largo de las generaciones. La atmósfera general es nostálgica, sugiriendo una reflexión sobre un modo de vida en transformación o quizás amenazado por los cambios sociales y económicos. El paisaje rural, aunque idílico, no está exento de cierta crudeza, insinuando las dificultades inherentes a la vida campesina.