Portrait of the writer Maxim Gorky. 1905 Valentin Serov (1865-1911)

Descripción del cuadro "Retrato de Maxim Gorki" de Valentin Serov

En vísperas de la revolución de 1905, Valentin Serov retrata a Maxim Gorky. El trabajo se realiza con el espíritu de la época, dinámico y rebelde. Retratar a las personas significativamente difícil, pero mucho más interesante. El artista ha hecho todo lo posible para que el "Retrato de Gorki" se convierta en un reflejo tanto de la apariencia como de la profunda perspectiva filosófica del gran escritor.

Vemos en la imagen a un joven escritor Gorki. Los rasgos son fácilmente reconocibles: bigote frondoso, cejas ligeramente fruncidas, mirada seria. La figura del escritor destaca como un punto negro sobre un fondo claro y borroso. Nada distrae al espectador de la personalidad de Maxim Gorky. El retrato pinta los rasgos del retratado con el máximo detalle. Va vestido de negro. Lleva una camisa sencilla y unos pantalones metidos dentro de las botas.

Llama la atención el gesto de la mano derecha del escritor. El pincel se apoya en el pecho, como si el hombre mantuviera una tensa conversación con una persona ajena al cuadro. La dirección de la mirada de Maxim Gorky también se dirige a algún lugar más allá de los límites del cuadro. Se nos presenta inmediatamente esta conversación filosófica. El gran hombre de la literatura rusa está demostrando una de sus ideas. Al fin y al cabo, no sólo era un escritor brillante, sino también un pensador reflexivo.

La época revolucionaria está magníficamente reflejada en "Retrato de Gorki". La imagen del escritor está llena de dinamismo. La figura está pintada de forma majestuosa, no cabe dentro de los límites del lienzo. El artista ruso Serov quiso expresar su admiración personal por la actividad y la forma de pensar de Gorki.

El estilo del retrato se define como impresionismo. La técnica de pintura de la imagen causa admiración. Qué descuido deliberado fondo escrito y ropa negro del escritor, en marcado contraste con la sorprendente claridad en la visualización de los rasgos faciales. Serov juega audazmente con los contrastes, atrayendo al espectador a la personalidad del genio literario.