Jan Brueghel The Elder – Bacchanalia
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La composición presenta una escena exuberante y caótica poblada por un gran número de figuras humanas, predominantemente desnudas o semidesnudas, en un entorno boscoso denso. El autor ha dispuesto a los personajes en múltiples niveles, creando una sensación de profundidad y movimiento constante.
En el centro de la imagen, se distingue una figura masculina recostada sobre un lecho, coronado con hojas, que parece ser el foco principal de la reunión. A su alrededor, numerosos individuos participan en diversas actividades: danzan, beben vino, tocan instrumentos musicales, ofrecen frutos y flores, o simplemente yacen extasiados. La presencia recurrente de copas, uvas y otros elementos asociados al consumo de alcohol sugiere una celebración dionisiaca, un festín desbordado.
La luz incide sobre los cuerpos desnudos, resaltando su volumen y textura, mientras que las sombras profundas en el fondo del bosque añaden misterio y dramatismo a la escena. Se observa una gran variedad de edades entre los participantes, desde niños pequeños hasta adultos mayores, lo cual enfatiza la naturaleza universal de este tipo de rituales.
En primer plano, se encuentran objetos dispersos como ánforas rotas, instrumentos musicales y restos de comida, que contribuyen a la atmósfera de desenfreno y desorden. La inclusión de figuras satíricas o mitológicas, con rasgos animales o híbridos, sugiere una conexión con fuerzas primarias y salvajes.
Subtextualmente, la pintura parece explorar temas relacionados con el placer sensorial, la liberación de las inhibiciones sociales y la búsqueda del éxtasis a través de la embriaguez y la celebración comunitaria. La abundancia de cuerpos desnudos puede interpretarse como una representación de la fertilidad y la vitalidad, pero también como una advertencia sobre los peligros de la excesiva indulgencia y la pérdida del control.
La presencia de querubines volando en la parte superior de la imagen introduce un elemento celestial que contrasta con el carácter terrenal y carnal de la escena, sugiriendo quizás una dimensión espiritual o trascendente asociada a estos rituales. En general, la obra transmite una sensación ambivalente entre la alegría desenfrenada y la potencial decadencia moral.