Sleep grandmothers and granddaughters. 1829 Karl Pavlovich Bryullov (1799-1852)
Karl Pavlovich Bryullov – Sleep grandmothers and granddaughters. 1829
Editar atribución
Descargar a tamaño completo: 1000×831 px (0,2 Mb)
Pintor: Karl Pavlovich Bryullov
AMANECER. SILENCIO. SUEÑOS DE COLORES. El cuadro tiene una energía increíblemente alegre y está impregnado de una multitud de significados. Colores brillantes y agradables a la vista, que crean una atmósfera de ligereza y bondad del momento. Lo primero que llama la atención del espectador es la habitación inundada por la luz del sol de la mañana que parece iluminar los sueños secretos e íntimos de las heroínas de este cuadro. El sol muestra al espectador el sueño tranquilo y soñador de la abuela, que duerme, prácticamente inmóvil en su sueño, la manta que cubre uniformemente a nuestra heroína.
Descripción del cuadro de Karl Bryullov Sueño de una abuela y una nieta
AMANECER. SILENCIO. SUEÑOS DE COLORES.
El cuadro tiene una energía increíblemente alegre y está impregnado de una multitud de significados.
Colores brillantes y agradables a la vista, que crean una atmósfera de ligereza y bondad del momento. Lo primero que llama la atención del espectador es la habitación inundada por la luz del sol de la mañana que parece iluminar los sueños secretos e íntimos de las heroínas de este cuadro.
El sol muestra al espectador el sueño tranquilo y soñador de la abuela, que duerme, prácticamente inmóvil en su sueño, la manta que cubre uniformemente a nuestra heroína. Y también el sol muestra la poderosa energía de la nieta que gira en su sueño desde sus sueños dinámicos, arrojando la manta al suelo, y toda su postura de sueño sugiere que quiere cerrarse a la realidad antipática que la rodea.
El tema humorístico eleva el estado de ánimo. El artista, en la imagen de una mujer desnuda que se cierne en ropas transparentes, muestra a la reina de los sueños, con los sueños de las heroínas que se ciernen en sus ropas. Por encima de la abuela flota un sueño de su feliz juventud, donde es joven y coqueta con un joven igualmente joven. Sus sentimientos lúcidos por este hombre se evidencian en su sonrisa de felicidad en el sueño.
El retrato en la pared del dormitorio nos dice que son ella y el joven. Los sueños de la nieta no son tan tranquilos. Está plagada de pesadillas antes del amanecer con cruces y monstruos en dragones. La cama está arrugada, sus manos intentan cubrirse la cara ante el peligro inminente y sus pies están listos para huir...
Y sólo un espectador muy atento se dará cuenta de la ropa de día, que nuestras heroínas dejaron en la silla antes de irse a la cama. Aquí se observa exactamente lo contrario de los sueños. El vestido de la abuela es negro y se nota enseguida que en realidad sus pensamientos no son tan ligeros y alegres, pero el vestido de día de la nieta es amarillo y aireado, lo que también va en contra de sus ansiosos y horribles sueños, llenos de terroríficos paisajes de cementerios y monstruos que cabalgan en forma de dragón. Todo lo contrario de las características visibles en el exterior de la visión del mundo y las pasiones interiores de cada persona.
Así es como el artista mostró el plano invisible de los sueños, como si penetrara en los pensamientos más íntimos y los hiciera visibles.
Con su cuadro, el artista deja claro que no todo lo que se ve es cierto, sino que, por el contrario, la mayoría de las veces tiene el significado exactamente opuesto. Insta al espectador a no juzgar a un hombre por su ropa.
PARA VER LO INVISIBLE. LOS SUEÑOS Y LA REALIDAD.
Кому понравилось
Пожалуйста, подождите
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Necesitas iniciar sesión
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).



















No se puede comentar Por qué?
En el lienzo se observa una escena íntima y compleja que transcurre en lo que parece ser un dormitorio señorial. Tres figuras femeninas yacen dormidas sobre camas adyacentes. La disposición sugiere una relación generacional: una mujer mayor, presumiblemente la abuela, reposa en primer plano, mientras que dos mujeres más jóvenes, posiblemente nietas, se encuentran a su lado.
La figura de la abuela destaca por su vestimenta azul intenso y su postura relajada. Su rostro, aunque sumido en el sueño, transmite una serenidad palpable. Las nietas, con ropajes más ligeros –una con un manto rojo vibrante–, exhiben una desnudez parcial que acentúa su juventud e inocencia.
Un elemento perturbador irrumpe en la quietud de la escena: una figura espectral flota sobre las camas. Esta aparición femenina, vestida con ropas vaporosas y adornada con flores carmesí, parece observar a las durmientes con una expresión ambigua. Su presencia introduce un aura de inquietud y misterio.
En el fondo, dos retratos enmarcados cuelgan de la pared. Estos óleos sugieren una conexión con el pasado familiar y podrían representar antepasadas o figuras relevantes en la historia del linaje. La atmósfera general es densa y cargada de simbolismo. El uso de colores contrastantes –azul profundo, rojo intenso, tonos ocres– intensifica la sensación de drama y tensión emocional.
La pintura parece explorar temas relacionados con el sueño, la muerte, la memoria y la continuidad generacional. La aparición espectral podría interpretarse como una representación del pasado que acecha al presente o como un presagio de desgracia. La desnudez de las nietas, combinada con la presencia de la abuela dormida, evoca la fragilidad de la vida y la inevitabilidad del ciclo vital. El conjunto sugiere una reflexión sobre el paso del tiempo, la pérdida y la conexión entre los vivos y los muertos.