Madonna di Ognissanti Giotto di Bondone (1266-1337)
Giotto di Bondone – Madonna di Ognissanti
Editar atribución
Descargar a tamaño completo: 3373×5208 px (4,9 Mb)
Pintor: Giotto di Bondone
Ubicación: Uffizi gallery, Florence (Galleria degli Uffizi).
La famosa representación de la Virgen sentada en un trono fue pintada en Florencia por el hábil pintor Giotto Di Bondoni. Según han establecido los historiadores, el fresco se completó alrededor de 1310. El artista lo realizó especialmente para la iglesia franciscana. Al crear la Madonna d’Onisanti, el autor se ciñó a los cánones iconográficos tradicionales en la creación de su imagen. El parecido y la pose del niño también eran similares a imágenes parecidas.
Descripción del cuadro de Giotto Virgen con el Niño y dos ángeles
La famosa representación de la Virgen sentada en un trono fue pintada en Florencia por el hábil pintor Giotto Di Bondoni. Según han establecido los historiadores, el fresco se completó alrededor de 1310. El artista lo realizó especialmente para la iglesia franciscana.
Al crear la Madonna d’Onisanti, el autor se ciñó a los cánones iconográficos tradicionales en la creación de su imagen. El parecido y la pose del niño también eran similares a imágenes parecidas. Pero la única desviación de la iconografía de aquellos tiempos seguía ahí.
Los santos varones y los ángeles sentados alrededor del trono están representados con el rostro de perfil. Gracias a esta técnica, la composición ya no se parecía a una imagen de oración. Añadió acción y dramatismo a la composición.
En el fresco, la Santa Virgen está representada sentada medio girada hacia el espectador. Su majestuosa figura se ve acentuada por los profundos pliegues de su ropa. Su imagen está llena de peso y realismo. Sugiere que la Virgen es ante todo una mujer terrenal de carne y hueso, no una habitante del cielo.
En su regazo izquierdo está el niño Jesús, el futuro Salvador de la humanidad. La madre y el niño están sentados en un trono de oro, que simboliza el reino divino.
Este trono está rodeado de muchos personajes menores. Entre ellos están los ángeles celestiales y los santos. Sus figuras son considerablemente inferiores en densidad y escala a las de la Virgen. Sus ropas son cada vez más ligeras que las de ella. Los héroes que rodean a la Virgen tienen algo en común. Sus rostros están llenos de asombro. Miran con esperanza a la Virgen María y a su hijo.
El fresco "Madonna Ognissanti" es una de las obras más bellas y majestuosas del autor. Fue capaz de combinar la sutileza de lo divino con la densidad del mundo material. Cada personaje representado aquí tiene volumen y energía, una rareza en la iconografía de la época.
Кому понравилось
Пожалуйста, подождите
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Necesitas iniciar sesión
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).



















No se puede comentar Por qué?
En el centro de la composición, se observa una figura femenina sentada en un trono ricamente decorado. Viste un manto azul oscuro y un vestido rojo, colores que tradicionalmente simbolizan la realeza y la divinidad. Sostiene a un niño pequeño sobre sus rodillas; ambos personajes presentan una mirada frontal y serena, con rasgos faciales estilizados y poco individualizados.
El trono está flanqueado por seis figuras enmarcadas dentro de arcos ojivales: tres a cada lado. Estas figuras parecen representar santos o ángeles, identificables por los halos dorados que rodean sus cabezas y las vestimentas que portan. La disposición simétrica sugiere una jerarquía clara, con la figura central femenina como eje principal. En la parte inferior de la imagen, se presentan más figuras angelicales, también aureoladas, que parecen sostener o apoyar el trono.
El fondo es dorado, un recurso común en la pintura medieval que busca evocar la luz celestial y la trascendencia divina. La arquitectura del trono, con sus pináculos y arcos apuntados, remite al estilo gótico de la época.
La rigidez de las figuras y la falta de profundidad espacial sugieren una representación más simbólica que realista. El énfasis se encuentra en la transmisión de un mensaje religioso o espiritual, más que en la exactitud anatómica o la perspectiva naturalista. La paleta cromática es rica pero contenida, con predominio del azul, el rojo y el dorado.
Subtextos potenciales:
La imagen parece representar una escena de veneración a una figura materna divina y al niño Jesús. El trono elevado y la aureola dorada enfatizan su estatus sagrado. La presencia de los santos o ángeles refuerza la idea de un entorno celestial y la importancia del culto religioso. La simetría y el orden compositivo sugieren una búsqueda de armonía y perfección, valores asociados a lo divino. El uso del oro como fondo podría simbolizar la riqueza espiritual y la eternidad. La mirada frontal y serena de los personajes principales invita a la contemplación y la devoción por parte del espectador.