Hubert Robert – View of the Park of Méréville
Ubicación: National Museum (Nationalmuseum), Stockholm.
На эту операцию может потребоваться несколько секунд.
Информация появится в новом окне,
если открытие новых окон не запрещено в настройках вашего браузера.
Для работы с коллекциями – пожалуйста, войдите в аккаунт (abrir en nueva ventana).
Поделиться ссылкой в соцсетях:
No se puede comentar Por qué?
Análisis de la pintura
La obra presenta una vista panorámica de un parque cuidadosamente diseñado, dominado por elementos arquitectónicos y naturales que sugieren un ambiente de ocio aristocrático. En primer plano, se observa un curso de agua sereno, atravesado por pequeñas embarcaciones donde figuras elegantemente vestidas disfrutan de un paseo. La composición está estructurada en capas: la orilla inmediata con grupos de personas dedicadas a actividades recreativas – picnic, conversación, contemplación – y una elevación rocosa que sirve como transición hacia el paisaje más amplio.
Un puente de madera intrincado cruza el agua, actuando como un punto focal central. Su diseño, aunque funcional, exhibe cierta sofisticación estética, integrándose con la naturaleza circundante pero a su vez destacando la intervención humana en el entorno. Más allá del puente, una columna imponente se alza sobre una colina, evocando referencias a la antigüedad clásica y posiblemente simbolizando poder o estatus social. A lo lejos, se distingue una estructura palaciega, indicando la presencia de una residencia señorial que probablemente es el centro de este dominio.
La luz difusa y los tonos suaves en la paleta cromática contribuyen a crear una atmósfera tranquila y bucólica. El cielo nublado sugiere un momento de calma, pero no impide que se perciba una sensación de luminosidad general.
Subyacentemente, la pintura parece reflejar el ideal del jardin à langlaise – el jardín inglés – popularizado en el siglo XVIII. Este estilo buscaba imitar la belleza natural, aunque siempre bajo un control estricto y con fines ornamentales. La presencia de figuras aristocráticas disfrutando del paisaje refuerza la idea de que este parque es un espacio reservado para una élite privilegiada. La columna y la arquitectura distante aluden a una aspiración cultural, un deseo de emular la grandeza de las civilizaciones pasadas y asociar el poder económico con el refinamiento intelectual. La obra no solo documenta un paisaje, sino que también comunica valores sociales y estéticos propios de su época: el gusto por la naturaleza idealizada, la ostentación discreta del lujo y la importancia del ocio como símbolo de distinción social.