Portrait of Anastasia Izmailova Aleksey Antropov (1716-1795)

Descripción del cuadro de Alexei Antropov "Retrato de A. M. Izmailova".

"Retrato de A. M. Izmailova" fue pintado en un momento decisivo en la formación de la habilidad de Alexei Antropov y su reconocimiento como uno de los artistas más distintivos y brillantes de su época. Este cuadro muestra claramente la evolución de la perspectiva creativa de Antropov tras sus estudios con el famoso pintor italiano Pietro Rotari.

El retrato está ejecutado en el estilo de cámara, cuando el modelo está representado no de cuerpo entero y sobre un fondo neutro. Antropov no se olvida de los detalles, que indican los privilegios de estatus del personaje, pero va más allá de los límites de la versión tradicional de cámara del cuadro. Se presta atención a las expresiones faciales y a los detalles de la ropa... Al mismo tiempo, Antropov se esfuerza por preservar el realismo de la heroína retratada, transmitiendo sutilmente la esencia de su naturaleza. El retrato se caracteriza por sus colores brillantes y el contraste de las variaciones de color. Y los detalles más insignificantes de la vestimenta son cuidadosamente considerados y regulares.

La mujer representada en el cuadro es Anastasia Mijáilovna, hija de Naryshkin, chambelán del gran zar Pedro, en matrimonio Izmailova. Mujer astuta y ávida de poder, formaba parte del séquito más cercano de la emperatriz Isabel y tenía el estatus de una dignataria. Es un personaje caprichoso, con los labios apretados en una fina línea y una mirada expresiva en sus ojos marrones. Sin embargo, como cualquier mujer, Anastasiya Mikhailovna quiere ante todo perpetuar su belleza en la memoria de la posteridad. Lo cual no es una tarea fácil, porque en el momento de pintar esta venerable persona ya tenía unos 56 años.

El artista da deliberadamente la vuelta al deseo implacable de la dama y a su deseo de seguir siendo irresistible. No oculta la figura ya sobria y deslavada de la mujer. El cuerpo macizo está acentuado por un suntuoso vestido de rica tonalidad azul con numerosos volantes. Un lazo rojo subraya involuntariamente la papada. Los trucos cosméticos de una época pasada no disimulan el marchitamiento de la antaño famosa belleza de Anastasia Izmailova: rostro fuertemente blanqueado, excesivo colorete en las mejillas, pelo empolvado y cejas densamente pintadas.

La figura de la favorita de Isabel se hace más pesada gracias a la orden tachonada de diamantes que lleva su imagen. Esta joya está resaltada, indicando el alto estatus social de la modelo y su importancia. La Orden es una condecoración y un signo especial del afecto personal de la Emperatriz por un miembro de su séquito. Acabado hasta el último detalle de cada uno de los diamantes, este detalle del traje atrae la mirada y hace que uno se maraville de la transmisión del brillo y el esplendor de la joya a través de la pintura.

Así, aunque Antropov no intenta revelar el mundo interior de Anastasia Izmailova, destaca y describe con habilidad y capacidad los rasgos más significativos y llamativos de su carácter.